Ciudad De Oro

DIEZ

—Hola, Nike —Me dice coquetamente con una sonrisa burlona, Ares

No puedo creer que haya tenido esta falla tan épica. Pensaba que al menos llegaría al centro de la ciudad de Oro, no que sería atrapada en la salida de la casa.

—Hola Ares —Fingo una sonrisa— Te vi aquí, y pensé que quizá te habías quedado afuera de la casa, ¿A donde fuíste tan temprano?

—Pequeña mentirosa —Dice Ares—
Presentía que te intentarías escapar por la mañana, pero no estaba muy seguro si sería en la mañana o en la noche, así que ayer que salí de tu habitación me vine para acá directamente —Dice orgulloso

—No se de que hablas, pequeño —Digo nerviosa— Eres muy chistoso

—Vamos Nike, sabes que un apodo perfecto para mi, no es el ser pequeño
—Me responde acercandose mas a mi

—Buscaré uno entonces —Le digo divertida— Perfecto para ti, Ares

—Me encanta oir tu risa de nuevo  —
El semblante de Ares se relaja.

—¿De nuevo? —Pregunto— Desde que te conocí, es la primera vez que lo hago

Ares se aleja de mi— Es un decir mi bella doncella

Ares me da su mano, y comenzamos a caminar rumbo a mi habitación. -Me gustaría que te limpiaras, te pusieras la ropa que mas te guste y salgamos a dar una vuelta, que te parece?

—Me parece demasiado bueno —Le respondo con una falsa sonrisa— Te quiero preguntar algo

—¿Dime? —Me responde nervioso

Miro a Ares, ya que su mano comienza a sudar. En serio está nervioso— ¿Me ayudarías a ver a mi madre y decirle que estoy bien?

—Te puedo ayudar, pero eso sería después de las 2 semanas que tienes que estar aquí —Me dice— No te dejarán salir de la ciudad de oro, aunque estuvieras conmigo. Antes de eso debes escoger a uno de nosotros.

—Entonces debo esperar —Respondo triste— Me caes mejor que el idiota de Roám, además de que eres más atractivo que él

Ares se atraganta— ¿Soy más atractivo que Roám? —Me pregunta bastante sorprendido— Ninguna chica de la ciudad aceptaría nunca que un chico es guapo

—Lo eres —Afirmo— Pero aún no me decido quien es mas atractivo si tu, o tu hermano Apolo

Ares deja de reírse, y su semblante se vuelve serio.

—Será mejor que vayas a tu habitación y te cambies, me avisas cuando estés lista
—Dice con una seriedad Ares, que su fría voz hace que me congele

El infierno se congela o el sol deja de ser caliente.

No le digo nada a Ares por su repentino cambio de humor. Camino lentamente hacía mi antigua habitación.

No entiendo porque Ares se pone así con una simple broma. Entre Ares y Apolo hay una gran diferencia, y es que cada uno tiene una pinta diferente, y a mi la pinta de Ares se me hace sexy.

Aunque sé que eso no lo es todo, pero si hace una gran diferencia con Roám. Una muy gran diferencia.

Me meto a la Tina que hay en mi habitación. Al entrar en contacto con el agua tibia, mi piel y músculos dejan de estar tan tensos. No pensaría que estuviera bajo tanto estrés, pero si, todo esto es un gran cambio a mi vida. Es un gran cambio como el día que me fui de esta ciudad de oro.

Recuerdo que en cuanto mamá supo que mi padre había fallecido, una gran sonrisa se posó en su rostro cansado.

Empezó a empacar ropa, hizo muy pocas maletas realmente, en una sola bolsa metió su vida y la mía.

Ese día salimos de la ciudad de Oro con mucha prisa. Entramos al gran bosque que la rodea, y en medio de la oscuridad mi mamá me hizo caminar.

Recuerdo que nos quedamos cerca de la ciudad de Oro unos días, y un día de esos vi a un niño jugar allí. Se me había echo muy bonito, le comenté a mi madre, y mi madre me explicó como funciona este mundo.

Las mujeres no podemos elegir a quien gustarle. Por eso te quiero sacar de esta ciudad, para que tu puedas elegir si quieres querer o no —Eso me dijo

—Me gusta ese niño para jugar con él —
Le dije a mi madre, y mi madre me alejó de ese lugar.

Como sea, creo que eso no es importante ahora mismo. Después de unos minutos en la Tina, me salgo con una bata a mi alrededor.

Al salir del baño, entro a la habitación y encuentro un lindo atuendo en la cama. Terminó poniéndomes ropa que supongo eligió Ares.

Después de vestirme, me arreglo mi cabello. Decido salir después de ver que Ares aún no viene por mi.

El pasillo se encuentra vacío. Me dirijo a la puerta donde Ares me había dicho.

Tocó tres veces la misma— Soy Nike

Al abrir la puerta veo a un Apolo con una toalla a la cadera, dejando ver su trabajado cuerpo. Trago en seco.

—Hola Nike —Me saluda— ¿Qué te trae por aquí?

—Ehm —Me quedo sin saber que decir— Buscaba a Ares

—¿Segura, Nike? —Insinúa Apolo—
Puedes ayudarme a vestir

Creo que me está coqueteando.

—¿Qué haces, Nike? —La voz de Ares me pone más nerviosa aún.

Veo la situación y siento como si Ares me hubieras agarrado haciendo algo malo.

Apolo se encuentra semidesnudo en frente de mi, y además está muy cerca de mí, sé que esto se puede ver mal, pero no creo que Ares se enoje.

—Nike me vino a buscar —Me dice— Tocó a mi puerta y solamente salí, hermanito

—¿Viniste al cuarto de Apolo, Nike? —Me pregunta serio Ares

—Si, pero te estaba busc... —Ares no me dejó terminar y se termino yendo

—¿No quieres pasar, Bella Nike? —Me pregunta Apolo victorioso

—No, Apolo, gracias, buen día —Le respondo, y voy al otro lado, donde vi que Ares se metió

Me quedo parada frente a la puerta de la habitación de Ares sin decidirme si tocar, o dejarlo así.

Aunque se que no he hecho nada malo, sé que Apolo pude haber pensado mal de mi.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.