Ciudad De Oro

QUINCE

—¿Ares estás afirmando lo que dije? —Pregunto muy dolida— ¿Apolo dijo la verdad?

—Eso es verdad —Ares me responde—
Yo hice eso que dijo

Mis lagrimas comienzan a salir sin poder detenerlas. Sé que Ares está diciendo la verdad, me acaba de decir que nunca miente, entonces que se supone que deba hacer ahora. No tengo ni la mas mínima idea de lo que deba hacer ahora mismo.

—Ares te pido que te vayas y me dejes pensar, por favor —Digo con voz quebrada

—¿Solo por eso estás enojada conmigo?

—¿Solo por eso? —Me ofendo— ¿Qué mas quieres? ¡No me jodas, Ares!

—¿Qué mierda te pasa, Nike? —Ares sube el tono de su voz— CÓMO PUEDES ENOJARTE SOLO POR ESO, NI SIQUIERA ME HAS PREGUNTADO PORQUE LO HICE

—¡Eres un mentiroso, no te creo nada!
—Le grito— Me acabas de decir que te diera la oportunidad y no desconfiara de ti hasta que pasara algo. Ya pasó, ya no te creo —Le digo mas tranquila

—ABRE LA PUTA PUERTA O TE VOY A DEJAR SIN ELLA —Habla Ares enojado— TE JURO NIKE QUE SI NO ABRES LA PUERTA TE DEJARÉ SIN ELLA

—HAZ LO QUE QUIERAS, ES TU PUTA CASA DE TODAS FORMAS —Respondo mas que enojada por sus amenazas— Mentiroso

Ares comienza a golpear la puerta y de inmediato me alejo de ella. La puerta tiembla con cada golpe que Ares le da.

En un momento se detiene, y todo queda en silencio.

—¿Qué te pasa? —La burlona voz de Apolo se escucha

—¿QUÉ LE DIJISTE? —Pregunta alterado Ares— ¿QUÉ FUE LO QUE LE DIJISTE A NIKE? —Pregunta Ares, o mas bien le exige

—Que llevo enamorado de ella desde hace 11 años. Que me utilizaste para hacerme enojar y revelar donde vivían. Que tu te llevaste al grupo para ir por ella. Que ella está aquí por tu culpa. Que todo esto fue tu plan desde el inicio
—Apolo se queda en silencio unos segundos— Que eres un mentiroso. Que solo sabes manipular a las personas. Que solo haces esto para demostrarme que siempre te quedas con lo que yo quiero sin importar qué

—¿Y no se te ocurrió decir que si la quiero de verdad? —La voz de Ares se escucha quebrada— ¿No se te ocurrió decir nada más?

—SOLO LA QUIERES PORQUE SABES QUE A MI ME GUSTABA. PORQUE SABÍAS QUE NO TENÍA EL VALOR DE HABLARLE. SABÍAS TODO ESO Y LO USASTE EN MI CONTRA, MALDITA SEA

Sin pensar más, o quedarme mas tiempo allí abro la puerta. En frente de mi puerta estaba un Apolo enojado y un Ares quebrado.

Sin dirigirme a ninguno de ellos, camino por el pasillo para bajar las escaleras. Cuando llego al primer piso escucho los primeros golpes. No me detengo y salgo de la casa.

Lo mejor que pienso es ir al único lugar que conozco. No puedo escapar de este lugar. No hasta que me haya casado con Ares o Roám.

Ahora que lo pienso Roám parece ser una buena opción. Roám no lo he visto desde que el juez me dijo que tenía que estar una semana con Ares.

Ares me ha manipulado para que yo lo escoja a él. Ha jugado conmigo para hacerme creer que es una buena persona.

"¿No se te ocurrió decir que si la quiero de verdad?" -Las palabras de Ares vuelven a mi cabeza

¿Qué significa eso?

Si mi madre estuviera aquí ya me hubiera dado unos jalones de greña para hacerme entrar en razón.

Una de las historias que mi madre me contó fue que la madre de mi misabuela había vivido el tiempo donde las mujeres elegían a quién amar. Y que ella estaba enamorada de alguien que no le convenía para nada, y saben que hizo?

Se casó con él.

Se casó con él aún en contra de que todas las personas de su familia le decía que estaba cometiendo un terrible error.

Dice mi madre que si se arrepentió , que lo termino dejando, pero que lo único bueno fue que sus hijos nacieron bellos.

Me decía que su madre le jalaba las greñas para hacerla entrar en razón, pero que ella se negaba y pues llegó y pasó lo que tenía que pasar.

Eso fue antes que los hombres pensarán que las mujeres se hicieron para ser de un solo hombre.

Cuando empezaron a matarlas por no querer tener relaciones sexuales, o porque ya no eran vírgenes.

Se llevaban a las niñas solo para poder arrebatarles eso. Fue todo un caos y unas guerras. Hasta que salieron nuevas reglas y regresamos al mundo que ahora mismo estoy viviendo.

Camino por donde Ares me llevó, camino lentamente y sin ánimo alguno. Cuando llego al lago me quedo observando.

Estoy tan metida en mi mundo que no noto que algunos hombres que caminan solos se me quedan viendo.

—Hola —Un hombre de cabello castaño se acerca a mi

—Hola —Respondo amablemente

—No deberías estar en esta ciudad sola
—Me dice— Y menos si eres tan linda
—Sus palabras me asquean— Sabrosa de hecho

—Me tengo que ir —Digo y quiero empezar a caminar pero me toma del brazo

—Mierda, me la ganaron —Dice un tipo que se venía acercando a mi

—Te elijo —Dice el hombre de cabello castaño

—¿Perdón? —Digo ofendida— Ya estoy casada con alguien mas, idiota

—Eso es una mentira, y sabes que les pasa a las que mienten para no irse con su dueño que la ve primero? —Me dice bastante enojado mientras me jalonea

—Idiota te estoy diciendo que no estoy disponible, y menos para hombres tan feos como tú —Respondo tratando de soltarme de su agarre

El hombre se enoja, y empieza a jalarme mas fuerte

—CREO ESCUCHÉ QUE MI MUJER TE DIJO QUE LA SOLTARÁS, AGUSTIN —
La voz masculina de Ares hace que el tipo comience a temblar, se gira y mira a Ares detrás de mi

—¿E..es tuya joven A-Ares? —Tartamudea

—LARGATE ANTES DE QUE TE ARREPIENTAS, IDIOTA

Agustín suelta mi mano, y me queda un dolor en esa zona. Me giro para ver a Ares y darle las gracias, pero me sorprendo de ver el estado en que se encuentra.

Siento dolor.




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