Ciudad De Oro

VENTIUNO

ODIO:  El odio es un intento por rechazar o eliminar aquello que genera disgusto; es decir, sentimiento de profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir a su objetivo.

Termino sentada en la cama de Ares, con Ares a mi lado. No puedo dejar de pensar que Roám intentará lastimarme, o decirme cosas hirientes.

—Roám no te lastimará. El piensa que nosotros estamos compitiendo. El lo que desea es quedarse contigo, pero para eso ocupas elegirlo porque quieres, el ocupa ser bueno contigo si quiere que tu lo elijas a el, sobre mi.

—Tienes razón —Respondo con mas alegría— Él no querría hacerme nada que me haga molestar si no quiere que yo no lo elija, verdad? 

—Si, siempre que hablaba con él me decía lo mismo —Dice Ares cansado— Que su sueño era encontrar una joven mujer y bella, que no quería a nadie de la ciudad porque la mayoría ya fueron ultrajadas 

—¿Qué significa eso? 

—Que ya tuvieran una o mas relaciones sexuales con otro hombre —explica Ares— La familia de Roám está en contra de las mujeres en general, dicen que si una mujer ya perdió su primera relación sexual con alguien que no pertenezca a la familia de Roám, entonces esa mujer está maldita.

—¿Maldita? 

—Si, maldita se refieren a que si llegan a tener un bebé, ese bebé sería una mujer —Me explica— Ellos les preguntan a las que se vuelven sus mujeres si no han perdido la primera relación con alguien más, si ellas responden que no, y esas mujeres les gustan, pues se quedan con ellas. Si con el primer bebé que tengan sale niña, entonces las demandan y hacen todo un show por mentirosas.

—Suena ridículo —Le respondo— Es ridículo mas bien

 
—La familia de Roám es una de las mas poderosas de está ciudad de Oro. Ellos hacen muchas negociaciones con ciudades de Oro vecinas —Ares habla con un poco de resentimiento 

—Dijeron que tu también venías de una familia importante —Le recuerdo a Ares 

—Solo por mi madre. Mi madre fue líder de una ciudad de Oro vecina, Un logro muy importante por ser una mujer, además de que sus dos hijos fueron varones. 

—¿Por qué se mudaron para acá? —Le pregunto— Si allá tu madre era poderosa 

—Mi padre tuvo celos de que allá lo conocieran más por ser el hombre de mi madre, que  a mi madre por ser la mujer de padre —Me explica— Al llegar a aquí solos los directivos sabían eso, se nos ordenó decir que era mi padre el líder, y por eso mucha gente le tiene respeto a él 

—¿Tu madre murió? ¿O la mataron? 

—No sé exactamente que pasó con ella, pero si, ya no está en este mundo —Me dice— Cambiando de tema, me debes un favor 

—No te voy a bañar 

—Solo ayúdame —ruega fingiendo dolor— No me quitaré toda la ropa, pero si ocupo tu ayuda

 
(..)

 
Me encuentro en el enorme baño de Ares. Estoy llenando la enorme tina de baño que tiene. 

Ares está afuera, le hablaré cuando tenga todo listo. 

Tomo un poco de jabones con aromas relajantes y echo una medida al agua de la tina. Meto la mano para checar la temperatura de esta, y está excelente. 

—¡Ares!  ¡Ya puedes entrar! 

—Entendido —Me dice Ares que ya se encontraba en la puerta 

Lo miro, y me arrepiento de hacerlo. Ares solamente se encuentra en ropa interior. Color negra, por cierto. No pude evitar darle o echarle un ojo a todo su cuerpo.
La palabra sexy es una palabra muy chica para lo que mis ojos acaban de ver. 

—Abre los ojos 

—No, hasta que te metas a la tina —Le digo— Así que camina y hazlo Ares 

—Te tienes que acostumbrar a verme así o con menos ropa —Me susurra en el oído 

—¡Aresssss! Maldita sea ya metete a la tina o me voy 

—Ya voy —Se ríe— Ya voy, Bella. No te enojes, es una broma. 

—Pues no son graciosas tus bromas, Ares 

Oigo el sonido del agua, y con eso supongo que Ares ya se metió— Que relajante es esto —Dice cerrando los ojos, como disfrutando del agua 

—Ya lo necesitabas, apestabas 

—Quizá si, pero no me refiero al agua —Responde Ares aún con los ojos cerrados— Me refiero a ti 

—¿Cómo? 

—Me relaja tenerte por fin cerca de mi y que sepas que mis intenciones contigo no es la de ser amigos ahora mismo,  Bella. Te quiero para muchas cosas, te quiero para muchos años también, y al igual que que yo no deseas seguir en esta ciudad, así podríamos irnos a una ciudad de plata.

—¿Ciudad de Plata? —Le digo confundida— ¿Qué es eso? Nunca había escuchado algo igual 

—¿No la conoces? —Me dice sorprendido— Supongo que a las ciudades fantasmas no les puede llegar esta información —Parece pensar— Las ciudades de Plata salieron hace poco tiempo, ellos van en contra de como se está manejando ahora mismo el mundo. Su legado es que la mujer puede hacer lo que quiera, y el hombre también. Solo que si hay una relación seria, se respete a la pareja, es el único castigo que se tiene —Dice Ares— Yo pensaba mudarme para allá, están mis abuelos maternos 

—¿Podría llevar a mi madre? 

—¡Si! —Dice Ares— Las ciudades de Plata tienen muchas entradas para personas, no discriminan a casi nadie, solo a los hombres que allá clasifican como "machistas" y hay otras clasificaciones mas. 

—¿Y por qué no nos vamos desde ahora? —Le pregunto— Vamos antes de que Roám venga por mi 

—La ciudad de plata manejan ideas muy diferentes a aquí. Para poder salir de esta ciudad ocupas ser mi mujer, si el juez no lo ha dicho. Tu no puedes salir, ocupamos resolver este asunto lo antes posible, Bella... Es la unica manera que tenemos, para que tu no salgas lastimada. Podemos intentar escapar, pero si nos atrapan podría castigarte con la muerte, y eso nunca me lo perdonaría -Dice Ares acariciando mi mentón




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