Ciudad De Oro

VEINTIDOS

Miedo:  Sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario o Sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. 

El miedo es un sentimiento de angustia, al menos eso pienso yo. Ares se encuentra acostado a lado de mi, y siento ese sentimiento, confío en que Ares no intentará hacerme nada malo, pero aún así es la primera vez que dormiré con un hombre. 

—Si quieres duermo en el suelo, no te quiero presionar, Bella —Me dice Ares al ver que no tengo valor para acostarme a su lado 

—Sólo duérmete, será mejor para mi verte inmóvil.

—¿No será que me quieres hacer o jugar una broma, verdad Nike? -Inquiere Ares 

Ares observa atentamente mi rostro. Me da un poco de risa la manera en que Ares habló, aunque sé que lo hizo para hacerme reír. 

—Por favor, solo hazlo —Digo después de unos segundos— No quiero que duermas en el suelo siendo esta tú casa, tu propia habitación. Me sentiría demasiado mal, Ares 

—He dormido muchas veces en el suelo, Nike —Dice Ares restando importancia— Me importa que te sientas bien estando conmigo, y si todavía no puedes, tengo que esperar, pero lo haré por ti, Nike. No me importa, en serio. 

—O mejor yo me duermo en el suelo, así dormía yo en la ciudad fantasma —Digo— Es algo nuevo para mi dormir en una cama tan cómoda y bonita como lo es esta, Ares 

—Mereces dormir en una cama tan bonita como tú, Bella —Me dice Ares haciendo que me sonroje— Ya sube, iré a tomar un café, cuando vuelva me acostaré en el suelo, te lo prometo.

—¿En serio? ¿Irás por café? 

—Si, Bella —Ares se levanta torpemente de la cama, debido a las lesiones que tiene— Hablaré con la señora que nos ayuda con la casa de algo pendiente que tenemos, tu duerme aquí, es el lugar mas seguro que hay 

-—No tengo miedo 

—Y nunca lo tendrás —Me dice ya en la puerta— Yo te ayudaré siempre en todo lo que pueda, Nike 

Ares cierra lentamente la puerta, como si no quisiera hacer ruido. 

Me acuesto en la cama de Ares, que a decir verdad es mucho mas suave y fresca que la cama que tenía donde dormí las primeras dos noches. Es muy agradable esta sensación que ahora tengo. Creo que ahora mismo si comparo el suelo con lo suave de esta cama, y le queda demasiado lejos. 

Mañana será un pésimo día, pero mientras menos lo piense creo que será mejor para mi. No puedo hacer nada, ni evitar lo que vaya a pasar. Solo espero que Roám no sea un idiota, y en serio intente al menos que me caiga bien. Tendría que actuar que odio a Ares tanto como a él, para que haga el intento, porque si el sabe que siento algo por Ares no intentará enamorarme, y solo se dedicaría a hacerme sufrir los días que esté con él. 

(...)


La mañana siguiente despierto un poco tarde. Ni siquiera sentí cuando Ares volvió a entrar al cuarto. Me levanto rápido para ver si está acostado en el suelo, y si, ahí está. Lo veo estirado sobre un tela que se ve muy suave. 

El sol de hoy no es tan fuerte como otros días. Pareciera que la lluvia está proxima a llegar.

 Siento un poco de frio, el viento que entra por la gigante ventana hace que mi piel se ponga de "gallina". 

Observo a Ares y veo los golpes marcados que tiene en la cara. Su rostro se ve fino, ya no se ve hinchado. Parece todo un chico rudo con todos esos tatuajes y moretones que tiene ahora mismo. 

—No sabes —Dice Ares con los ojos cerrados— Como me encanta sentir tu exquisita mirada en mi, y nada más en mi. Es fascinante la sensación que recorre por mi piel —Y abre los ojos 

—¿Estabas despierto? —Pregunto un poco sorprendida 

—No pude dormir mucho —Dice y se sienta en el suelo— Hay muchas cosas que estuve pensando durante toda la noche.

—¿Cómo qué? —La curiosidad es parte de mi.

—No quisiera que te fueras con Roám —Me dice molesto— Cuando llegue finge que me odias, no me mires, no me hables —Ares mira al suelo— No quiero que ese idiota te quiera hacer algo malo 

—Eso pensé anoche, también. No quisiera irme de tu lado, Ares 

—¿Crees que yo si quiero? —Me pregunta— NUNCA EN MI VIDA ME HABÍA PREOCUPADO TANTO POR ALGUIEN. Es un nuevo sentimiento, no sé como explicarlo, no sé como decirlo, no sé, creo es miedo 

—¿Miedo a qué? 

—Miedo a que me separen de ti o a que te vayas —explica— Que si tu quieres irte está bien, mientras estés bien. Por dios, ni se porque estoy diciendo estas cosas 

—¿Señor Ares? —Una tercera voz se escucha, seguido de unos suaves golpes e la puerta 

—¿Si? —Responde Ares 

—El joven Roám lo busca a usted y la señorita Nike —Dice la señora— ¿Alguna respuesta?

—Si, por favor —Responde Ares— En un momento vamos, solo eso 

—Está bien, señor Ares. 

Ares mi voltea a ver— Si Roám te intenta hacer algo, no dudes en decirme, yo te ayudaré —Me dice tomando mis manos— Bajaré yo, y en seguida bajas tú 

—Está bien —Mi voz sale preocupada— ¿Todo estará bien, verdad? 

—Si, bella —Me responde Ares saliendo de la habitación.

Entre más pronto haga esto, antes pasará todo. Sea o no Ares el amor de mi vida, confío en que el me va ayudar a volver con mi madre, o al menos a verla de nuevo. 

Salgo de la habitación de Ares, y bajo las escaleras. Oigo las voces de ellos, y veo que están en la entrada.

—¡Hola Bella! —Grita Roám al verme— ¿Cuál era tu nombre? —Me pregunta Roám 

—Nike 

—Nike —Repite para el— Es momento de irnos, te vengo a salvar de las manos del malvado Ares 

Roám se acerca a mí, y siento mi corazón salirse, al igual que siento mucho asco. Tengo ganas de escupirle en la cara.

—¿Nos vamos? —Pregunto para que se aleje de mi 

—¿Vaya —Dice sorprendido— Mucha prisa, acaso Ares no te trató bien?




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