Ciudad del Alquimista

Encuentro con el mago. Parte 2

—Vengo de una cierta institución, llevamos protegiendo y nutriéndote desde antes que llegaras a esta ciudad…En serió –Con ligera irritación suspiró antes de continuar—, estuviste cerca de arruinarlo todo cuando usaste el círculo alquímico en la escuela, pero no es nada que no tenga solución.

No entendía lo que decía. Conocía el significado de cada palabra, pero juntas y saliendo de la boca de ese hombre nada hacía sentido. ¿Qué era lo debía pensar o que dejar de pensar? Ese círculo no tenía fin, por lo que se decidió, por la que él creía, era la mejor acción a tomar. Por supuesto, no iba a ser fácil, no obstante, sea cual sea la situación, perder su compostura más no era bueno para Aiden. Decidió seguir con el flujo de la "conversación" ya que buscar respuestas por su cuenta era inútil y solo consumía su estado mental más rápido.

—¿Qué asuntos tiene conmigo alguien tan importante? —Su tono sarcástico, pero su acto no era perfecto, aún se notaba el temor en sus palabras y el temblante movimiento en sus piernas y labios.

—Tienes agallas para montar tu acto, niño, pero no me desagrada eso. Volviendo a lo importante, ya debiste haberte dado cuenta que tengo conocimiento sobre los acontecimientos de los últimos días.

El hombre en bata de laboratorio hablaba como si estuviese fatigado, se comunicaba como si hubiera estado despierto toda la noche haciendo un trabajo fastidioso y aburrido en un frío laboratorio, como si no le importaba nada de los horrores que estaban ocurriendo en la cuidad.

—Esa alucinación tuyas, bien podrían significar tu habilidad, pero no sirven de nada sin proyectar esas ilusiones en la realidad. Toma los auriculares, ahora que está activado, la frecuencia que reproducen ayudará a mantenerlo andando. Piensa de ello como una pequeña batería hasta que puedas recargarte de una fuente más fuerte. Averigüemos juntos cuál es tu poder, Aiden.

Antes de darse cuenta de sus propias acciones había estirado su mano. Cuando reaccionó se retrajo de golpe y dio un paso atrás. No se explicaba lo que había ocurrido, en algún momento portaba una gran sonrisa en el rostro, que, acto seguido, fue remplazada por una expresión de horror. Aiden observaba, incrédulo, su propia mano como si fuese la de alguien más. No pudo evitar insultarse a sus adentros.

—Yo... ¿¡Qué es esta mierda!? ¡No soy ningún héroe!, no, si tan solo… Incluso si es cierto que poseo algún poder ¡Es muy tarde! ¿Cómo se supone que voy a controlarlo? ¿Con qué motivo? Maika seguramente peleando sola contra esos monstruos.

Cansado de ver la indecisión del chico, el hombre en bata de laboratorio saboreo sus labios sutilmente, como si se preparará para hablar y eso fue exactamente lo que hizo.

—Como mencioné antes —dijo el mago, ofreciendo el contrato—. ¿No quieres salvarla?

Digno de un mago, las palabras mágicas que pondrían todo en marcha llegaron a los oídos de Aiden e inmediatamente captaron su interés, tal vez más que todo lo dicho ya de su verdadero potencial.

—Dicha la verdad tampoco quiero que le ocurra nada, Maika es una excelente aprendiz, pero aun esta verde, por eso me preocupo. Eres prueba de que está verde. En serio, ¿Cómo puede dejar evidencia? Ya de por sí tiene al equipo de limpieza trabajando horas extra. Ahora hasta yo me veo forzado a entrar en escena.

El hombre sentado casualmente frente suyo, un completo desconocido, que apareció y comenzó a hablar cosas sin sentido, era seguro que no podía confiar en él del todo, sin embargo la verdadera pregunta es: ¿Aquél hombres es un enemigo o no? Se preocupaba por Maika, la había llamado su aprendiz, pero sospechoso no le calzaba.

Sin darle tiempo a sortear sus pensamientos el hombre en bata blanca sacudió su brazo y un puñado de papeles aparecieron en su mano mientras continuó hablando. Su expresión decía "que cosa más linda" mezclada con ironía un segundo y desdén el siguiente, lo cual irritó a Aiden. Sentía que menospreciaba la determinación de Maika.

—Me gustaría hacer algo al respecto, aún más, me gustaría capturar los especímenes para mis propios experimentos y averiguar más sobre esa especie —Dejó escapar una pequeña sonrisa, el pequeño acto hizo que una de las funciones más primitivas de Aiden, la que a los humanos nos prepara para huir o pelear que ya se encontraba activas, se intensificaran por diez—. La información que tengo es mayormente de leyendas y grimorios, no se puede comprar a la experiencia de primera mano, ¿entiendes? Pero el crecimiento de Maika es más importante y si puedes empezar a ser de utilidad, ¿por qué no tratar? Fue lo que pensé. Lo siento, creo que me estoy desviando demasiado de nuevo. Tengo el mal hábito de divagar.

Mientras más hablaba más escalofriante se tornaba la situación para Aiden y sus emociones más oscuras de igual manera. Había mencionado algo importante y luego ido por la tangente. Parecía que buscaba irritarlo apropósito. Su pequeño acto de audacia que había puesto antes no demoró en ser arrastrado hacia el olvido por el terror y cólera de ser el juguete del depredador en frente suyo.

—¡Ya deja de hablar cosas sin sentido y dime la razón por la que estás aquí!

—Quiero que vayas y hagas algo sobre el mago que creó a las criaturas antes de que cause más problemas. —Impertérrito a la explosión de Aiden y con seguridad, como si conociera por adelantado su respuesta, continuó hablando—. Maika no va a poder atraparlo por su cuenta en el estado en que se encuentra. ¿Qué dices? Sería trampa si intervengo, pero tú eres perfecto para el papel.




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