Ciudad del Alquimista

Demonio. Parte 1

El agotamiento por usar su sangre en el arco era demasiado, no podía ocultarlo más. Su pesada respiración y tembloroso cuerpo la delataban. Por su puesto que el ángel tampoco estaba intacto, varias líneas a lo largo de la máscara del ángel habían quedado del ataque anterior y su piel, el alba, tenía un aspecto extraño, como carcomido que no tenía nada que ver con el ataque de Maika.

Antes de que pudiera siquiera empezar a correr para reagruparse Aiden quedó completamente inmóvil, tampoco respiraba, toda su concentración se depositó en lo que estaba frente al chico de cabello revoltoso.

En algún momento, en el momento que quito sus ojos de eso más precisamente, el ángel apareció frente a Aiden.

Incluso ahora estaba cubierto por de fuego y sangre. ¿Cuándo fue? ¿Cómo pasó? ¿Qué demonios? Es lo que pensaría Aiden si pudiera pensar con claridad.

Su mente se encontraba en silencio absoluto.

La pesada corriente de viento lo golpeó. El ángel había sido tan rápido que incluso dejó el viento detrás; primer apareció su imagen y la corriente lo siguió por poco.

La terrorífica imagen procesada por su cerebro detuvo todas las funciones en su cuerpo. No podía respirar, tragar, moverse, temblar, incluso creyó haber sentido su corazón detenerse por un segundo. Aiden creía que se pondría a llorar en cualquier segundo, pero ni siquiera eso podía hacer. Todos sus sentidos se sentían fallando y sus emociones fuera de lugar.

Reunió toda la fuerza de su cuerpo para articular la mandíbula y dejó escapar la última gota de aire en sus pulmones.

—Eee-e-esto... ¿Un ángel?                                               

Inmóvil y examinándolo, la honorifica criatura, el ángel se limitó a observar. Al menos esa era la impresión que Maika tuvo mientras miraba impotente. Solo Dios sabe qué tipo de expresión tendría detrás de la máscara realmente.

Había desarrollado un interés por Aiden. Gracias a eso aún no lo había matado, el hecho de que lo buscó era la prueba de eso, a quién no le había dado ninguna atención hasta ahora. Entonces lo inimaginable ocurrió.

—"Hj7 ?QUE''//$erERESll#"

Esas palabras sacudieron su cuerpo, su mente, hasta la más mínima parte de su existencia se sacudió. Sintió su conciencia oscilar. El sonido de algo rompiéndose hizo que el corazón del joven vuelva a la realidad. Desde la esquina superior izquierda, la máscara completamente fracturada se desprendió por partes enseñando a Aiden lo que ocultaba detrás.

La expresión de Aiden oscureció aún más, cosa que no creía posible. Lo que había visto casi hizo que vomitara, si no lo hizo fue porque no pudo por su estado rígido del terror. Su cuerpo llevaba un buen rato comportándose de manera extraña. Era como encarar una realización grotesca, podía sentir algo arrastrándose bajo su propia piel. Era una sensación insoportable, el horror. Sentía como su mente, que hasta ahora estaba en blanco, era tragada por el abismo de los zócalos de los múltiples ojos del ángel.

El momento siguiente, sin siquiera darle tiempo para prepararse, el ángel agitó sus alas cubiertas de llamas de tal forma que se formó una corriente de viento en 360°grados tan fuerte que mandó a volar a Aiden por el aire varios metros y al caer rodó por el suelo unos cuantos más. A la vez que el ángel mandó a Aiden a volar con la ridícula fuerza del viento creado con sus alas, el fuego que lo envolvía fue forzado a dispersarse y las plumas de hierro que estaban por todo el lugar salieron volando en todas direcciones de igual manera.

Maika también fue empujada varios centímetros por el ridículamente fuerte viento, de no haber estado preparada pudo haber sido arrojada de manera similar. Nuevamente demostró la diferencia entre un amateur como Aiden con alguien más experimentada como ella. Logró salir ilesa por su habilidad de manipular la electricidad para estabilizar su cuerpo en el aire y bloquear las afiladas plumas volando indiscriminadamente por todo el lugar.

Pero Aiden no tuvo la misma suerte, mientras rodaba por el suelo varios plumas de hierro le ocasionaron cortadas por todas partes una de ellas se incrustó en la parte trasera de su pierna izquierda y lo peor ocurrió cuando su cuerpo aterrizó bruscamente por el suelo, cayó con tal fuerza que con el golpe la punta de la pluma, ahora cubierta de una sustancia vital roja, halló su camino a través de carne y hueso hasta la luz del otro lado.

Cuando se detuvo de rodar y ser arrastrado por la presión del aire Aiden aplicó fuerza en los músculos de la parte baja de su cuerpo y en sus brazos inútilmente para moverse. El resultado fue deplorable y solo consiguió un desgarrador dolor.

–¡AAAAAAGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHH! ¡¡GHAAAAAAAAAAAA!!! ¡IIIHjueHHIKKKK!

Intentó alcanzar su pierna, pero al seguir moviéndose lo único que lograba era que el increíble dolor aumente. De seguir así más tiempo lo volverá loco, fue algo que entendió instintivamente por lo que luego del desgarrador grito dejó de tratar de moverse.

Sin fuerzas ni ganas de seguir tratando, el humo negro había desaparecido, todo se tornó borroso y sus sentidos parecían estar apagados excepto el de dolor. Podía sentir su consciencia ir y venir una y otra vez sin desmayarse del todo.

En tal estado no podía asimilar la situación en la que se encontraba, lo único claro es el sabor a hierro en su boca y el crucificante dolor en su pierna.




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