Ciudad del Alquimista

Invocación. Parte 2

—Esto es un tipo de súper primeros auxilios, ¿de acuerdo?, luego vendrá un equipo de médicos a tratarte como es debido. Con suerte no habrá secuelas en tu pierna. Ahora cierra los ojos y no los abras sin mi permiso, ¿entendido?

—E-Entendido.

Siguiendo las órdenes de la especialista, Aiden cerró sus ojos fuertemente para asegurarse de no abrirlos por accidente. Escuchó a Maika murmurar unas palabras por casi ocho minutos, en ese momento una cálida luz inundó la habitación, eso lo podía saber por como la misma luz se filtraba por sus párpados con fuerza.

Al mismo tiempo sintió una cálida sensación en una de sus manos, como si alguien la sujetara y ese gesto le dijera que toda va a estar bien.

«¿¡Qué es esto!? ¡Es increíble! Puedo sentir como el dolor empieza a desvanecerse»

Todo el proceso duró varios minutos. El ardor causado por los raspones en sus brazos desapareció por completo; los golpes y moretones en área del estómago y torso, la carne rasgada, inclusive la sangre coagulada que colgaba de esas heridas desapareció.

«¿Pero qué clase de truco es este?»

Y finalmente, al último, el aterrador dolor proveniente de su pierna, está tardó considerablemente mucho más tiempo que las otras heridas, pero ahora todo lo que se podría considerar una herida había desaparecido.

Su cuerpo ya había sido sanado, Aiden podía sentirlo. Tal vez algún millonario afuera en la ciudad tendría un tanque lleno de un líquido regenerativo y estimulantes celulares que lo dejarían como nuevo en un par de semanas, pensó Aiden, pero definitivamente no se comparaba a esto en velocidad de efecto.

«¡Ya veo! Esto es magia»

La increíblemente brillante luz aún no había desaparecido y Maika tampoco había indicado que estaba bien abrir sus ojos nuevamente, pero no podía contenerse más.

Más que el impulso de la curiosidad, fue por la necesidad de entender lo desconocido que todos los humanos tienen, Aiden inconscientemente levantó el párpado de su ojo izquierdo solo un poco.

Lo que vio estaba flotando a centímetros sobre su mano, una diminuta esfera de luz brillante.

La esfera de luz blanca que a su vez estaba rodeada por una bella luz verde daba vueltas de manera curiosa en el mismo lugar.

A primera vista Aiden no sabría decirlo, pero en medio de la luz saliendo directamente de la mítica criatura con forma de esfera creyó haber visto lo que parecían seis alas que más que moverse daban la impresión de que vibraban, o tal vez solo eran simples destellos de luz creados por el hada.

A causa del asombro ambos ojos dieron un salto abriéndose completamente, entonces la pequeña esfera dio un par de vueltas más rápido y bruscamente que antes. Daba la impresión que no sabía hacía donde ir para esconderse.

Una brillante luz obligó a Aiden a cerrar los ojos y devuelta los abrió un segundo después a pesar que el dolor por la brillante luz aún estaba grabado en ellos. Esta vez, rompiendo sus expectativas, no había nada sobrevolando su mano.

El hada había desaparecido, el silencio de la habitación inundó el corazón de Aiden junto con un sentimiento de desilusión.

Fue entonces que el decepcionado chico se percató de algo que pondría todos los engranes recientemente oxidados de su corazón a funcionar como nuevos.

La cálida sensación en su mano no se detuvo una cuando el hada había desaparecido, eso se debía a que algo más cubría la mano del joven.

Petrificado. Petrificado, sería la palabra correcta para describir al joven estudiante de segundo año conocido como Aiden.

—Ah Hah..A-Ahg..! —Eran los únicos sonidos que podía emitir la garganta de Aiden, que estaba en un estado de deshidratación y asfixia como si hubiera estado caminando en el desierto por horas sin agua, y, a causa de la re-sequedad el aire mismo no podía fluir con normalidad.

En algún momento que Aiden ignoraba Maika se había sentado a su lado y tomado de la mano.

De haber sido en otra situación cualquiera pensaría que esto era una parte necesaria para que el hechizo funcione en ambos, ya que la que llamó al hada fue ella, o algo así, pero para Aiden pensar en cualquier cosa era un hecho impensable.

Si un psíquico leyera su mente en este exacto momento lo único que lograría sacarle sería el mismo nivel de información que intentándolo con una planta.

Tampoco significaba que era su culpa, desde un punto de vista más analítico, después de todo, cualquiera en la posición de Aiden, a causa de todo lo sucedido es natural que su estado mental no esté en el mejor estado posible y sin tomar en cuenta el hecho de que Aiden es un chico saludable que se encuentra en esa edad en la que un simple roce con el sexo opuesto y las 'condiciones apropiadas' causaría una cadena de explosiones químicas en el cuerpo.

Aún más, luego de ver el rostro levemente ruborizado de Maika, Aiden reafirmó su determinación de querer protegerla. Pero también recordó lo inútil que fue sino hasta el final.

El deseo de ser parte de algo y la impotencia de no poder luchar directamente para proteger a quienes estaban cerca, ni a los que son importantes para él. Lo débil que en realidad es, lo débil que ha sido toda su vida. Por aquello sentimientos encontrados no pudo evitar pensar en todas las vidas, atrocidades ocurridas que habían sido sino excusas para él para sentirse vivo.




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