18:00:00 horas antes del impacto
Silencio, calma y éxtasis en la palma de mis manos arrugadas más allá de la seguridad de los pesados guantes. La mascarilla desciende otra barra en azul comunicándome que solo me queda oxígeno para unas horas. Probablemente menos de lo que pueda ser.
—Casi terminamos, Allen.
Me alienta Fer, pero estoy consciente de que esa es otra mentira. Hace doce años llegué al “Aliviadero”. Contando el hecho de que la Citizen no soporta la mezcolanza, para mí fue aceptable pasar de los cómodos aposentos presidenciales a la oscura humedad de los desagües y zona aledaña a la “Ciudad Flotante Este”. Nunca pensé que tres años después la radiación me pasara factura con mi pierna izquierda y los “recolectores” me adoptaran para siempre. Ahora sé que fue la mejor opción.
—No quisiera estar en el lugar de los del lado oeste. La voracidad de Epsilon es imparable.
Ahora se sumaba el comentario de Crystal, quien solo con trece años le había regalado el ojo izquierdo a la radiación y su mano derecha iba por el mismo camino.
«Honrar el camino de la verdad, honrar el camino de la luz.»
¿Por qué todas las ilusiones se convertían en banales mentiras?
¿Por qué lo que un día creí seguro y real hoy solo eran recuerdos corruptos que eventualmente se difuminarían en las fauces de Epsilon?