Ciudad Evanescente

XVII. Omega

Después del impacto


Esperanza…eso es lo que palpita en mi corazón mientras nos unimos a los antiguos habitantes de Spheria. Parece que estuviéramos siendo parte de una antigua promesa. Donde fijamos un lugar y una fecha para volvernos a ver y poner todos los odios a un lado. Solo maravillados bajo una bóveda poblada de estrellas y silenciosa paz.


—Ahora podremos descansar Pam. Estoy seguro que la princesa Obliana se hará cargo de su pueblo.


Ryner sonríe. Es un espectáculo digno de celebración fuera de la mascarilla que nos ha acompañado en el ambiente de la Citizen.


La Citizen…otro recuerdo que se aleja entre las últimas nubes de polvo cósmico que sellan la Grieta. Un sistema obsoleto de nueve ciudades tributarias que terminó volviéndose contra sí mismo.


— ¿Cierto que Obliana es la princesa más fuerte?


Ryner insiste tomando mi mano y entonces la descubro. Ya no tiene aquel aspecto enfermizo en el que eran perceptibles los transistores recorriendo cada célula de su cuerpo. Los ojos grises y empañados han sido sustituidos por la vieja leyenda. 

 

Obliana sonríe mirando hacia la gran macha verde. Su reino la espera y en secreto le deseo éxito.

 

 

 

 




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