Ciudad Natal

Capítulo -18-

SIGUE NARRANDO AMBER

Jordán y yo estábamos de pie juntos, nuestras manos estaban entrelazadas y estábamos rodeados de árboles, árboles muy altos. El suelo estaba cubierto de hojas marrones, y por debajo de estas había lodo. Estábamos en el bosque, era otoño y había estado lloviendo. En el suelo había un cuerpo temblando, estaba hacia el lado derecho, no podía ver su cara, pero la parte trasera de su camisa estaba cubierto de un líquido... Sangre. ¿Quién era? De la nada, un chico corriendo como loco hacia el cuerpo en el suelo, su rostro estaba cubierto por un antifaz negro, su ropa estaba también era color negro.

Él fácilmente se camuflageaba con la oscuridad del bosque. Parecía enfadado y no paraba de gritar cosas que yo no podía entender cuando él comenzó a darle patadas duras al chico en el estómago. El chico gritó de dolor, pidiendo que se detuviera. 

— Basta, por favor! ¡Alto!.-Grité, pero él no me oyó. El chico se dio la vuelta, agarrándose el estómago, las lágrimas corrían por su cara, sus ojos estaban cerrados apretados en el dolor. Luego exclame en voz alta-.

— Alex!.-Comencé a correr hacia él con mi brazo extendido, pero Jordán me paro de nuevo, él me abrazaba todavía. Trate de apartarme de él, pero él no me dejaba ir-.

— Déjame ir, Jordán, déjame ir.-Grite, tratando desesperada mente de llegar a Alex-.

A continuación, toda la escena pareció irse y me dejó sola en la oscuridad de nuevo. Me pareció haber ganado el control de nuevo, pude sentir la delgada manta que cubría, yo podía sentir el frío ligero sobre mi piel, causándome la piel de gallina a lo largo de mi brazo. Abrí los párpados esperando la luz brillante y cegadora, pero no fue así, debe haber sido la noche porque la habitación estaba completamente negra.

Gemí mientras mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y me di cuenta que estaba en el hospital. Maravilloso. ¿Qué iba a hacer ahora? Había otras tres camas en la habitación pero estaban vacías, yo era la única aquí, o al menos eso era... En ese momento la puerta se abrió lentamente, me dio pánico. Rápidamente agache mi cabeza en la almohada, y cerré los ojos, fingiendo dormir.
Se acercaron, podía oír los pasos, pude sentir que me miraba, yo luchaba contra el impulso de no abrir los ojos para ver quién era, tenía que mantenerlos cerrados. Tuve que fingir que estaba dormida.

— Oh, Amber. Tan joven, tan bella. No tienes idea de lo que está pasando, ¿verdad?.-Mi piel se puso fría por el sonido de su voz, pero traté de mantener lo más quieta posible-.

— No te preocupes, sin embargo. Todo va a terminar pronto. Tu no tendrás que preocuparte de nada.-Yo no entendía lo que estaba hablando, él me estaba confundiendo-.

— ¿Qué estás haciendo aquí, Steven?.-Dije en voz baja, por fin abriendo los ojos. Él estaba mirándome con una sonrisa maligna en su rostro. Me incorporé lentamente, ignorando el dolor en mi cabeza-.

— Ah, estás despierta.-Se rió entre dientes-.

— ¿Por qué has vuelto?

— Estoy aquí para finalizar algunos asuntos pendientes, si tú sabes— Su cabello estaba desordenado, sus ojos marrones hundidos en mí, resaltado por sombras oscuras. Se veía cansado y asustado. Pero se veía muy diferente cuando lo vi esta noche en la fiesta-.

— Asuntos pendientes?.-Repetí, tratando de averiguar lo que quería decir en mi cabeza-.

— No te preocupes por eso. Como he dicho, todo habrá terminado antes de que te des cuenta.-Susurró antes de salir corriendo de la puerta, no me dio la oportunidad de decir nada. Me quedé allí, mirando a la salida tratando de procesar lo que había dicho en mi mente. Puse mi mano sobre mi cabeza. Esto era probablemente sólo un sueño. No podía ser real, era demasiado raro-.

***

— Eres una idiota, lo sabes, no?.-Dijo Carlos desde el otro lado de la pequeña mesa. Dio un mordisco a su bocadillo de gran tamaño que tenía todo en él, y me refiero a todo. Yo no entendía cómo se podía comer todo eso. Miré a mi galleta con chispas de chocolate y reí para mis adentros-.

— Supongo que sí.-Terminó su sandwich en tiempo récord, luego tomó un sorbo grande de su bebida. Yo sólo había comido un poco de mi galleta, no estaba tan hambrienta-. 

—¿Te vas a comer eso?.-Preguntó con impaciencia. Negué con la cabeza, sonriendo amablemente y empuje la galleta hacia él. La devoró rápidamente, sin dejar rastro de boronas ni nada-.

—Tuve un sueño cuando estaba en el hospital, ya sabes.-Dije en voz baja, sabiendo que podía confiar en Carlos y que no se lo diría a nadie-.Fue un sueño muy extraño.

— ¿De qué trataba?.-Se preguntó mordiendo la pajita de plástico. Me preguntaba si estaba pensando en comérsela-.

— Bueno, hubo do ... creo. De todos modos, el primero estaba Alex en él. Yo... yo creo que fue cuando... cuando, el, fue asesinado. Jordán y yo estábamos allí, de pie en el bosque al lado del cementerio. Alex estaba tendido en el suelo, temblando. Entonces un muchacho corrió hacia él y comenzó a darle patadas. Traté de ayudar a Alex, pero Jordán, me lo impedía. Él no me dejaba ir..-Mi voz temblaba-.



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En el texto hay: amor, asesinatos y acción, celos y drama

Editado: 27.09.2018

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