La tensión entre nosotros cambió en ese momento, había algo que nos acercaba el uno al otro.
¿Realmente quieres hacer esto? Miró a mis labios, y accidentalmente mire los suyos. el espacio entre nosotros fue poco a poco cada vez más pequeño, y pronto nuestros rostros estaban a pocos centímetros de distancia. Las mariposas en mi estómago se sentían salvajes, nunca me había sentido así antes, no con Jordán de todos modos. Esto realmente va a pasar?
¿Iba a besar a Jordán? No me pareció mal, sin embargo, se sentía muy bien. Sus labios estaban a punto de unirse con los míos, cuando una de las tazas se cayó de la mesa haciendo que se rompiera y el chocolate caliente salió por todas partes. Salté de inmediato y me le quede mirando a la taza quebrada, en el piso.
— Que demo...- Empecé pero entonces la otra taza, también se cayó de la mesa, haciéndome gritar. Jordán se levantó y envolvió sus brazos alrededor de mí, ya que el reloj se cayó de la pared y se hizo añicos en el suelo-.
— ¿Qué está pasando?.-Grité. El no dijo nada en lugar de eso me sacó de la casa lo más rápido posible, y corrió por el camino al final de mi césped en el jardín. Me temblaban las manos, mis ojos estaban muy abiertos de asombro, ¿qué fue eso?-.
— Eso definitivamente no era el viento.-Le susurré-.
POV Alex
Esto fue todo, se había olvidado de mí, ella no me quiere más, ya no significaba nada para ella. Se sentía como si alguien acabara de patearme duro en el estómago, y luego arrancaron mi corazón. Marie, Jennie y yo estábamos en la puerta de la cocina, viendo a Jordán y Amber acercarse cada vez más el uno al otro. Yo quería que ella fuera feliz, yo quería que ella superara la perdida, pero no pude ayudar a mi lado celoso. La idea de ellos dos juntos me hizo sentir como yo no era nada, era el único que podía hacerla feliz, yo la amaba, pero su corazón pertenecía a otra persona ahora. Mire a Jennie, que tenía lágrimas en sus ojos, sus manos temblaban tanto que las apretaba. Eché un vistazo a Marie y luego ella se acercó a Jennie.
— Jennie, estás bien?.-Preguntó Marie, dando un paso adelante-.
— Yo la odio, y lo odio.-Dijo en voz baja y antes que Marie y yo pudiéramos detenerla, ella ya había corrido y empujó la taza de la mesa. Amber un salto hacia atrás y miró a la taza rota, ella estaba sorprendida-.
— Que demo...-Comenzó Amber, pero Jennie se había ido por la otra taza, empujándola con todas sus fuerzas y enviándola volando por la habitación, Amber gritó en voz alta. Jordán se levantó y rodeó sus brazos alrededor de ella, tratando de sacarla de la habitación-.
— ¡TE ODIO!.-Gritó Jennie-.
— Jennie, Jennie para! ¡Basta!.-Ordenó Marie, tratando de controlar a Jennie-.
— No te puede oír, no vamos a hacer una diferencia. Cálmate.
Jennie sacó el reloj de la pared y se rompió en mil pedazos. Yo no sabía qué hacer, yo estaba en shock total en lo que Jennie había hecho. Jordán había logrado sacar a Amber con seguridad fuera de la casa, Jennie lanzó su rostro entre sus manos y comenzó a llorar, ella se había calmado por fin. Suspiré con alivio y me dirigí a Jennie y a Marie, mirando alrededor por el daño que había hecho, sin tener idea de lo que Amber y Jordán estaban pensando en estos momentos. Las cosas no se mueven por sí mismas, y eso es lo parecía ahora.
— Jennie, ¿qué estás haciendo?.-Preguntó Marie-.
— Estaba a punto de besarla.-Murmuró rápido, temblando de ira-.
— Él no te conoce.
— Ya lo sé!.-Gritó Jennie-.
— Entonces ¿por qué destruiste todo?
— Debido a que la odio. Odio a Amber.
— Porque ella iba a besar a Jordán? No puedes meterte en la vida de los demás. Estás muerta. No estaba destinado.-Marie le dijo a Jennie sin preocuparse por sus sentimientos-.Quiero decir, piensa en Alex, el ama a Amber, pero él no se vuelve loco y los asusta.-Mi estómago se redujo, lo que Marie dijo era cierto. Amber y yo nunca estuvimos destinados a ser algo más-.
— Tienes razón.-Le susurré. Marie se dio la vuelta mientras Jennie se tranquilizaba-.¿Qué?
— Amber y yo nunca estuvimos destinados. Nunca lo seremos.
— Bueno, tu situación es un poco diferente.-Explicó, rascándose su cuello con nerviosismo-. Ya ves, tu muerte no estaba en el destino. Alguien te mató, así que... alguien se interpuso en tu camino. Lo mismo conmigo.-Se señaló ella misma-. Pero con Jennie, no fue asesinato.
—Yo misma me mate!.-Gritó Jennie.
— Jennie, te ahogaste al caer en un lago. No trates de ocultar tu torpeza.
— Como sea, yo quiero una Dona.-Suspiró, frotando su estómago y camino a través de la pared, desapareciendo y dejándome a mí y Marie solos-.