Ciudades Flotantes

Capítulo 5

Después de nuestro pequeño encuentro decidimos partir viaje para encontrar a otro miembro de los guerreros prohibidos. Ahora somos muy débiles física y mágicamente, ahora considero la importancia de poder lograr un mejor ataque con los amuletos.

Aún tengo dudas si tengo algún amuleto o mi antepasado logró dejarme algo para poder potenciar mis hechizos. 

 

— Estás bien— dice Ice.

— Sí, sigo pensando en cómo rescatar a los demás— respondo.

— No será difícil. Nuestros compañeros saben cuidarse solos y a pesar de ello logran salir de cualquier aprieto— dice.

 

Después de estar kilómetros y kilómetros caminando llegamos a un pequeño pueblo llamado el cinturón de Palaka, un lugar en donde se exporta metales preciosos para el reino. Sin duda un lugar que podría progresar gracias a su enorme sistema de producción, pero este solo se usa para ser millonarios a otros. 

 

— Llegamos a las afueras de Palaka es momento de marcar territorio— dice Ice.

Él simplemente se va a unos árboles y se le puede escuchar un sonido de satisfacción. 

— Cochino— dice Buster.

Yo me dispongo a caminar hacía el pueblo en búsqueda de alimentos y bebidas. Palaka también es conocido por su dulce sabor en bebidas de frutas y tiene algo en su receta mágica. 

Divagando por el pueblo logró comprar lo necesario: patatas, zanahorias, manzanas y papayas, es raro pensar en que compra para los guerreros, comen como si fueran cien hombres hambrientos o como jabalíes.

 

Algo que llama mi atención es la conversación de dos sujetos sobre un prisionero y su lugar diseñado específicamente para él.

— Una cárcel para fenómenos, eso es— dice el sujeto uno.

—  Alguien sabe quienes el pobre alma en pena que está en el fondo— dice el sujeto dos.

 

Puede que sea una simple coincidencia de que ese sea uno de los cinco guerreros, pero es mejor comentarlos con mis chicos. Corro lo más pronto posible para llegar con ellos y lo primero que encuentro es que Buster le compró a un foráneo un barril de cerveza y se embriagaron.

 

— Maldita sea con ustedes dos— digo.

En ese momento tomó a Ice y le pegó una bofetada que lo reinicia.

— Encontre a uno de los suyos— digo.

 

En ese momento recuperan la poca cordura que tienen y los llevan al pueblo.

— Una cárcel bajo tierra— dice Ice.

— No es Angelo, él podría salir muy fácil y Neo necesitaría su espada— dice Buster.

 

Recorremos todo hasta encontrar lo que es la cárcel del pueblo. Nos introducimos y podemos ver que el guardia se fue a su hora de descanso y ahora la pregunta es: ¿Cómo haces una cárcel subterránea? y lo más seguro es que debe de estar bien escondida.

— Lo encontré— dice Buster.

— Un pozo — dijo decepcionada.

— Desde cuando un pozo no tiene una cubeta y aparte orilla de metal— replica Buster.

Buen punto a su favor.

 

Tomamos una de las cuerdas, que casualmente estaban a la par, y empezamos a bajar. Un hechizo de iluminación nos permite ver el camino. Solo puedo ver los muros metálicos y las tuercas remachadas. 

— ¿Quién creen que esté aquí?— digo.

— Neo o Angelo. Angelo no puede controlar el metal o al menos eso sabemos y Neo moriría en el intento de atacar esto. Los rayos crearían un efecto rebote a una velocidad increíble— explica Ice.

— Acaso no son inmortales— digo.

— Somos difíciles de matar y la única forma es con nuestras armas o amuletos— dice Ice.

 

Al llegar a tierra firme seguimos el único camino que sigue sin ser iluminado, nada quita que sea un demonio o una bruja lo que esté aquí abajo.

 

Llegamos al final y vemos a un hombre con cabello largo. Sin duda parece que lo han torturado.

— Hola— dice Ice.

— Esa voz, me recuerda a alguien que aprecio— dice.

— ¿Quién te hizo esto?— digo.

— Los caballeros de diamante— dice.

— Están aquí verdad— dice Ice.

— ¿Quiénes son los caballeros de diamante?—

— El grupo de élite del hijo del rey. Son unos mercenarios y también están bajo nuestra cacería— dice Ice.

— Vete Ice— dice el hombre herido.

Yo tomé su pelo y lo levantó para poder saber quien es.

— Bolgan— dice Ice.

En ese momento Buster rompe las cadenas.

— Vámonos de aquí— réplica Buster.

Bolgan se encuentra demasiado débil así que uso uno de mis conjuros de rehabilitación para poderle ayudar. En ese momento escuchamos yelmos, cada vez se hacen más fuertes. 

— Alto— dice uno de los caballeros.




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