Capítulo 16

La pelea comienza con un simple ataque de mi dragón tierra, pero este es bloqueado por la espada hechizada de mi hermano.

— Sorprendido, es solo mi primer movimiento— dice.

— Tranquilo, aún tengo mucho más ataques— digo.

Darkos utiliza el ataque múltiple de electricidad, utilizó al dragón hielo para bloquear mi ataque. 

— Saca tu verdadero poder — dice.

— Lo estoy haciendo— digo.

Mientras activo al dragón trueno que lanza varios rayos que Darkos logra absorber y redirigir hacia mí. Yo salto de un lado, cerca de la orilla mi talón derecho siente un poco el espacio. 

En ese momento activo combinación de dragón tierra y dragón viento para poder atacar de mejor forma, pero Darkos vuelve absorber el poder. Este lo vuelve a dirigir, pero lo esquivo porque no tengo otra opción, mi amuleto me permite tolerar de forma más eficaz cualquier ataque, pero sin el solo soy un simple humano con superpoderes.

— Sigo sin creer que nuestro honorable padre te haya dado este don, lo peor es que no usas al 100% tu baraja, acaso tienes miedo — dice Darkos.

— De que habla— dice Atlas.

— Veo que mi hermano no les ha comentado que tiene diez cartas de las cuales ha usado solo seis— dice Darlos.

— Cállate— digo mientras invoco al dragón tierra.

— Veo que aún le tienes miedo. Cuando éramos niños yo cree esas cartas sin saber que serían tus leales sirvientes en el ataque, padre siempre nos dijo que aquello que más nos importa será lo que marque nuestra fuerza y al parecer el entregar tu poder hizo que esas cartas tomarán un aspecto importante en tu vida— dice Darkos.

— Padre lo dijo una vez, el don de los dragones se manifiesta de diferentes formas y cualquiera que lo obtuviera tendría que darle una forma, esas cartas me han acompañado por años y gracias a ello he podido rescatar a miles de personas, pero aún así no jugaré con las cuatro cartas restantes— digo.

— Entonces te obligaré— dice Darkos.

Utiliza un hechizo que crea columnas en el aire para que caigan encima mio, yo logró evadirlos o destruirlos, pero el problema es que cuando tocan tierra tienen su propia inteligencia y me comienzan a perseguir. Invoco al dragón de agua para que pueda destruirlos.

— Vamos, estoy esperando el poder real. Tus amigos merecen saberlo— dice Darkos. 

— Maldición— digo.

— Explícate— grita Neo.

— Nuestros dones nos otorgan diez cartas, en su caso no sé cómo las obtuvieron pero las mías vienen de un fuerte lazo con mi hermano. Yo controló 10 cartas las cuales están conformadas por: dragón tierra, dragón agua, dragón electrico, dragón hielo y dragón de agua. Las otras cinco cartas son de dragones que no pueden ser controlados tan fácilmente esto debido a que son un lazo directo con mi hermano y si los uso para atacar puede que los alimente la ira y oscuridad— digo.

— Hyridius, Seray, dragón luz, dragón oscuridad y dragón final. Poderosos, pero difíciles de controlar, no es así— dice Darkos.

— Ni mi amuleto puede controlar semejante poder— digo.

— Yo lo haré por tí— dice Darkos.

Quizás una de las pruebas más difíciles que tengo, Darkos lanza un grillete de hechizo oscuro el cual toma las cinco cartas que mencioné antes. 

— Sino te molesta yo lo invocaré— dice.

— No— digo.

— Dragon Seray, yo te invoco— dice.

Puedo ver ese dragón morado y poderoso en el cielo y como se posa detrás de mi hermano, lo escogió porque yo lo diseñé exclusivamente para él.

— Veo que tengo el poder del dragón ancestral de mi lado— dice Darkos.

— Sí, pero no tendrás lo suficiente para enfrentarme. Convoco a Hyridius, el dragón diamante y utilizó combinación armadura— digo.

Ahora ambos peleamos con los dragones más emblemáticos y aquellos que mejor nos pueden dar un poder ilimitado. 

— Es momento de que me perdones, aliento dragón— dice Darkos.

— Veamos que resiste al final— digo.

El aliento de dragón es una técnica común en los hechiceros, no podré invocar dragones en algún momento y posiblemente me debilite. 

Darkos se impulsa con gran fuerza y velocidad, yo bloqueo su espada con la mía, la forma diagonal nos proporciona resistencia y fuerza muy igualada. Levantó su brazo derecho que empuña su arma para tratar de lanzarla lejos, pero este logra tomar mi hombro y lanzarme con fuerza. 

Freno en cuanto pueda colocar los dos pies en el suelo y luego activo el poder reflejo dragón, el diamante de mi armadura lo refleja como mil flechas, pero estas se quemarán.  

— Olvid

as que yo soy quien controla todo— dice Darkos.

— No puede ser—

— Maremoto— dice.