Capitulo 2
Paul
En un descuido de mis sobrinas me voy hasta el despacho de Drácula … Cierro la puerta con seguro para que nadie pueda interrumpir, saco el celular del bolsillo de mi pantalón y le hago una videollamada por whatsapp a mis protegidos.
- Hola Paul – dijeron alegremente al verme por la pantalla.
- Hola chicos – suspiro – les quiero comunicar que en dos días tendrán a sus guardaespaldas, estarán día y noche protegiéndolos como les dije hace unos días antes de venir a Rumania.
- ¿Y quiénes son? – Nicolás pregunta con curiosidad.
- Son cinco hermosas chicas que saben de protección, ellas no dejaran que nada malo les pase – sonrío orgulloso – son mis sobrinas.
- ¿Estás hablando en serio? – no me sorprende que Zack sea el primero en hablar.
- Siempre hablo en serio y lo saben muy bien – mi cara es sin expresión.
- ¿Porque tienen que ser mujeres? Ellas son débiles – Zack continua hablando.
- No subestimemos a las mujeres, ellas pueden ser más fuertes que nosotros los hombres – Liam es el único que dice algo sensato.
- Lo dudo – si supieras Henry.
- Ellas son más fuertes de lo que piensan – levanto una ceja – al conocerlas sé que cambiaran de opinión.
- Miremos que tal son, si no cumplen nuestras expectativas las despides – Henry sigue hablando.
- Como digan – respondo – nos vemos en dos días y cuidado con el desorden.
- No te preocupes Paul, nosotros somos unos ángeles – habla Luis acompañado de una risa haciendo que los otros cuatro se rían igual.
- Los conozco, se cómo son; así que si me entero que han hecho alguna travesura estarán en serios problemas.
- Relájate Paul, no vamos hacer nada – Nicolás habla muy tranquilo.
- Les conviene que no – alzo una ceja – los dejo que organizaré todo para pasado mañana, nos vemos.
- Adiós Paul – los cinco se despidieron. Cuelgan al mismo tiempo que yo lo hice.
* * * * * *
Eleanor
Han sido los dos días más aburridos de todos, mi padre no nos ha dejado salir para no intentar escapar.
Antes de que ya nos tengamos ir para Londres, tengo que hablar con Katherine, es la única que ha estado impaciente por el encierro y como no si le encanta estar cazando a mortales.
Salgo del ataúd, me pongo mis pantuflas negras, camino hasta la puerta de mi alcoba y la abro. La cierro una vez que me encuentro afuera de esta. Tomo mi lado derecho y camino por un enorme pasillo pasando por siete alcobas hasta llegar a la alcoba de mi hermana menor … Toco la puerta tres veces, a los dos segundos Katherine la abre dejando ver un hermoso vestido negro corto pegado a su cuerpo, le resalta una hermosa figura.
- ¿Que se te ofrece hermana? – pregunta al momento de abrir la puerta.
- Me gustaría hablar contigo ¿Puedo? – le sonrío sin dientes señalando la alcoba.
- Claro.
Se hace a un lado.
Entro.
Me siento en un sillón frente al ataúd, para estar más cómoda para hablar.
- ¿A qué has venido? – pregunta.
Esta se sienta en la silla frente a su escritorio, por lo que veo se encontraba leyendo, es algo que le encanta.
- A ver como estas, durante estos dos días has estado encerrada en tu alcoba – se acomoda en la silla para ponerse recta – sácale el lado positivo a esto.
- Eleanor, tú sabes más que nadie por qué no me quiero ir de Hunedoara – suspira pesadamente – temo que vuelva a ocurrir lo que pasó con Erick – se le aguaron los ojos – por mi culpa lo mataron - sollozó
- No eres culpable de haberte enamorado de un mortal.
Me levanto del sillón para sentarme en el escritorio.
- Han pasado 150 años, lo mismo no se repite dos veces – la tomo de las manos – además de todo esto, es que tienes un novio vampiro muy guapo – sonrió.
- Logan ha estado conmigo desde ese entonces, su presencia en mi vida es una medicina.
- Exactamente – miro la hora en el reloj de la pared – todavía hay tiempo para irnos, aprovecha para que vayas a su casa, te despides de él y le cuentas lo que harás.
- Seguro se va a reír apenas le diga que iré a trabajar – niego lentamente – en mis 242 años nunca he trabajado – se alza de hombros.
- Mi querida hermana, siempre hay una primera vez para todo – sonrío de medio lado – ves rápido a la casa de Logan antes de que ya tengamos que irnos y sal por la ventana para que padre no se entere.
- Ya regreso – se levanta sin pensarlo de la silla y camina hasta la ventana – cúbreme mientras llego – asiento rápidamente y con una sonrisa.