Capitulo 18
Katherine
Admiro cada rincón de la nueva casa. Las paredes las pinté de color negro para sentirnos más en casa. La alcoba de los niños está pintada igual, con decoración de murciélagos y el mío está con animales disecados que mandé atraer de Transilvania … La cocina está llena de sangre humana que hace unos días robé de un banco de sangre en un hospital de aquí de Londres, además de esto tenemos: alitas de murciélagos, cola de ratón, lombrices. Estas son alguna de las cosas que comemos aparte de la sangre.
*
*
*
Una sonrisa aparece en mi rostro al ver a los niños muy bien acomodados en sus pequeños ataúdes listos para contarles una gran historia de su abuelo el conde Drácula. Acomodo una silla entre medio de los ataúdes.
- ¿Listos para la gran historia? – les pregunté con una gran sonrisa.
- Súper listos – Edward habló por los dos.
- Muy atentos a esto – sonreí – hace 800 años el conde Drácula, se mudó a un pequeño pueblo de Italia, todos los habitantes hablaban de el al llegar allí, desde el primer día generó miedo por la soledad de este, lo que no sabían es que aquel hombre era el depredador más peligroso del mundo. Durante una semana hubo muchas desapariciones y muchos de estos los encontraban tirados en la calle con dos marcas en el cuello indicando que un animal había atacado. Estas desapariciones ya eran masacres, los habitantes estaban temerosos de salir de sus casas, después del último cuerpo encontrado se dieron cuenta de que los ataques son producidos por un vampiro, lo que jamás se imaginaron – sonreí al recordar todo lo que mi padre me había contado – el pueblo se armó de valor y llegó a la conclusión de que todo comenzó desde que aquel hombre solitario llegó así a que estos hicieron estacas y antorchas para destruir aquel depredador que llegó a destruir al pequeño pueblo – me acomodé en la silla – el conde Drácula, tiene una inteligencia mucho más avanzada a los mortales así que pudo saber que iba a pasar, lo iban a quemar – los niños hicieron cara de susto – los habitantes del pueblo tenían rodeado la casa del conde, estos no sabían que él tiene más de mil poderes haciendo que se transformara en un hombre pueblerino. Salió de la casa sin que se dieran cuenta. Se iba a ir a otro lugar, pero antes dejaría un premio para todos. Una chica que allí se encuentra mirando todo, es la última víctima de aquel hombre. No se escondió, lo hizo frente a todo el pueblo que tenía rodeada la casa. Muertos del susto lo fueron atacar, pero este en un ágil movimiento quemó vivos a varios habitantes causando mucho más temor. Este lo único que dijo fue “conmigo nadie puede”, esto lo dijo viendo cómo se incineraban los cuerpos de aquellos habitantes.
- Que gran historia mami – dijo Darcy – mi abuelito es malo, es el mejor – decía con una gran sonrisa. Al fin de cuentas estos pequeños son vampiros y siempre verán al conde Drácula como a un héroe.
- Bueno a dormir que ustedes si lo hacen – se acomodaron.
- Mamita – miré a Edward que me empezó hablar – ¿Mañana nos cuentas más historias?
- ¡Claro que sí! – les dije con una sonrisa cosa que los alegró – que descansen mis pequeños murciélagos – le di un beso en la frente a cada uno.
El timbre retumba por toda casa ¿Quién será a esta hora? Ya me tengo que ir a cazar. Llego hasta puerta principal a velocidad vampírica, abro la puerta y no veo a nadie solo una hoja doblada en el piso, sin rodeos la recojo y me adentro a la casa. Me siento en un sillón de la sala y empiezo a leer lo que tiene escrito.
Querida Katherine Dracul:
Nos hemos enterado que tienes dos hijos de un ex mortal ¿Acaso no conoces la más grande ley? Y que solo tú tienes que cumplir te guste o no. Eres la vampira con los 8 poderes, no podemos permitir lo que has hecho, nos veremos obligados a tomar cartas en este asunto. Despídete de tus hijos, alguien en esto tiene que salir sacrificado; si no eres tú, serán esos semi vampiros que tienes por hijos. El día de mañana, en la tarde para especificar, se definirá esto. Te esperamos en el bosque oeste de la ciudad de Brasov. Te llegó la hora Dracul.
Att: Los Brasov.
Esto no puede estar pasando, creí que viviría una eternidad sin problema, pero no es así, esto jamás se va acabar. Muy bien, si el clan Brasov, quiere guerra pues guerra van a tener. Se metieron con mis hijos y eso no lo voy a permitir, por ellos soy capaz de destruir a una ciudad entera sin necesidad de mis colmillos.