Se dice que los vampiros son criaturas horrorosas, unos completos demonios tanto por dentro como físicamente, que viven en completa oscuridad sin mirar la luz del sol; si salen, se convierten en cenizas, y que solo toman sangre humana. Se dicen muchas cosas sin sentido, pero hay muchas cosas que sí coinciden con lo dicho anteriormente: son los depredadores más peligrosos del mundo.
Lo que no dicen en los libros o internet es que ellos sí pueden salir a la luz del día, ya que estos son unos vampiros evolucionados. Para poder caminar bajo el sol, combinan sangre mortal con animal en su dieta para no ser quemados por el sol, aunque también les ayuda un anillo solar que porta cada uno para mayor protección.
Sus rostros son perfectos, lo que hace que puedan engañar fácilmente a su víctima con su belleza inhumana.
No solo toman sangre: pueden comer cosas que estén en mal estado o de animales que no pueden comer los mortales, como las alitas de murciélago o las colas de ratón. Tienen hijos con mucha facilidad, un rasgo que ha permitido la supervivencia y expansión de clanes. Lloran con lágrimas como los humanos, pero no se pueden bañar, ya que el agua, especialmente el agua bendita o incluso el agua corriente, los deforma.
Sí pueden morir cuando hay un cazavampiros cerca o, lo más peligroso, que otro vampiro lo ataque con sus poderes. Estos seres son extraordinarios; ellos están aquí y para quedarse.
*
El hospital para vampiros es un lugar un poco escalofriante para cualquier mortal, construido en las profundidades de Transilvania, con paredes de piedra húmeda y pasillos iluminados tenuemente por antorchas que nunca se apagan. Es un sitio de dolor y milagros, para los vampiros, es el mejor lugar para hacer una exitosa regeneración vampírica.
Hace cinco años, se hizo una regeneración extrema para salvar a una de las vampiras más poderosas que tiene el mundo: Katherine Dracul. Esto funcionó para curar las heridas de una batalla anterior, pero la sustancia de privación de Aranza fue tan fuerte que la regeneración no la ha hecho reaccionar.
Katherine está sumergida en un estanque de líquido rojo oscuro, una fórmula alquímica que debería revitalizar cada célula de su cuerpo inmortal, pero permanece inerte.
El fin de una eternidad puede estar cada vez más cerca. Los mejores médicos del clan Dracul solo pueden esperar.
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Katherine
Esto es una completa oscuridad. Una negrura tan densa que se siente física, pesada. Floto sin gravedad, sin ancla. ¿Qué hago aquí? ¿Por qué no hay nadie? Mi mente está en blanco, desprovista de recuerdos, de identidad. ¿Quién soy yo? Es la pregunta que resuena en este vacío, sin encontrar respuesta.
Voces logro escuchar muy lejos. Son como ecos en una cueva infinita. ¿Por qué no puedo ver? Estoy en una gran oscuridad, sigo flotando, y el pánico comienza a subir, frío y visceral. Es imposible saber de quiénes son esas dos voces que ahora están más cerca de mí, acercándose a través de la negrura.
—Mamita.
¿Es la voz de un niño? La palabra me golpea, familiar y ajena a la vez. ¡Un momento! ¿Me ha dicho "mamita"? ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es ese niño? La confusión es total.
—Abre tus ojos, mami hermosa.
La voz dulce de una niña sonó seguidamente, con una ternura que me rasga el alma vacía. Esto es una confusión y una locura al mismo tiempo. Siento una urgencia desesperada por ver, por conectar, pero sigo atrapada. ¿Por qué no puedo verlos?
—Niños, es mejor salir de aquí.
¿De quién es la tercera voz? Ahora es la voz de una mujer, llena de autoridad suave. Necesito saber inmediatamente qué es lo que está pasando conmigo, qué me ata a esta oscuridad.
—Abuelita, ¿Por qué no le hacen otra vez esa cosa que le hicieron?
Habla nuevamente la niña. ¿Esa cosa? ¿Qué clase de cosa?
—¿La regeneración?
¿Qué acaba de decir? ¿Regeneración? ¿Qué es eso? La palabra es extraña y poderosa.
—Sí, esa cosa.
La niña vuelve a hablar, con esa persistencia infantil.
—Ya no se puede, ella está en muy buen estado.
La señora le responde con ternura, pero mi mente rechaza la afirmación. Si estoy en "muy buen estado", ¿por qué no puedo moverme ni ver?
—¿Entonces por qué no despierta?
Ahora pregunta el niño, y su voz está cargada de una tristeza que me atraviesa. Su dolor me duele.
—El ataque de la sustancia que recibió fue de un vampiro, lo cual quiere decir que es muy difícil que despierte.
Un vampiro. La palabra resuena con un eco terrible. Vampiro. Sustancia. Despertar. Piezas de un rompecabezas que no consigo armar.
—¿Mi mamita puede morir?
Se escucha el llanto de la niña, desesperado, y siento una punzada de protección instintiva.
—No lo vamos a permitir. Somos un clan muy poderoso, ninguno de nosotros va a desaparecer.
¿Qué quiso decir con eso? ¿Un clan? ¿Quién soy yo? ¿Por qué soy tan importante para que me llamen "mamita" y me mencionen en el mismo aliento que la palabra "clan"?