Clandestino el último exorcismo

CAPITULO 7 Trato

Finalmente me había marchado de la bienvenida a la élite. Ni siquiera tengo muy bien entendido el qué pretendía hacer en ese grupo. Claro está que no sería hacer amigos… aquello alguna vez lo había intentado, y siempre fallaba.

Continué caminando directo a mi dormitorio, buscando las razones por las cuales llegué a esta academia en primer lugar. Aunque por supuesto todas culminaban en la única idea de haber sido obligada, sin tener ninguna opción que acudir a mi defensa. Estaba realmente fastidiada, y no sólo con la institución, sino también con el director Willson, con Peter, con la chica de múltiples nombres y con el inigualable Eloy Nolan.

— ¡Ey!

Sentí un tacto cálido en mi hombro, y como si en aquel momento lo hubiese deseado, el recientemente nombrado se encontraba allí, precisamente detrás de mí.

Me voltee para observar su rostro de insuficiencia, con una sonrisa radiante, debido a su acto anterior en la reunión de la élite bully. En cambio, no hice ningún gesto de conformidad para agradecerle el haberme defendido o el que haya venido a por mí.

— ¿Es que nunca agradeces a quienes te echan una mano?

— ¿Entonces cómo debería agradecerte?

Contesté rápida y rígida, sin intenciones de continuar la conversación si su respuesta no sería una concreta.

Nolan de forma automática y sin pensar siquiera mi pregunta, levantó las cejas articulando así una expresión con cierta picardía en el destello de sus ojos.

— ¿Será esa una insinuación?

Claramente no estaba esperando que dijese algo así, y las emociones de vergüenza abundaron mi rostro, tornándolo de un rojo humillante ¿Qué más podía esperar realmente de éste tipo?

Continué caminando, no sólo para ir a mi habitación, sino para buscar alguna forma de escapar de aquellos ojos.

—Espera, alto ahí rubiecita —Corrió hasta llegar a mí, parándose delante del camino —Déjame ser tu tutor.

Lo miré asombrada. Otra vez lograba decir algo que no estaba esperando. Pero, hablando en serio, ¿Eloy Nolan, quien ni siquiera tiene un apellido que quiera revelar… mi tutor? Aunque no sería la primera vez que tratara con alguien que no revelara completamente su nombre, como el director Willson.

Fruncí el ceño, a pesar de todo claramente mi respuesta sería un no.

—Vamos, te ayudaré con los temas de la clase, acuérdate que llevas dos años de retraso y el buen director te asignó a la élite, y nosotros estudiamos en un aula diferente al resto —Contestó antes de que dijera algo más —Además de los estudios, estaré para cualquier disposición que necesites. Como bono, tendrás las 24 horas a un galán como yo sólo para ti. Es una gran oferta, ¿Qué dices?

Logró implantar cierta duda sobre mi opinión. Es realmente incómodo hablar con él, como si tuviera control absoluto de mis emociones.

— ¿En verdad la élite es tan difícil?

Asintió, resplandeciendo en seguridad, y a medida que continuaba hablando comenzó a dar vueltas a mi alrededor.

—Oh, claro que lo son, por algo el equipo se llama “La élite”. Lo mejor de lo mejor. Y no querrás hacernos quedar mal ¿No es así? Además, un solo error mancharía tu reputación como elegida… Necesitarás ayuda si de verdad deseas dar una buena impresión —Se detuvo, acercándose esta vez a mi oído —Tranquila, no le contaré a nadie sobre este trato.

— ¿Y tú qué ganas con esto?

Era insensato el sólo pensar fiarme de Nolan, y menos si me es imposible intentar conocerlo. Nadie haría algo semejante con la elegida sin recibir nada a cambio. Y de nuevo, al contrario de mis suposiciones, su respuesta fue inmediata.

— ¿Bromeas? ¿Qué no estaría ganando al dedicar mi tiempo a la elegida? Y mucho más cuando se trata de alguien tan interesante como Grace Shawin.

Sonrió, consiguiendo que al fin actuara al instante y lo pudiese apartar a una distancia mucho más prudente.

—De acuerdo —Resoplé. Si lo que deseaba era estar a mi lado en cada minuto no le sería muy sencillo— De todas maneras no creo necesitarte demasiado.

—Créeme que lo harás.

Guardó sus manos en los bolsillos de la sotana y emprendió el camino hacia el salón con los bocadillos y miembros de la élite. Por supuesto, aquella sonrisa no se le había borrado de la cara.

Tan sólo a punto de rozar el picaporte de mi puerta, resonó el timbre en toda la academia, sin poder así entrar a la habitación. Debía dirigirme a mi primera clase oficial de aquí. Con razón Nolan estaba riéndose, sabía que quería entrar a mi dormitorio y que la campana sonaría en cuestión de minutos.

 



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En el texto hay: angeles y demonios, amor, exorcistas

Editado: 04.10.2020

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