Clandestino luz y sombra

CAPITULO 22 JUGUEMOS A UN JUEGO

“(…) No lo soportas,

todos hablándote, todos mirándote,

y tú sólo respiras por ahora,

eso puedes hacer

para no espantar a nadie.

Pero tu vida ya está vacía

 y el castigo está por darse vuelta (…)”

(Intentando el vacío)

 

Terminamos de comer y nos dirigimos a un bar, rodeándonos de varias personas bailando, también había una mesa de pool, además de la barra de bebidas como no podría faltar.

— ¿Y, chicas? —Dijo Anelis cuando nos sentamos, agitada de tanto movimiento — ¿Qué opinan?

—Realmente me divertí a lo grande.

—No, Grace. Me refiero a los chicos de hoy.

—Pues... Daisy parecía muy interesada —Le di golpecitos con el codo. Se ruborizó.

—Es cierto —Dio una carcajada, como en toda la noche. Parece que bebió un poco de más —Escuchen, escuchen, ¿Y si jugamos a un juego?

— ¿Qué juego? —Daisy se puso nerviosa. Tratándose de Anelis yo también debería estarlo, pero la verdad es que me animaría a hacer cualquier cosa en este momento.

—Un jueguito que se llama “la hora de confesarse” —Rió otra vez. Si Anelis está borracha, a este paso yo también lo estaría.

— ¿Como en la misa? —Daisy por su lado apenas bebió un vaso.

— ¡Correcto! —Anelis no paraba de reírse. Siempre pensé que ella era la madura del grupo, aunque al parecer cuando Nick no está presente ella toma su lugar —Empecemos.

Dejamos los vasos en la barra.

—Advierto que este juego se basa en confesar sus sentimientos.

¿Sentimientos? Empecé a transpirar.

— ¿De quién gustamos? —Daisy parecía algo interesada. Recordé que no tengo por qué estar nerviosa, son mis amigas ahora.

—Yo comienzo, pero… digamos la canción del juego, sino no tiene gracia —Se aclaró la garganta, y por un instante estuvo por caerse de su asiento, pero recuperó el equilibrio.

Me pregunto qué pensaría el profesor Pedro de nosotras si nos ve en este momento.

—Daisy, confiesa, confiesa si gustas de… Zack.

Pude apostar que el rostro de Daisy estaba de un color bordoña, pero con la luz oscura del bar no pude confirmarlo.

—Tal vez… creo que sí… aunque es la primera vez que lo veo en mi vida ¿Cómo podría decir si lo que siento es real?

—Ay amiga, toma otro vaso, estás muy tensionada.

Le acercó la bebida, repleta hasta arriba. No sabía si era buena idea que Daisy también se emborrachara.

—Eso es amor a primera vista, todo puede pasar —A Anelis se le escapó un hipo.

—Muy bien, ahora es mi turno —Canturreó Daisy.

Esppera un momeento —La castaña empezó a hablar de forma graciosa, podría decir que no está en sus cabales —No me agrada que la canción del juego hable de gustar. Los sentimientos son cosas difíciles ¿Entiendes? Hablemos de amor…

Soltó una risilla.

—…O con quién queremos estar en un rato de diversión.

Todas le habíamos entendido y el calor se nos subió a la cabeza.

—Entonces, Anelis, confiesa, confiesa que amas a Larry, el chico de los sellos.

Escupió el alcohol de su boca.

—Em... admito que el tal Larry de esta tarde me atrajo bastante… no pueden negar esos músculos.

—La saliva, Anelis, la saliva.

—Bien, bien, lo que quiero decir es que lo usaría para el rato. Sería muy lindo.

<<Pero también hay otros dos que me llamaron la atención desde un principio… pregunten más nombres.

— ¿Y qué tal Nick? Cada vez que están juntos se siente una atracción magnética —No entiendo cómo logré decir la oración completa.

— ¿Bromeas? Me estoy peleando con Nick desde el año pasado ¿y pronuncias su nombre en este juego?

—Yo estoy con Grace.

—Bien, entonces sí.

No puedo creerlo.

— ¿Sí, que sí gustas de él?

—Sí, que sí me atrae. No entiendo todavía mis sentimientos por él, es muy confuso. A veces se comporta muy lindo, pero otras… me dan ganas de golpearle la cara.

—Cómo te comprendo —Reí.

—Aunque, a esto no se lo había dicho a nadie en lo absoluto.

¿Un secreto? ¿En su borrachera? Cuando se normalice querrá lamentarse.

—El año pasado Nick me pidió ser novios.

— ¿Que qué? —Daisy dejó a un lado su bebida.

—Sí, sí. Me he sentido muy mal por no habérselos contado… pero es que la cosa no termina ahí. Una noche estuvimos juntos.

— ¿Juntos… juntos, los dos?

—Sí… pero, es muy confuso, ambos habíamos bebido demasiado. Nick robó unas botellas de vino del director Willson y cuando desperté estaba en su cama, y Nick ya se había ido.

<<Nunca me animé a preguntarle lo que había ocurrido. No sé si él se aprovechó de… mi estado… o qué ocurrió. Pero al día siguiente le terminé por la vergüenza. Ahora somos amigos, o al menos eso quiero creer. E intento no pensar en esas cosas.

—ANELIS —Daisy, bien sabido que es extremadamente sensible, rompió en llanto y la abrazó en la silla, de una forma muy incómoda.

—Aunque, hay otro candidato del que no mencionaron: Peter —Mi corazón dio un brinco —Pensé que sería él la primera persona que mencionarían.

Decidí quedarme callada. Entre la borrachera y el alboroto de mis sentimientos no me dejaban pensar con normalidad.

 



#14862 en Fantasía
#33137 en Novela romántica

En el texto hay: secretos, amor, exorcistas

Editado: 24.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.