“(…) Sólo intentas
y mantienes la cabeza en alto
para no preocupar (…)”
(Intentando el vacío)
—Cierto... ¡Casi lo olvidaba! —Nick se agarró con ambas manos la cabeza, en señal de frustración.
—Es sólo un baile... no es gran cosa —Le dije.
— ¡No es sólo un baile! Aunque de cierta forma tienes razón... pero, ¡Es un baile en donde no sólo iremos nosotros, sino la academia entera!
— ¿Estás preocupado porque irán todos o porque habrán chicas? —Temí que Peter también estuviera interesado en aquel tema.
—Oigan, ¿Se olvidan que aquí también hay chicas?
—Pero son sólo ustedes... digo... tú eres una regañadora, Daisy es muy desconfiada y hasta lo admitió, ah, y Anelis... ella es mandona.
¿Regañadora? ¿Yo?
—Pero de seguro que las otras chicas también tienen defectos —Qué raro escuchar que Daisy nos defienda.
—Pues... todos somos humanos, ¿No? —Bueno… podría decirse —Y los humanos tenemos defectos.
— ¿Entonces por qué no nos quieren? —Anelis parece muy enojada, bueno, este es un buen momento para estarlo. Sentí que su pregunta era más bien dirigida únicamente para Peter.
—Porque las conocemos muy bien... y a las otras no —Nick se empezó a rascar la cabeza nerviosamente.
—Qué excusa —Rodeó los ojos.
—Está bien, chicas, vayamos a ver vestidos en las revistas... por si encontramos algo que nos guste... ¿Sí? —Daisy desvió el tema. Nos salvó otra vez.
— ¿Ahora sólo servimos para eso?
Nos encaminamos hacia la habitación de Daisy. El silencio inundaba el lugar.
—Em... este, ¡Miren! Aquí tengo las revistas... ¿Le damos una ojeada?
—Creo que está bien... —Arrastró las palabras.
— ¿El qué? —Pregunté.
—Creo que por más que intente cualquier cosa Peter jamás se interesará en mí.
—P-Pero... hay muchas más personas por las cuales interesarse, y en el baile se te dará la oportunidad.
— ¿Y Nick?
Diablos, el recuerdo del año pasado todavía la persigue. Y yo me olvidé por completo del asunto.
—Ya sabes… y, lo que él dice son sólo bromas, no es verdad. Todos lo saben.
Al parecer yo no.
—Como sea... ¡Miremos los vestidos!
No soy fanática de la moda y no me gusta mucho la ropa. Agarro lo que veo ¿Es cómodo? Entonces es el indicado ¡A ponérselo! Y... así soy cuando me visto.
Menos mal que en esta Academia se usa uniforme porque sino sería conocida como... realmente no se me ocurre ningún apodo apropiado para mi caso. Pero pensando en Peter, a él sí se le ocurrirían varios.
— ¡Ok!
—Um... este vestido es bastante bonito —Dijo Anelis en voz baja, se nota que sin muchos ánimos.
—A-Anelis... —Daisy se ruborizó, su cabello rubio casi pareció teñirse de rojo.
— ¿Sí...?
—Eso es... lencería. Mejor… sigamos.
—Bu-Buena idea.
Seguimos mirando página por página, una tras otra. No es que fuera tan aburrido todo esto y que yo soy una aguafiestas. Pero... simplemente me da igual todo, y mucho más cuando se habla de la ropa, mientras que me ande...
Siempre sucede que si me agrada algo resulta que cuesta un dineral. Entonces prefiero no ilusionarme.
—Oigan, ¡Este es muy lindo! ¿No lo creen?
—Daisy... eso fue lo mismo que dijiste hace un segundo con otra prenda.
Esto sin dudas se hace interminable.
—Y con el conjunto de al lado.
—Está bien... pero este sí es lindo.
— ¿Y? ¿Qué creen?
—Creo que es perfecto para ti.
—Sí... —A pesar de todo Anelis seguía sin muchos ánimos.
—Gracias.
—Anelis, sigamos buscando ¿De acuerdo?
Asintió decaída.
—Oh... —Volteó la página.
— ¿Qué sucede?
—Este... este vestido es el indicado —Noté cómo sus ojos brillaban.
—Elígelo —La animé.
—Así que, Anelis Berglund ¿Le dices que Sí al vestido? —Dijo Daisy entre risas.
— ¡Sí!
Según parece, su humor mejoró mucho al verlo.
— ¡Genial! Ahora falta Grace terminar.
—Uh... no soy muy buena con todo esto —Admití una vez que ellas ya acabaron de elegir.
—No hay problema...
—Te ayudaremos.
—De acuerdo.
Horas... fue lo único que en verdad vi pasar. Y fueron muchas.
—Esto no tiene sentido... mejor vamos al local para elegir el mío y de paso ustedes encargan el suyo ¿Qué les parece?
—No hay otra opción cuando se trata de ti —Anelis encogió los hombros, poco a poco se fue recomponiendo.
Como el baile está cerca y todos estamos planeando qué vestir, nos dejan salir de la Academia, únicamente a un local de ropa.
—Entonces iremos mañana.
— ¿Qué? ¿Tan deprisa?
—No hay problema. Mientras más rápido tenga mi vestido mejor será.
—Ok, no tienes nada planeado mañana ¿Verdad, Grace?
Con el tono de voz que habló Daisy me dio tanto miedo que no tuve otra opción que aceptar la propuesta... podría decir que estaba obligada a aceptar ¿Qué me habría pasado si no hubiese aceptado? Me temo lo peor.
Tardé mucho en dormirme, pero no por estar ansiosa, que en parte lo estaba. No me gusta mucho salir a pasear afuera a cada rato, y menos ir a una tienda de ropa.
— ¡Despiértate!
Abrí los ojos de golpe al escuchar el grito alarmante de Anelis. Me senté y allí estaban ambas.
— ¿Qué hacen aquí dentro? Este es mi dormitorio.
—Vamos a comprar los vestidos.
— ¡Rápido, entra al baño!
Me aseé como ellas ordenaron. Tardé media hora en hacerlo. Me pregunto qué habrán estado haciendo ese tiempo, o de qué habrán estado hablando.
Me acerqué a mi armario para agarrar la ropa, cuando me detuve al escuchar el chasquido de la lengua de Anelis negando. Sin dudas había vuelto la Anelis de siempre.