Clandestino luz y sombra

CAPITULO 29 TRAICION

“(…) ..Asesino.

 Eso eres Alma,

y de veras lo siento”.

(Intentando el vacío)

 

Anelis…

Escuché a la música detenerse. Eso indicaba que el "gran baile" ya había empezado. Me pregunto en dónde estarán todos... Tal vez sí debí haber escuchado a Grace e ir con ellas.

Se empezaban a formar las parejas, impidiendo que encontrar a alguien se me facilitara. Si bailaría con alguien, quería que fuese Peter.

Seguí dando vueltas, y en unos rincones alejados de todos, estaban Peter, por fin lo había encontrado, pero… se dio vuelta, permitiendo ver a su acompañante: Grace.

¿Qué hacía Grace bailando junto a Peter? Me sentí traicionada, ella sabe que me gusta Peter, ¿Por qué me haría algo así?

O… ¿Grace también lo ama?

Podía adivinar que si continuaba viéndolos sonreir vomitaría. Me voltee, destruida. Peter y Grace… ¿Cómo pude ser tan…?

Ahora todo se me hacía aún más claro, y no me di cuenta antes. Desde el inicio, ellos, ambos se miraban contantemente. Y era amor.

Quería derrumbarme y quedar tirada en el centro de la pista, llorar a cántaros. Grace siempre fue muy buena conmigo, y yo fui sincera sobre todo. ¿Por qué nunca me dijo lo que sentía?

Recordé cómo bailaban apegados, abrazándose… sonriendo. En verdad me hirieron. No podía sacarme esa imagen de la cabeza. No sé si llegaré a perdonarla alguna vez.

Empezó a caer una lágrima, y luego otra, juntas y a la vez separadas ¿Así fue cómo ambas estuvimos todos estos años?

¿Por qué tenía que ser él el que me ilusionaría? El que provocaría aparecer las mariposas en mi estómago cada vez que lo viera. El que haría mezclar y estallar todos mis sentimientos ¿Por qué él? ¿Por qué está con Grace? ¿Por qué ella?

Entregada a la ira, estaba decidida a ir tras ellos y arrancarle los pelos a Grace, no me importaba el resultado, o que me echen. Así no los vería todos los días. Esto, fuese lo que había sido nuestra relación en todo este tiempo… se destruyó.

Mi garganta arde.

Di un paso, segura de mi decisión. Pero alguien interrumpió el camino, agarrándome del brazo. Di marcha atrás.

— ¡Te odio, Nick! —Le grité, desquitándome con él.

¿Por qué vino aquí? Habría jurado que lo vi bailando con otra chica.

Luego salí corriendo del salón. Necesitaba aire libre y un lugar deshabitado para llorar en paz.

Lloré y me desquité pateando la pared de la puerta de entrada.

—Oye, ¡Anelis!

Largué otra vez el llanto y empecé esta vez a golpear la pared con los puños.

—Anelis, oye ¡Para!

Corrió hacia mí para detener lo que estaba haciendo. No tuvo que esforzarse para hacerlo.

— ¿Qué piensas que haces? ¡Podrías haberte lastimado!

Y ahora te preocupas por mí...

Seguía manteniendo la mirada baja, vista al suelo.

—Háblame, Anelis, dime ¿Qué ocurre?

— ¿Que qué ocurre? —Giré la cabeza mirando hacia el costado. No podía contárselo a él, no a Nick.

— ¿Por qué lloras?

De nuevo no obtuvo respuesta.

—Anelis... ¿Qué viste? ¡Responde!

— ¿Y ahora te preocupas por mí? Dime Nick, ¿Qué si los vi? ¿Eh? Allí bailando, susurrándose cosas al oído y acariciándose ¿Eh?

Estaba confundido, y mi voz se debilitaba, sumida al llanto. Mi garganta arde y no puedo hacer nada para resolverlo.

— ¿Por qué reaccionas así? ¿A quiénes viste?

—Pude ver ese brillo en sus ojos… ambos se aman ¿Cómo puedo luchar contra eso?

—Anelis.

—Grace es mi amiga ¿Cómo pudo hacerme eso? Estaba con Peter, y no le importó lo que siento. Y tú, ¿Por qué estás aquí?

Elevé la voz ahogada en lágrimas.

— ¿Por qué no dices nada? ¿Nick? ¿Para ti todo es un juego?

— ¿Qué? Anelis, no ¡No! ¿Por qué dices eso?

 — ¿Entonces por qué siempre lo haces? Interesándote, apareciendo en los momentos exactos, y luego… sólo esfumándote ¿Qué buscas? ¿Por qué todos me hacen lo mismo?

<<Sólo vete y traicióname una vez más, como todos lo hacen.

—Anelis.

— ¿Y todavía eres capaz de decir mi nombre?

Seguía llorando.

—Lo recuerdo, recuerdo aquella noche en tu habitación, hace un año. Y todavía no sé por qué te seguí hablando cuando apareciste.

<<Dime. Dime ¿Qué me hiciste esa noche? ¿Por qué me miras así? ¿Por qué… qué fue lo que pasó con nosotros?

Me derrumbé, tenía tantos conflictos conmigo misma que siempre esquivaba.

Se agacha para estar conmigo sentado en el suelo. Nunca entendí el porqué de sus acciones, y menos en este momento.

Agarró mis muñecas, con las que tapaba mis ojos.

— ¿Qué… qué haces?

Se aproximó hacia mí, provocando que nuestros labios se tocaran. No me soltaba.

—No —Me oí agitada y se distanció, las lágrimas se acumularon otra vez en mis ojos — ¿Cómo sé si creerte luego de…?

No quería decirlo, no me atrevía. Si lo decía se haría realidad y me consumiría hasta no dejar nada.

Se levantó en el transcurso, acomodando su saco azul, y caminó por el pasillo, guardando sus manos en los bolsillos del pantalón. Marchándose de la fiesta.



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En el texto hay: secretos, amor, exorcistas

Editado: 24.09.2020

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