Clandestino luz y sombra

CAPITULO 36 TODO LO QUE QUIERO

“(…) Si fallas ya estás perdida,

una marioneta sin tira,

las manos perdiste

y al final te fuiste (…)”

(Baila, bailarina)

 

Anelis…

Los días transcurrieron normalmente, y aquello era lo más extraño después de todo lo que sucedió.

Extraño a Grace, tanto de lo que jamás me pude imaginar. Sí me duelen las cosas que pasaron; pero lo que más lamento es no haber hecho nada para impedirlo o intentar hacerlo.

A medida que pasaba el tiempo los estudiantes parecían olvidarse totalmente de ella. Primero empezaban los que alguna vez la vieron deambulando por los pasillos, luego los compañeros con los cuales nunca habló, siguiendo con las personas que se relacionaba de vez en cuando, hasta llegar a sus amigos.

Temo olvidar a Grace, conservar sus recuerdos es lo único que puedo hacer ahora. Así que me esforzaré para no olvidarla. Porque si esto sigue así... terminarán borrando todo rastro de su existencia... aunque, quizá también borrarán el dolor que nos provoca el que ya no estuviera aquí.

Creo que estos efectos son obra de los profesores, de seguro algo muy grave le sucedió y por esa razón deciden deshacerse de todas las pistas posibles.

No quiero olvidarme de ella, a pesar de todo, temo hacerlo. Pero... la noche en la que no podía sacarme de la cabeza a Grace fue cuando sucedió mi derrota.

Fue como estar en trance. Sin dolor, parece ser rápido pero en realidad no se puede confirmar el tiempo que estuve ausente, atrapada en mi propia mente; sin esperanza alguna de poder luchar contra el dolor y la pena que me invadían.

No sé si solamente borré a Grace de mi cabeza, o recuerdos conectados con ella se vieron perjudicados, incluyendo quizá mis recuerdos hacia diferentes personas o también sentimientos...

Nunca sabré si en verdad rendirme estuvo bien. Nunca lo sabré porque pronto... pronto sólo olvidaré todo esto... todos estos pensamientos absurdos que me taladran continuamente la cabeza. En unos segundos me olvidaré de Grace Shawin.

Grace… Lo siento.

 

Mi rutina diaria ya era muy molesta: Estudiar, leer, investigar... Lo único que quiero es pasar tiempo con Daisy y Nick, además de mi novio Peter.

Fue todo muy confuso, pero hace unos días me pidió salir juntos. En realidad en diversas ocasiones nos habíamos besado, pero nunca afirmó que éramos novios hasta entonces.

Sólo pensar en él me da cosquillas en el estómago. Aunque me siento un poco culpable por Nick; sin embargo lo nuestro ya era cosa del pasado.

Estos días noté que a Peter le sucede algo extraño, su comportamiento es inusual. Como si estuviera tratando con algo muy difícil para todos de entender y la carga está sólo en sus hombros. Tal vez el provocante fuese su reciente transformación como demonio.

Como su novia, lo ayudo a ocultar el secreto e intentar calmarlo con algo de mi sangre, aunque no le basta sólo con eso. Los demonios son muy tentadores y quisquillosos, por esa razón buscan obtener todo lo que desean y nunca se conforman hasta lograrlo.

Pero, por más que nos pasemos de la raya en diversas ocasiones, por alguna razón, sigo sin bastarle y eso no evita que me deprima. A veces pienso que sólo me pidió ser su novia para ocultar su secreto. Espero que no se trate de eso, pero siempre me hace dudar acerca de todo.

 

Lucifer…

Grace estuvo muy entusiasta la mayor parte del tiempo. No puede negarse a estar pendiente de mí, y sonreír por mi presencia. No rechaza hacer nada que yo no quiera.

Desde su "vistazo con Peter" está totalmente derrumbada por dentro; aunque, bueno, me gusta eso, el que fuera totalmente manipulable y sumisa a mí. Ya no me tiene miedo.

Al parecer las cosas van como quiero. Aunque, después de todo, ella tendría que agradecerme por desviarla de su destino, si ella sabría cómo terminan las cosas en realidad, ni el más sabio de todo el infierno querría seguir forjándolo.

Sé que soy muy feliz ahora, algo que ni mis plebeyos se hubieran imaginado, pero también entiendo que este extraño y dichoso sentimiento no seguirá constante. Comprendo que hay que actuar muy pronto para poder continuar con esta obra de teatro.

—Sólo aguanta, pequeña Grace.

Esta vez los villanos no acabarán perdiendo. Así que es hora de que se aten al suelo, porque luego todo se pondrá de cabeza.

Verla dormir tan plácidamente en su cama... sólo me pone todavía más ansioso para ver lo que está a punto de empezar. Las cosas están yendo exactamente como quiero que pasen, a mi merced.

—Ay Grace, Grace, no creo que mañana quieras despertar. Aquí en el infierno no decimos "buenos días".

 



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En el texto hay: secretos, amor, exorcistas

Editado: 24.09.2020

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