Clarissa

De camino al bosque

Orlando de la Cruz. A lo largo de la historia paranormal ha habido muchos nombres, algunos quedaron para la historia, otros murieron casi el mismo día que salieron a la luz; ya sea porque se demostró su farsa o por la simple razón de que sus videos y su "actores" no convencían. Por otro lado, otros han quedado congelados en el tiempo y sus investigaciones han sido motivo de largos artículos hasta de muchos minutos en la televisión. El hombre citado está escalando muy rápido la cima de la veracidad paranormal, la cima del convencimiento masivo sobre los fenómenos más allá de este mundo. Del mismo modo, nunca faltan las personas que tratan de desacreditar la labor de estas personas y puedo decirles que David es una de ellas, vídeos como: "Orlando de la Cruz, la farsa" u "Orlando desenmascarado" se unen al bando escéptico. Yo personalmente soy fan de él y saber que lo veré en algún momento me emociona mucho, aun sabiendo que podemos meternos en problemas. 
Matías en estos momentos ya debe estar en Heblem, espero que pueda encontrar las respuestas a sus preguntas, estoy en mi cuarto junto con David editando el próximo video que subiré para que mi audiencia ya deje de preocuparse por mí. David hace un buen trabajo, me gusta su forma de trabajar, a pesar de ser un desastre en su vida diaria, eso no lo lleva a comprometer los detalles de una producción visual. Veré sus películas cuando logré ser un director, por razones obvias no le diré nada de esto.

— ¿Lo subo? — me pregunta

— Pues lo he visto dos veces y no le he encontrado nada erróneo, de encontrar algo será cuando lo publique y mis seguidores me lo hagan saber.

— No se diga más — Le da al botón de "subir video" — ¿Como va lo del bosque, no te ha dicho nada Abbie?

— No me ha enviado mensajes, ni me ha llamado.

— No importa ya yo tengo mi mejor equipo preparado. Procuraré tomar mis mejores tomas, seré el próximo James Wan — Enmarca el nombre con sus manos.

— ¿No sería mejor ser el primer David Carter?

Lo dejo pensando.

— Me agradas Clarissa.

— Gracias. ¿Vas a dirigir una película sobre Crisbel? — Observo la muñeca en la esquina.

— Mi hermana y yo podríamos montar una historia fantástica con esa muñeca, pero creo que no será necesario ya que nos matará a todos cuando estemos durmiendo, lo que si podemos hacer es escribir notas y dejarlas para que las encuentren.

— No lo creo. — O tal vez sí.

— Me gustaría saber si te ha asustado.

— Aún no y espero que no lo haga. ¿Quieres algo de comer?

— Claro.

Me voy a la cocina a preparar algo y la puerta empieza a sonar estrepitosa, mis nervios se calman cuando escucho la voz de Abbie.

— Speaking of the devil — dice en un perfecto inglés. Le abre.

— Clari, esta misma noche iremos al dichoso bosque.

— ¿En serio? — David se emociona primero que yo.

— Sí estúpido, prepara tus mierdas, vamos a ver de que estas hecho.

Está en el bosque. Tú irás pronto. Vuelvo a ver a Crisbel.

— ¿Clari? ¿No te emociona? — Salgo del trance.

— ¡Oh sí, por supuesto!

— Debe emocionarte tú serás la narradora de esta tenebrosa historia — Afirma Abbie.

Claro que me emociona, faltan 2 horas para que oscurezca, Crisbel por alguna razón sabe que hay algo en ese bosque y me pidió que se lo llevará, ¡Diablos, estoy parando en loca! hablo de Crisbel como si estuviera viva o fuera una persona real.

— La tierra llamando a Clarissa — dice David mientras hace ademanes en mi cara.

— ¿En qué piensas Clari?

— Tal vez se arrepiente de haberte conocido.

— Si te conoció a ti y no ha vomitado, creo que puede conocer a cualquiera.

— Disculpen chicos, pensaba en lo que encontraremos, no tenemos ni idea. ¿Qué pasará con Orlando?

— Visitará el bosque dentro de dos días. También debo decirles algo, habrá guardias vigilando la zona, pero no se preocupen — Hace un gesto de tranquilidad —. Mi amigo Hernán ya se encargó de eso. El dinero tiene poder.

— O sea que tendremos compañía... Va a interferir con nuestra investigación.

— No tienes idea de lo que hablas, ellos estarán en las afueras, el pueblucho o lo que sea está un poco más adentro.


— ¿Están armados? — pregunta David.

— Sí.

— ¡Qué bien nos defenderán de los monstruos que salgan de ahí!

— Clari volveré más tarde, pasaré por ustedes Hernán irá con nosotros. 
— Cómprale pañales a tu novio, por si ve algo — Al decir eso Abbie se devuelve y lo encara.

— No somos amigos, simulacro de hombre.

Después de eso, lo primero que hacemos es probar los equipos para cerciorarnos de que todo está bien, el nivel de batería y su correcto funcionamiento es lo más importante. David se mueve de un lugar a otro, probando y acomodando, se nota su entusiasmo en sus movimientos. 
Yo, pienso. Sé por boca de Abbie que hay libros y debo encontrar el correcto y ¿leerlo? Espero no ser la gata muerta por andar de curiosa. Lo desconocido siempre ha sido odiado o detestado incluso idolatrado, lo desconocido atrae tanto que morimos o nos dañamos en el intento de descifrarlo, lo desconocido de alguna manera nos llena el alma de nuevas sensaciones, sensaciones desconocidas, indescriptibles. 
Luego de que el sol se fuera y la oscuridad empezara a hacerse campo entre las ventanas empezamos a escuchar el pito que avisaba que Abbie ya estaba ahí, montamos y empezamos el viaje. 
Luego de unos minutos me vi rodeada de árboles, ya estamos cerca. Las voces de los chicos se escuchaban lejos, apenas audibles. Mi mente pertenecía a otro mundo, el mundo de Crisbel para ser exactos. Sin darme cuenta el carro se detiene.

— Chicos sean bienvenidos al famoso bosque de Heblem. Lleno de misterios sin resolver que en algún momento se descubrirán.

Nos bajamos.



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En el texto hay: cultos, nuevas experiencias, terror suspenso

Editado: 18.11.2020

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