NARRA EIRA.
Después de caminar por algunas horas llegamos al pueblo y una pareja de ancianos se nos acerco.
—Chicas, ¿estan bien?, ¿qué les pasó? —nos preguntaban preocupados.
—Estamos bien, solo tuvimos un pequeño accidente —decía Hazel sonriéndoles.
Ellos se compadecieron de nosotras y nos ofrecieron su ayuda, nos dijeron que los acompañáramos a su casa para curar nuestras heridas.
—Menos mal, creímos que las habían atacado. Recientemente escuchamos que personas han sido atacadas y algunas hasta han desaparecido —
—No fue nada de eso, pero muchas gracias por ayudarnos —
La señora sonreía. —Nos da mucho gusto poder ayudarlas. Soy Greta y el es mi esposo Aran —
—Mucho gusto, yo soy Eira —
—Soy Hazel —
—Mucho gusto —decían ellos.
—¿Y cuantos años llevan casados? —pregunte curiosa.
—Treinta maravillosos años —decía el señor sonriendo.
—Wao —
—Mi familia no quería que nosotros estuviéramos juntos, ya que ellos me habían comprometido con alguien más. Luchamos bastante tiempo en contra de todos para poder estar juntos y después de años lo conseguimos —Los dos entrelazaron sus manos—. Desde el momento en que lo vi, supe que el era el amor de mi vida —
—Para mi también, desde el primer momento en que la vi no pude apartar la mirada de ella. Supe que ella era la indicada, mi persona destinada —
—¿Persona destinada?, ¿creen en eso? —
—Por supuesto, todos tenemos a alguien destinado. Algunas veces es algo difícil de encontrar, pero cuando lo haces, lo sabés —decía el señor Aran.
—¿No lo han escuchado?, se dice que en la antigüedad existió una raza que destacaba de todas las criaturas sobrenaturales. Ellos podían sentir y encontrar con gran facilidad a sus personas destinadas —
—Ellos eran los hombres y mujeres lobo, se decía que ellos podían fácilmente reconocer a sus parejas, además eran muy celoso con ellas ja, ja, ja —
—Se decía que su amor era tan fuerte que era eterno, era uno de los más puros —
—Ustedes parecen chicas de ciudad así que creo que jamas lo han escuchado. Son viejas historias que se cuentan en muchos pueblos —
—Así es somos de ciudad —dije sonriendo—. Me gustaria saber algo respecto a su historia —
Ellos asintieron.
—Sobre la raza de la que hablan... ¿Sus amantes eran de su misma raza o también podía ser otra? —
—Bueno para el amor no hay raza ni edad, y en los licántropos o hombres lobo era algo que lo representaba muy bien. Sus parejas podían ser; humanos, vampiros, elfos, brujas etc. Cualquiera que el destino quisiera —La señora Greta sabía mucho del tema.
—¿Y ellos podían tener a más de un destinado? —
—No, eso es imposible solo tenían uno y no podían confundirlos —
—¿Y que podría pasar si la pareja del era humana y esta moría?, ¿qué sucedía con el lobo? —
—Bueno como las vidas de los licántropos y los humanos son muy diferentes, el lobo podían seguir encontrándola cuando esta reencarnara. Eso seria posible si ellos se aceptaban el uno al otro y juraban amarse por siempre. Se decía que los licántropos tenían una forma de atar, por así decirlo a sus parejas, pero si estos no querían o rechazaban a su pareja, estas al morir y al reencarnar perdían esa conexión y ya no podrán estar juntos —
—La pareja del lobo ahora era libre de querer a otra persona —
—En cuento al lobo, el ya no estará relacionado a su antiguo amante —
—¿Y si el lobo se arrepiente de haberlo hecho y quiere volver con su antigua pareja?, ¿no es posible volver a ser pareja de nuevo? —
—No, o eso es lo que siempre han dicho, pero esa es una vieja historia —
—¿Usted cree que existen los hombres lobos, vampiros o algo por el estilo? —preguntaba Hazel.
—Nosotros creenos de todo un poco, ya que aunque no veas algo, no significa que no exista —
—Si, tiene razón —
Después de hablar algunas cosas con los señores, íbamos a irnos pero los señores nos convencieron de quedarnos en su casa para recuperarnos.
—¿Crees que nos encuentren? —le pregunte a Hazel algo preocupada.
—No lo sé, pero estuve usando un hechizo sobre nosotras para que no nos encuentren. Tal vez pueda despistarlos por un tiempo, además ya estamos lejos del reino no creo que nos encuentren fácilmente —
Asentí.
—Tú... Tienes por destinado a un lobo, ¿no es así? —
—Si —
—Entonces moriste, ¿volviste a reencarnar y ya no estas conectada con tu antigua pareja? —
Asentí.
—Pero moriste por enfermedad, vejes o... —
—Suicidio —
—¿Qué?, ¿por qué? —
—¿Los magos no saben acerca de lo que les pasa a las parejas de los lobos cuando son rechazadas? —
—Pues lamento decepcionarte pero no tengo tantos años como para saber acerca de esas cosas, solo tengo 60 y no he conocidos a muchos magos como para preguntarles.
Además he vivido toda mi vida en el reino de los vampiros, creés que a alguien de ahí le importa lo que suceda con las además razas —
Suspire. —Cuando las parejas se encuentran y se aceptan ambas, se hace un marca. La marca es una mordida que los lobos hacen a sus parejas, con eso reconocen que esa persona como su destinada la cual amaran para siempre.
Cuando su pareja vuelva a reencarnar, gracias a la marca ello seguirán siendo destinados y el lobo la podrá encontrar de nuevo, pero en mi caso eso no fue así, la persona que era mi destinado me marco pero después me rechazo por otra persona —
—¿Y es tan fácil de romper esa marca? —
—Cuando te han marcado eso es casi imposible, pero al parecer no lo es si eres líder de una manada. El líder que conocí, sabía como romperlo con un antiguo hechizo —
—¿Y eso no dañaría a la persona marca? —
Asentí. —Así es, cuando rompes el vinculo o marca, el precio a pagar es la vida de la persona que la tiene, ese es el castigo por deshacer la marca y de renunciar a tu compañero. Al reencarnar... La persona que fue tu compañero y tú, ya no serán nada —