Clean Boy

Capitulo 33

CESAR

Estaba bailando con Enrique. Siempre le a gustado bailar, nos divertimos. Cuando termino la canción quería ir a la fuente de sodas para encontrarme con Arquímedes, pero llego Sour por el frente y me detuvo. Traía un saco brillante rojo, casi se podía ver la brillantina escaparse a todas partes.

—Amiguito. ¿Ya es oficial?—me pregunto. Sabia a que se refería. Ladee la cabeza sonriendo. No podía evitarlo, era como nadar en nubes.

—No. Aun no hemos hablado de eso. Pero espero que sienta lo mismo—le respondí.

—Vino contigo, ese ya es un paso—me dice. Iba a caminar, pero me vuelve a interrumpir.

—¿Que te pasa?

—Vino.

Al principio no entendía a que se refería, pero solo necesite ver quien estaba en la fuente de sodas para saber de lo que hablaba. Temblé, no pude retener el terrible dolor en mi estomago cuando lo vi.

—¿Quien mierda lo invito?— pregunte enojado.

—Vino con Ana del 104—respondió.

Iba a irme cuando vuelvo a ver hacia esa dirección y me estaba mirando. Gire de prisa mi cabeza y abrí bien los ojos viendo fijamente a Sour, este cierra los suyos y sonrió. Entendía lo que estaba pasando.

—Te esta mirando, ¿verdad?

—Si—apreté los labios cuando lo vi que venia hacia nosotros. —El pendejo viene para acá.

—Entonces vámonos.

Sour me tomo del brazo y comenzamos a irnos al otro lado del gimnasio, estábamos yendo en dirección del baño. Me parecía ridículo, pero tampoco podía retractarme. No se porque exactamente sigo huyendo de él. Se supone que tengo que seguir con mi camino, ya paso un año y sigo recordándolo.

Entramos al baño y suspire. Vi en la parte posterior y no vi los orinales. Fruncí el ceño y vi a Sour.

—Ey.

—¿Que?—dijo esbozando una sonrisa de victoria. Huimos del saboteador ¡claro que no!

—Este baño...

Escuche que jalaron de la palanca y de un cubículo salio una chica con un hermoso vestido. No se asusto, pero nos vio con mala cara. Aparto a Sour, el cual estaba recargado en la barra del lavabo. El imbécil me metió al baño de chicas.

La chica salio del baño.

—¡Nos metiste en el baño de damas!— le grite dando un paso al frente.

—¿Que no el baño de hombres estaba a la izquierda?

—¡Hay dibujos en las puertas, Sour!—No podía creer que estábamos en el baño de damas y afuera estaba ese idiota.

—Deberían de hacer baños mixtos, así nos ahorraríamos estos problemas.

—Mejor callate, no me estas ayudando— le dije y fui a la puerta. Cuando la abrí desee no haberlo hecho. Él estaba ahí. En frente de mi.

—Cesar, no seas...—la voz de Sour se desvaneció.

—Hola Sour. No me extraña que Sour este metido en el baño de chicas, pero tu, Cesar... eso si que es una sorpresa—dice él. Su voz cambio desde aquella vez. Es mas ronca y profunda. Trague saliva y me incorpore.

—Sour se equivoco de baño—dije y quise salir, pero este idiota sigue en medio. —Me tengo que ir, tengo una cita...

—¿Una cita? ¿Quien es la afortunada dama?... espera. Quiero decir caballero afortunado.

—Deja de decir mierda, Daniel. Es el baño de chicas—dice Sour detrás de mi. Apreté los labios y vi como se movía a un lado.

—Es verdad. Hay que ir a otro lado a charlar, ponernos al día...

—Yo no tengo nada que decir.

—Es una fiesta. Las fiestas son para divertirse...

—Sour, ¿Nos puedes dejar solos?—Daniel lo vio. Yo también voltee a verlo y le hice una seña de que podía irse. Solo espero poder manejar esto solo como lo tengo planeado en mi cabeza.

Fuimos a la parte de al lado del gimnasio en donde quedaban los vestidores. Solo los del club de deportes pueden entrar a ese pasillo, pero como es una fiesta, nadie puede detenernos ahora. Cuando deje de escuchar sus pasos me gire para verlo.

—¿Que quieres?—le pregunte lo mas cortante que pude. Pensé que lo tenia controlado hasta que escuche su risa, esa maldita risa.

—¿Porque tan alterado?—dijo caminando hacia mi, pero yo no lo deje acercarse tanto.

—No te me acerques—lo amenace. Su mirada cambio, pero no fue lejos de una burlona, como si estuviera exagerando o le hicieran gracia mis acciones, ¿acaso no capta que no lo quiero volver a ver en mi vida?

—Cesar.

—Ya basta. ¿No captas o que? Dime que quieres, porque necesito volver.

—Escucha, no acepte a venir a este ridículo baile para que me trates así.

—Ahora yo soy el villano, ¿verdad?—le dije. Me estaba enojando de más. —Yo soy el culpable de toda tu mierda ¿no? Pues déjame decirte que tu eres el culpable de toda la mía

—¿Sigues enojado por lo que paso en la secundaria?

—¡Claro que sigo enojado, maldito idiota!—le grite, ¿a que mierda estaba jugando?




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