Cloe:
Actualmente....
El primer amor es tan mágico y bello, que jamás se olvida, esa persona a la que tanto amaste por primera vez se queda grabada en tu corazón de por vida. Hace algunos años mi primer novio y mi primer amor desaparecio de mi vida; no he vuelto a saber de Yahel Black.
No negare que muchas veces trate de buscarlo o contestarle un mensaje, pero por mi salud mental y sentimental cambie mi número de celular, aún que mi hermano Erick si mantiene contacto con él porqué son mejores amigos.
Después de Yahel, he tenido solo un novio pero nada serio ya después me gane el sobrenombre de la mujer de acero ya que no permito que ningún chico se acerque o me humille. Los que han tenido la oportunidad de besarse conmigo han sido afortunados pero más de uno se a enamorado y pues a terminado mal.
Al llegar al instituto, dejó mi bicicleta en los parqueos para bicis y la encadeno, se que nadie la robara pues no necesitan robar nada cuándo lo pueden tener todo. Voy a un instituto privado dónde solo va las personas con demasiado dinero en todo New York.
Yo asisto a este instituto gracias a una beca por mi inteligencia y mi hermano tiene una beca por deporte digamos que el basketball se le da muy bien a Erick. Veo a mis dos mejores amigos llegar en sus lujosos autos, digamos que mis dos mejores amigos son populares en este lugar por ende yo igual.
Corina es popular gracias a su puesto de presidenta estudiantil y Brahian por se el capitan de fútbol soccer, coloco mi mochila en la espalda para comenzar a caminar a la entrada. Conforme me voy acercando estoy más cerca de mis amigos, voy tan sumida en mis pensamientos que no escucho el claxon de un auto, si no hubiera sido porqué mi hermano llegó justo a tiempo sería una tortilla aplastada.
— Chica debes tener más cuidado, ¿Te encuentras bien? — Habla una voz algo grave y ronca.
— Si todo está bien, no iba prestando atención no te preo.... — Me quedo helada al toparme con unos ojos azules que no han abandonado mis sueños.
Sus ojos iguales a los del mar representa miles de emociones y se vuelven más intensos, su cabello negro azabache, sus definidas facciones y más alto desde la última vez qué lo vi hace tres años atrás, siento mi cuerpo estremecerse ante su mirada que me inspecciona.
— Oye bruto ya sal del trance que no vez... — Una chica que reconozco a la perfección sale del auto de Yahel — ¡Por todas las medusas! ¿Eres tu Cloe Morrison? — Si definitivamente es Joey la hermana menor de Yahel.
— La misma, tanto tiempo si verlos — Contestó apenas encuentro mi voz.
— Yahel, hermano tanto de no verte — Habla Erick, abrazando a Yahel.
No se porqué los nervios me ganan y salgo corriendo de la situación, tomo el brazo de Corina y la arrastró conmigo al baño, aún estoy aterrada de saber qué él apareció de nuevo en mi vida.
— Dios Cloe estás pálida como si acabarás de ver un fantasma — Dice la pelirroja.
— Porqué lo vi, es él Corina volvió — Mi amiga abre los ojos enormemente.
— Cloe, no puedes dejar qué te vea afectada por su inesperada reaparición. Tienes que seguir con la reputación que hasta hoy tienes y la que te a costado construir — Me da ánimos.
— Tienes razón, vamos a clase ya después vemos que haré — Hablo tranquilamente.
Salgo del baño con mi amiga, en el camino nos encontramos a Brahian. Lo saludamos y empezamos nuestro camino a los casilleros, cómo nos toca clase diferentes nos dividimos y cada uno se separa.
Siento que pasan un brazo alrededor de mi cintura, una mano quita mi cabello y deja mi oreja al descubierto. Su toque me hace estremecer, hasta que escucho otra vez su voz.
— Tanto tiempo de no verte — Susurra.
— Tres años exactamente — Repito lentamente.
— Joder, te extrañe — Me abraza con mucha fuerza.
— Quisiera decir exactamente lo mismo, pero no es así — Hablo distante.
— Mientes, tu cuerpo sigue reaccionando igual qué antes bajo mi tacto — Su voz sale con arrogancia.
— Tengo clase, Black — Digo saliendo de su agarre.
— Te dije que volvería por ti Cloe, mi corazón sigue latiendo igual que desde la primera vez que te vi — Confiesa.
— Llamame mujer de acero — Menciono.
[...]
A sido un día muy largo y pesado, desde mi último encuentro con Yahel no he cruzado más palabras con él por dicha, me la he pasado de clase en clase y en la hora de almuerzo hablé demasiado con mis mejores amigos.
También recibi un par de invitaciones a salir pero como siempre Erick se metió y alejo a los chicos, está vez siento que me quito un peso de encima.
Salgo del instituto y camino hasta mi bici, quito la cadena y subo en ella, empiezo a pedalear camino a mi casa. Pasan unos diez minutos cuándo llego a casa, dejo mi bicicleta en el porche y entro a casa dónde me reciben tres cachorros peludos.
Son unos chow chow mis padres nos regalaron tres perritos a mi hermano y a mi, son una bola de pelos también son realmente cariñosos.
— ¡Ya llegue! — Anunció.
— Estamos en la sala — Escucho la voz de mi madre.
Saludo a mi madre y a mi abuela, preguntó por mi padre que aún está trabajando, mi hermano no a llegado seguramente debe estar con una rubia tetona sobre él. Lamentablemente Erick heredó la belleza Morrison y es todo un rompe corazones.
Pero a pesar de eso mi hermano me adora y no a llegado a comportarse como un completo idiota conmigo. Escucho el timbre de casa sonar,se que mi madre no va a abrir y mi abuela menos.
Arrastró mis pies hasta la puerta principal, giro el pomo de la puerta y la jalo. Pará encontrar a la persona que menos creí ver justo ahora.
— Hola, pequeña Morrison — Saluda con una sonrisa de comercial.