Close to you

Capítulo XXXIII: Revelaciones

Caminaba tranquilamente por los pasillos, estaba esperando a Gloria y Xiomara, miraba hacia los jardines del campus a través de la ventana cuando el chico de lentes, el cual comparte una clase conmigo, pasó por detrás de mí y me saludo.

–Hello– me dijo muy sonriente.

–Hi– respondí sonriendo y un tanto extrañada. – so weird

Finalmente mis amigas llegaron a mi encuentro y nos fuimos hacia el salón aunque en todo el trayecto me agarro un tanto la curiosidad de aquel chico puesto que en esta ciudad son muy desconfiados y me ha pasado que hablo con las personas un día y al otro no existo.

En fin, dejo de lado esos pensamientos cuando tengo que ir por la computadora a la biblioteca y es que me toca operaciones tres horas, con un maestro que solo da una, es mas solo da media hora de clase.

En fin, el maestro explico las fórmulas de Excel y tengo que admitir que esto me encanta, me encanta trabajar en la computadora y a veces me dan ganas de estudiar ingeniería en sistemas pero no, me encanta mi carrera y no la cambio por nada.

El profesor se va después de dar su lacónica clase y Xiomara nos dice a Gloria y a mi si la acompañamos a la cafetería, le respondo que sí y que de una vez regreso la lap a la biblioteca.

Mientras caminamos vamos en el chisme y les cuento a poco detalle lo que había pasado con Ernesto aunque omito el tema embarazo, aborto y demás cosas que no son necesarias que sepan.

– ¿Ese no es el tutor?–pregunto Xiomara cuando les termine de contar como termino mi maravillosa historia de amor.

–Si– le digo observando al tipo guapo y bien vestido, otro maestro que no sirve para nada.

Vemos como se mete al elevador con otra maestra y Gloria dice:

– ¿y si le detenemos el elevador en el siguiente piso?

–Va me animo–respondo inmediatamente.

Nos miramos entre las tres y bajamos las escaleras a gran velocidad, llegamos al piso inferior y le pico rápidamente el botón de abrir, seguido de eso emprendo carrera al piso de abajado.

Las tres bajamos rápido, nuestras risas se escuchan con fuerza y el sonido de mis zapatos me delatan pero sigo corriendo.

Veo que Gloria y Xiomara dan la vuelta y yo las sigo… hasta que veo un cuerpo aproximarse al mío, me resbalo y choco con el hombre.

–Perdón, perdón, perdón– susurro completamente apenada y viendo mis horribles zapatos que me hicieron resbalar y chocar, agradecía que no se cayó la laptop porque ahí si estuviera en problemas.

Es tarde cuando noto la inquietud de mis amigas y las manos grandes del hombre deteniéndome en un intento de que no me cayera; levanto mí vista con miedo y finalmente me topo con los ojos castaños de Ernesto quien me mira con ¿emoción? ¿O es solo mi imaginación?

El punto es que me alejo de su agarre como si tuviera la peste, rasco mi nuca con nerviosismo.

–Lo siento profesor– susurro sin verlo a los ojos.

–Descuide licenciada.

Nos envuelve un silencio incómodo y finalmente es roto por Xiomara quien me dice que tenemos clase.

Me voy sin despedirme y lo único que siento al haberlo visto es nostalgia.

–Hace mucho que no reía de esa forma– añado cuando estamos lejos de Ernesto.

Wey la manera en la que te miro…–dice Gloria con sorpresa– Parecía emocionado y nervioso.

–Si wey se ve que todavía no te olvida–Añade Xiomara sonriendo.

–Que lastima que yo si este en proceso de olvidarlo.

 

Las clases continuaron con normalidad y lo único que podía desear era que este día terminara, era viernes y Juan y mi mamá vendrían pero primero tenía que soportar dos horas de inglés con esa maestra que ni me cae ni le caigo bien.

Espero en mi mesa a que la fatídica hora comience pero antes siento una extraña sensación en alguna parte de mi cuerpo por lo que volteo en esa dirección y es el chico de lentes que me había saludado en la mañana, venia caminando despreocupadamente con uno de sus amigos y no me quitaba la vista de encima.

Desvío mi mirada y me concentro en mi teléfono, ignorando aquella mirada.

–Parece que le gustas– susurra Luisa cerca de mi oído.

–No creo– susurro con incredulidad.

–He visto como lo miras– añade Luisa con sorna– Y sé que te llama la atención.

Miro a Luisa, sus ojos oscuros me ven con burla y una parte de mi quisiera alejarme de ella además de que no le tengo ni una pisca de confianza.

–Sera porque es alto. –me encojo de hombros.

Llega la maestra y nos interrumpe por lo que dejamos ahí la conversación, la clase sigue y trato de no hacer muecas ante la horrible y aburrida clase, en serio quien le haya dicho que sabía ingles estaba equivocado porque esta señora habla en spanglish.

La maestra nos deja una página del libro y nos pide cuando finalicemos se lo llevemos a revisar. Tengo que admitir que no soy la primera en terminar pero parece que el de lentes, quien al parecer se llama Ander, termino al mismo tiempo que yo porque está justo atrás de mí.

–Hola–me saluda y volteo a verlo.

Ander es alto de aproximadamente 1.85 cm, es delgado, cabello castaño tirando a rubio, sonríe nervioso y se balance a adelante hacia atrás.

–Hola– respondo y le devuelvo la sonrisa.

La fila es un tanto larga por lo que no me preocupo de estar en el chisme con él.

– ¿sabes? Adelante inglés, voy en segundo semestre– me comento con entera confianza. –La verdad me daba miedo adelantarla porque no conozco a nadie.

–Pues qué bueno que lo hiciste– sonreí y alce mi vista para verlo– En primer semestre quede en tercer nivel de inglés pero por miedo me quede en el primero.

–Vaya que mal.

–Sí y ahora me estoy quejando– reí y le di la espalda cuando vi que me tocaba a mí.

La maestra me reviso mi trabajo y seguido de eso me dirigí a mi mesa aunque antes le sonreí a Ander.

Una vez que termino la clase tomo mi maleta y camino en medio de Gloria y Xiomara, caminamos hasta el elevador, bajamos los cinco pisos y cuando estamos abajo me despido de ellas y camino rápido hacia a fuera donde me esperan.




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