Close to you

Capítulo XXXVIII: Lovers

Final del semestre, no puedo creer que el siguiente semestre vaya a pasar a sexto semestre, básicamente estoy a punto de terminar mi carrera, estoy emocionada pero a la vez asustada, solo espero que mis planes continúen como hasta ahora.

Y uno de esos planes es titularme por promedio así que aquí me tienen forrando una maldita caja.

No me considero una persona creativa pero sí que investigo mucho cuando se trata de alguna de mis calificaciones, en este caso mi proyecto final de inglés es un negocio, ya nada raro, la mayoría de los proyectos en la carrera son negocios y siempre tengo que crear un prototipo.

– ¿Qué haces?– me pregunta Oliver sentándose en la silla de enfrente.

Mis materias abarcan toda la mesa del “comedor” así que tengo un gran desastre y solo para forrar una bendita caja.

–Mi proyecto final de inglés. –digo concentrándome en el tamaño de la caja. –Soy un asco forrando cajas.

–deja te ayudo– Oliver se levanta de la silla y me arrebata la caja– Tengo tres hermanas y mis padres siempre han trabajado así que a mí me tocaba forrarles los libros de la primaria.

– ¿son menores que tú?

–Sí, Olivia es un año mejor a mí y las gemelas Carol y Karina – dijo concentrado haciendo una línea con un lápiz, toma las tijeras y corta el papel rosa.

–Vaya debe ser difícil ser el único hombre.

–Debía ser padre, madre y hermano celoso– dijo riéndose supongo que recuerda a sus hermanas, debe extrañarlas mucho así que como yo extraño a los míos– ¿Qué hay de ti? ¿Tienes hermanos?

–Tengo dos hermanos, mayores– respondí con una sonrisa nostálgica.

–Es difícil estar lejos de nuestras familias– dijo suspirando–Bueno ya quedo la caja.

KHAAAAAAAAAAAAA

Tomo la caja y la veo, esta perfecta y hermosa, llevaba media hora analizando como la iba a forrar y resulta que Oli lo hizo en minutos.

–Gracias– digo llevando una mano al pecho– La caja y yo te lo agradecemos.

–Me gusta ayudar–dice guiñándome el ojo– Supongo que es un negocio…

–Ah sí, cada semestre me deben pedir al menos un negocio como proyecto– digo tomando el papel de china y recortándolo en tiritas– Este es lovelyBox es una caja mensual que te incluye cosméticos y skincare, normalmente pagarías más de $500 por la caja pero yo la venderé a $300 ¿Qué tal? Es lo único que se me ocurrió.

– ¿Y cómo escoges los productos?– inquirió interesado.

–Antes de comprarla tienes que contestar una encuesta– todo lo debo tener planeado para ponerlo en el proyecto– Es unisex.

–Vaya… yo no la compraría– dijo con una mueca.

–es que a pesar de ser unisex la caja va más dirigida a mujeres y personas de la comunidad LGBT.

Oliver asiente y toma uno de los productos que iba a utilizar, eran muestras que siempre guardo y que por primera vez tendrán un buen uso.

–Buenas noches compañeros– volteo y es Dante, obviamente, entrando por la puerta. –Vaya esta vez me ganaron ¿a qué hora salieron de clases?

–No tuve mi última clase– respondo inmediatamente.

–No quise entrar a sistemas– dijo Oli encogiéndose de hombros.

–Que rebelde, me asustas Oliver–añadió Dante cuando se paró a mi lado. –Lovely Box– leyó observando mi nuevo producto– lindo nombre ¿es el proyecto del que me hablaste?

–Así es –Dante y yo habíamos coincidido un día en la cafetería del campus por lo que comimos juntos y estuvimos platicando– ¿te gusta?

–Es muy rosa pero si me gusta–dijo dándome un beso en el cabello–pequeña empresaria.

Ruedo los ojos, pongo el papel de china rosa y encima coloco los productos de muestra, por ultimo pego unas palabras muy monas para que se vea mejor y creo que está listo.

–All you need is lovelyBox–dijo Dante observando la frase en el interior de la caja– Te hace falta un “a” entre el is y lovely.

Oh raios.

Si la iba a poner pero según yo y mis neuras estaba bien escrito así, como puedo estar en quinto nivel de inglés y tener errores tan básicos en la gramática aunque en mi defensa escuchar y hablar en inglés es mi fuerte, escribir… no tanto.

–demonios– susurre– el problema es que no hay espacio para la “a”, uhmm tendré que mencionarlo en la clase.

–Lic. Gámez usted tiene un grave problema con la gramática. –dice Dante burlándose de mí.

Sonrió incomoda y un nudo se forma en mi garganta, recuerdo a la persona que más me llamaba de aquella manera, mi mente se va a hace unos meses donde pensaba que era “feliz” y tal vez lo era pero no es nada a como me siento ahora, esto solo me hace pensar que me dolió el cambio pero era necesario.

–Si… tengo que mejorar– conteste finalmente.

Recojo el desastre de la mesa, después voy al refrigerador y saco mis tazones para hacer la cena.

He dejado de ir siempre a mi ciudad así que mi mamá me trae comida los domingos aunque si puedo si me regreso y estoy el fin de semana con ella y mi abuela.

– ¿Qué toca hoy en la dieta?–inquiere Oli con curiosidad.

–Taquitos con quesito. –Respondo enrollando la tortilla. –y fruta.

–O sea una quesadilla– interviene Dante riéndose– Eso de las dietas no es lo mío y la verdad es que no te hace falta adelgazar, te ves muy bien.

–No es quesadilla porque es queso fresco, no asadero– difiero con obviedad– Y sigo la dieta porque todavía tengo que adelgazar.

–Es una tontería, estas delgada para tu estatura–Dante me toma de la cintura y me gira para que quedemos frente a frente–en serio Andrea, estás perfecta así.

Lo dice porque no me vio hace un año, cuando era un cerdito andando.

–Sé que soy perfecta– digo tomándolo de la cadera y alejándolo de mi cuerpo– pero quiero llegar a mi peso para no tener problemas de salud ¿si me entiendes?

–Mientras no tengas una descompensación– dijo Oliver tomando uno de mis tacos–está muy bueno.




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