Close to you

Capítulo XXXIX: Vacaciones

Haberlo visto aquel día removió algo dentro de mí que pensé que estaba muerto.

No lo observe bien ya que recuerdo haber salido corriendo despavoridamente de él y todo lo que su presencia conllevaba.

Aunque puedo jurar que iba vestido tan elegante e impecable como él mismo, recuerdo su perfume masculino invadir mis fosas nasales y su mirada intensa sobre mi cuerpo.

A pesar de que todos los problemas psicológicos que me dejo aquella relación no me arrepiento de nada además de que no lo culpo a él, los dos tuvimos problemas y hubo terceras personas que prefiero no mencionar o me darán ganas de vomitar.

Lo perdí a él, que en mi mente era el hombre de mi vida, mi hombre ideal pero nuestro entorno no era el mejor para una relación, había perdido a mi bebé y es de las cosas que más me han dolido y más cuando ni siquiera Ernesto o yo fuimos los culpables sino que fue Jocelyn, alguien que no tenía ni voz ni voto en decidir sobre mi vida o la de mi hijo.

Revuelvo la comida de mi plato e ignoro lo que mis amigas están diciendo.

Me pregunto si todo este tiempo de paz era una falsedad para mi mente y mi intento de salir adelante era tan falso como los labios de Kylie Jenner.

– ¿Me prestas tu celular, Andrea?– me pregunto Luisa repentinamente.

Yo en mi mutismo le cedo el celular sin importarme para que lo quisiera, no tenía nada que ocultar, así que ni al caso.

Finalmente me integro a la conversación, Luisa me dice que quiere las fotos que le tome al pizarrón para su extra de inglés.

–Me saque 7– le comento a Xiomara con enojo– En mi vida había sacado tan baja calificación en inglés.

A veeer, tenía todos mis trabajos y tareas, en mi proyecto final tenía un 9.5 ¿entonces de donde changos salió un 7? Esa calificación no me cuadra, al menos no me afecta mi promedio porque en la boleta solo ponen acreditado pero aun así me duele el 7, a mí se hace que la maestra no sabe usar Excel.

–Al menos pasaste–me susurro Xiomara para que no la escuchara Luisa. –el siguiente semestre te recuperas amiga.

–Eso espero–le respondo riéndome por lo bajo.

–Pues el siguiente semestre es el último que llevamos inglés.–añade Gloria encogiéndose de hombros.

–No puedo creer que vayamos a pasar a 6to semestre– digo con sorpresa– Séptimo es nuestro último semestre con materias porque octavo son de prácticas.

–que rápido se pasa el tiempo– dice Xiomara.

–Ay a mí me intimida hacer tesis– dice Gloria estremeciéndose. –Debe haber otra manera de titularse.

–Una maestra menciono que habían doce formas– añadí recordando a mi maestra de primero– Yo espero titularme por promedio.

Luisa me mira con desagrado aunque luego compone su sonrisa y me devuelve mi celular, no le hago caso y continuamos comiendo.

 

Termina la jornada escolar, y es momento de decirle adiós al quinto semestre, hola vacaciones de invierno.

Abrazo a Gloria y a Xiomara, les deseo felices fiestas y cuando llega el momento de despedirme de Luisa nos abrazamos escuetamente y además a regañadientes, sinceramente las cosas entre ambas no andan bien y dudo que se compongan.

Dejo a mis amigas en la parada del camión y me voy caminando a la casa. En el trayecto veo a muchos estudiantes con sus maletas, otros hacen fiestas o los veo despidiéndose de sus amigos en sus casas.

Llego a casa, la puerta está abierta pero de inmediato veo a Oli y a Dante recoger todo en la sala.

– ¡Hola!– exclamo al verlos tan entretenidos limpiando y una idea llega a mi loca cabeza, me acerco a Dante; saco mi bote de agua y le quito la tapa. – qué bonita te ves limpiando esperancita pero– derramo agua cerca donde Dante limpia el piso y añado– te falto aquí maldita.

Dante ve el piso mojado de agua y después me ve a mí, desconozco si está enojado, furioso o si de plano quiere reírse.

–Espero que corras rápido–sisea con los dientes apretados.

– ¿A qué te refieres…?–inquiero asustada y retrocediendo dos pasos.

–Corre– susurra y le hago caso cuando lo veo levantando la cubeta de agua.

Salgo corriendo de la casa pero no a la velocidad suficiente porque de repente doy un respingo al sentir el agua a lo largo de mi espalda. Escucho la risa de Dante y de Oliver y me doy la vuelta ofendida.

– ¡Imbécil!– digo tiritando por el frio que hace– ¡hace frio, tonto!

–Tu empezaste my love–dijo envolviéndome entre sus brazos– Deberías ir a cambiarte o enfermaras.

Lo habiendo con fuerza para que se aleje de mí y lo miro lleno de furia, él se limita a reír mas fuerte y entro a la casa temblando por el frio.

–Ponte algo cómodo porque debemos dejar la casa impecable. –dice Oliver en la puerta.

Me las pagara el maldito de Dante.

Voy a mi habitación, me pongo una chamarra que le robe a Frank y unos pants.

Bajo de nuevo y me encuentro con que mis compañeros limpian la cocina y tiran la comida que está echada a perder, suelto un suspiro lleno de resignación y voy a ayudarlos.

Terminamos a las 9:00 pm, no era mucho lo que teníamos que hacer pero entre que nos burlábamos de nosotros mismos y nos aventábamos cosas pues la tarde se hizo noche.

– ¿Debería llevar más ropa?–Me pregunto Oliver mientras abría su closet. –Que difícil…

–Solo tiene una maleta– Estoy sentada en su cama y lo ayudo a doblar su ropa para que pueda caber en su maleta. –Lleva lo necesario eres hombre a ti no te juzgan por tu ropa.

–No, pero navidad será en casa de mis abuelos– me dijo sacando dos camisas– ¿negra o verde?

–Verde porque es navidad y porque te queda más ese color.

–Bien, gracias eres una excelente amiga– dijo sonriéndome con dulzura.

Algo se remueve dentro de mi ¿amiga? Tan pronto ya me considera su amiga, lo digo porque…no lo se hace mucho que no considero amigos a las personas alrededor.




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