Close to you

Capítulo XXXXVI: Nuestra chica

Despierto por la mañana, me levanto, me visto y salgo a correr, regreso, preparo el desayuno para Dante y para mí, todo esto en automático, prefería no pensar en el problema que atormentaba mi vida. Veo a Dante comer y disfrutar del café con leche que le hice mientras que yo solo muevo mi comida de un lado para el otro.

Ya voy a comenzar con mis tonterías.

–Todo está muy bueno– dijo Dante con la boca llena, que desagradable, pero me abstengo a comentarle algo– Lo siento, sé que te disgusta que hable con la boca llena.

Dejo caer mi tenedor ante su comentario y frunzo mis labios ya que nunca le he dicho algo respecto a ese pequeño detalle que hace siempre cuando comemos que a mí me molesta demasiado.

–Yo nunca…

–no, pero noto tus caras– dijo señalándome con su cuchara– Siempre miras hacia otro lado y frunces el ceño cuando hablo con la boca llena.

–Lo siento, no quería incomodarte– susurro y le tomo a mi café– es algo, en mi parecer, desagradable.

–Mi mamá dice lo mismo– se encoje de hombros y vuelve a hablar con la comida en su boca– Por algo te llamo bella dama.

–Todos tenemos defectos– contesto tratando de aligerar el ambiente.

–Le agradaras a mi mamá.

Eteee ¿Cómo dices? ¿me perdí de algo? A veeeer, no me podía poner histérica porque ya había conocido al padre del que era mi novio, a su hijo, a su ex esposa y a su hermano, o sea eso fue peor que cualquier experiencia que pude haber tenido en relación al tema familiar de algún novio. Supongo que conocer a los padres de Dante será más sencillo.

Además, Dante ni siquiera me ha pedido ser su novia oficial estamos en términos de no- novios ¿o solo yo sigo en ese mood? Como sea, no me preocupo tanto, pero estaría bien que me avisara con tiempo.

–Aun somos no-novios­­– junto las palmas de mis manos y las recargo en una de mis mejillas– a tus padres no les gustara y tampoco a mi mamá.

–Tendré que arreglar eso ¿no? – se revuelve el pelo y yo quedo embobada.

–Supongo– me levanto de la silla y recojo mi plato que sigue repleto de comida, ya comeré algo en la cafetería.

Subo a mi habitación donde me doy un baño rápido, después me visto con un jean azul claro, una blusa blanca y unos botines negros. Arreglo mi cabello, me maquillo y estoy lista para triunfar.

Dante y yo salimos tomados de las manos y llegamos al campus donde mostramos nuestras credenciales para poder pasar, útilmente quieren más seguridad en el campus.

–Lo entiendo, pero me estresa– dice Dante sobre las credenciales– era más fácil cuando pasábamos como Juan por su casa.

–Es por la inseguridad de la ciudad– respondo recordando mi incidente de aquella noche y de la cual Ernesto me ayudo– esperemos que las cosas mejoren.

–Esperemos. – nos detenemos afuera de mi salón– Vengo por ti para irnos juntos y si no estoy aquí ve a mi salón ¿de acuerdo?

–De acuerdo– su lado protector me encanta.

–No quiero que te regreses sola, si sales temprano manda un mensaje.

–si– asiento sonriendo– no te preocupes.

–Es inevitable que no lo haga– niega con la cabeza y se va, no sin antes darme un beso en la frente.

Me siento y ya están mis amigas sentadas y chismeando, de inmediato me integran a la conversación.

–Wey que bonita foto subiste ayer– dice Xiomara con ternura.

Ayer subí a mi Instagram la foto que Oli nos tomó a mí y a Dante, de descripción le había puesto Delicate, no soy nada romántica, pero si escuchan la canción pues sería más comprensible.

–Gracias– le digo a Xiomara.

–Hacen muy bonita pareja– comenta Gloria con alegría.

–¿acaso tienes novio? – inquiere Luisa enarcando una ceja mientras frunce sus labios– No lo sabía.

–No lo somos oficialmente. –respondo removiéndome incomoda– Nos llevamos muy bien.

–Y es muy guapo– añade Xiomara.

–Y alto– le secunda Gloria.

–Tu hombre ideal– Luisa se levanta de su silla y se va del salón dando grandes zancadas.

Perra si te da rabia, vacúnate.

Mis clases terminan, tomo mi mochila y salgo del salón, como no está Dante esperándome decido ir a ver a su salón en el quinto piso. Una vez que llego me doy cuenta que está en examen por lo que lo espero a fuera.

De repente todos comienzan a salir del salón así que me acerco y de inmediato lo veo porque su cabeza sobresale de todos los demás.

–¡Hey! – saluda en cuanto me ve– Siento que hayas esperado.

Se inclina para estar a mi altura y me da un rápido beso en los labios y sonrío cual estúpida.

–No te preocupes– le digo inmediatamente.

Hago ademan de caminar, pero el me detiene suavemente tomándome del brazo, sonrío incomoda al ver el análisis que hace de mi rostro, me toca la frente y frunzo el ceño.

–¿Has comido algo? – inquiere entrecerrando los ojos– te ves muy pálida.

–Tuve una hora libre y aproveché para comer.

Mentirosa.

–Uhmm– dice asintiendo mientras entrecerraba sus ojos.

–si…

–Vámonos antes de que se haga más tarde. –toma mi mano y emprendemos nuestra marcha hacia las escaleras del edificio– De todos modos, deberíamos ir por unos tacos.

Mi estomago se contrae al pensar en comer tacos, no tengo hambre y la verdad no tengo muchos ánimos de comer.

–Van a recogerme a las 8:00 pm– le comento apretando mis labios– Se supone que hoy nos pondremos de acuerdo para saber que decir cuando nos manden llamar.

Volteo a verlo, pero Dante no me regresa la mirada, solo mira hacia el frente mientras frunce el ceño, se ve algo molesto y es que el hecho de que mi ex vaya a pasar por mí no lo debe poner de muy buenas. La verdad es que, si fuera por mí, no lo vería, pero para mí desgracia estoy metida en un gran lio y prefiero resolverlo cuanto antes.

Tengo empatía por Dante. Si yo estuviera en sus zapatos estaría molesta, ofendida y tal vez le haría un drama si fuera a verse con su ex, solo espero que esto se resuelva y pueda volver a mi vida pacífica y sin tanto drama.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.