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Capítulo XXXXVI: Venganza

Dante no sabia donde estaba, me asegure de que no lo supiera y por obvias razones tampoco sabia Oliver y es que a mi amigo se le suelta la sopa en cuanto está nervioso, entonces prefiero no arriesgarme porque estoy casi segura que ellos dos no estarían de acuerdo en cuanto a lo que quiero hacer.

–Debemos darle donde más le duele– medito Tiare trenzando su largo cabello.

Si estoy en la casa de mis antiguos amigos, todos estamos reunidos como en los viejos tiempos y la razón es venganza.

–La cuestión es ¿el que? – añadió Roberto, él normalmente no estaba en pro de la venganza, pero este era un caso distinto por lo que todos me estaban apoyando.

wey necesitamos saber que es lo que mas le da coraje– Jocelyn caminaba por toda la sala, la cual no era muy grande– Necesitamos la razón de su envidia.

Envidia… un sentimiento tan horrible, puedo presumir que he sentido celos, pero nunca envidia, en realidad, les tengo lastima a todas las personas que albergan dicho sentimiento en su corazón.

Debo analizar bien la situación y en cierta parte ponerme en los zapatos de Luisa y saber ¿Por qué me tiene envidia o coraje? Porque hasta donde yo sé, no le he hecho nada a esa mujer.

–No tenemos mucho tiempo–vuelve a hablar Jocelyn y se detiene frente a mi cruzada de brazos– Piensa ¿temas amorosos, escuela, cosas materiales…?

Niego ante todas, es que no se me ocurre nada…

Hasta que mi cerebro hace clic ante un comentario que una vez me dijo Xiomara <<Amiga, lo que pasa es que tu te esfuerzas en la escuela y te va super bien, tienes todo lo que quieras, te compras todo y no escatimas. Luisa no hace eso, piensa mucho en el dinero y tu no.>>

Aun así, no es suficiente digo Luisa tiene mejor ropa, tiene más viajes ¿Por qué me tendría envidia en lo material?

–Tomate tu tiempo, nena– dice Ben– Aunque creo que la respuesta ya la tienes porque es sencillo de identificar.

Lo veo con el ceño fruncido y niego con la cabeza.

–Ilumíname– le pido sonriendo.

–Solo conozco a Luisa por lo que me has dicho– comienza a decir Ben con entera confianza– Recuerdo los problemas que tuviste con ella y como te quejabas pero Andy lo tienes todo, todo; Eres inteligente, te esfuerzas por realizar tus metas, tienes amigos que te quieren y te aceptan, eres hermosa por dentro y por fuera, ella no es nada de eso.

–Y nunca lo será– afirma Roberto.

Wey, aparte esta bien corriente– dice Tiare con una mueca llena de desagrado– Es muy vulgar, no te llega ni a los zapatos y ella lo sabe.

–Primero que nada, gracias Ben por tus lindas palabras– le digo con una sonrisa sincera– Y gracias por apoyarme en esto.

–¿qué hacemos? –inquiere Alan ya desesperado.

–Primero la dejaremos sin amigos– volteo hacia Jocelyn sonriendo.

 

Abro la puerta de la entrada de la casa, me adentro y dejo mis cosas en la entrada. No escucho ningún ruido y todo está oscuro, y es que es algo tarde entonces igual y ya mi novio y mi amigo están dormidos. Decido ir a la cocina por un vaso de agua

Tomo mi vaso de agua y después me voy hacia las escaleras cuando me encuentro a Oliver y a Dante muy sentados en los primeros escalones. Los dos me esperan con paciencia y con cierta molestia en sus lindos ojos.

–Buenas noches– sonrío con inocencia y como si no fueran las 11:30 pm, sí había demorado mucho en casa de mis “amigos”.

–¿Dónde estuviste, Andrea? – La voz de Dante es fría y sé que está muy molesto. – Es casi media noche. Se supone que sales a las 8:00 pm.

Trago saliva y muevo las cintas de mi sudadera, perdón la sudadera de mi novio porque se la quite esta mañana. Ante el comentario de mi novio algo dentro de mi se remueve y me siento culpable ante no avisarle donde había estado, seguramente estuvieron muy preocupados.

–Lo siento– les susurro y junto mis labios en una fina línea– Estuve con mis amigos, esta cerca de aquí, no pensé que fuera a tardar tanto.

–¿amigos? –inquiere Oliver.

–Si, Jocelyn, Tiare, Roberto…– explico con paciencia.

–No sabía que volvían a ser tus amigos–dice Oliver– Aun así, debiste avisarnos, vives con nosotros y estábamos preocupados, no lo vuelvas a hacer.

Asiento rápidamente y cuando trato de comentar algo más, ellos no me dejas porque de inmediato me dan la espalda. Me encojo de hombros y subo tras ellos.

Veo a Oliver entrar a su habitación y Dante entra a la suya, decido irme directamente a la habitación de mi novio ya que él no me dijo nada y esta furioso conmigo, se que no quiere hablarme porque teme explotar y decirme algo hiriente, él es así y lo comprendo, pero prefiero resolver esto cuanto antes

Entro a la habitación de Dante y veo que él esta acomodando la cama para acostarse, ya trae su pijama que es un simple pantalón azul marino, él no duerme con camisa, su cabello castaño esta desordenado y ya no tiene ese semblante preocupado.

–siento lo que paso esta noche– susurro, pero Dante no voltea. –Se que estas enojado…

–¿enojado? – Dante voltea a verme, sus ojos me taladran con furia e inconscientemente retrocedo un paso– Estoy indignado.

–¿Por qué no te avise que volvería tarde? – muerdo mi labio y observo como se sienta en la cama.

–Hace un mes ni mencionabas a tus supuestos “amigos” – dice cerrando sus ojos con fuerza– Y ahora dejas todo con tal de ir con ellos, les sigues el juego incluso después de lo que te hicieron ¿Qué seguirá después? ¿Volverás con Ernesto? No es por nada Andrea, pero parece que todo este tiempo Oliver y yo solo fuimos una distracción y ahora que volvió él y tus amiguitos nos dejaras y volverás con ellos.




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