Pateo el bote de la basura, imagino que pateo mi propia cabeza, mi propia vida, grito en voz alta y caigo de rodillas ahogada en llanto.
Logro ponerme de pie pero la impotencia me gana y solo me pego a la pared dejándome caer.
Mi cuerpo se resbala sobre esa pared fría, hasta quedar sentada. Escondo mi rostro entre mis piernas, aquellas que se vuelven mi lugar seguro al ser dobladas, mis lágrimas caen en mis rodillas y el llanto no cesa.
Parezco una loca, una maniática, una chica histérica, no quiero que nadie me vea en esa condición, no quiero que nadie sepa cuan vulnerable estoy y lo patética que soy.