Club Del Enigma

CAPITULO I _ LA CURIOSIDAD ATRAPO AL GATO

El único tormento a sufrir en el limbo es que quienes se encuentran allí saben que permanecerán en él para siempre.

I

Mudarse nunca es fácil y mucho menos bajo mi perspectiva de 17 años ya que para cualquiera en mi situación pensaría que es como iniciar una nueva historia, claro sin eliminar por completo la anterior.

De igual forma no hay mucho que contar a excepción de ciertas cosas que prefiero omitir, asi que comenzar de cero no parece tan desagradable.

-¿no te parece pintoresco?- mencionó mi madre en el asiento del conductor.

“Bienvenidos al Peñasco del brujo”

Un cartel enorme algo caricaturesco pero oxidado nos recibió después de al menos 3 horas de iniciar el viaje desde la capital, con letras claramente desgastadas y la imagen amigable de un caldero junto a un viejo brujo como merlin.

-supongo – divague

El nombre era curioso, casi mágico como el de algunos libros que había leído en mi anterior casa, aunque a diferencia del nombre no había personas con túnicas caminando por las calles ni escobas mágicas brincando por allí, después de todo no es más que solo un viejo pueblo abandonado a simple vista.

La gran avenida era una gran arboleda que simulaba un gran y gigantesco arco natural de colores anaranjados y marrones debido al otoño y mientras cruzábamos por ella no podía dejar de pensar en que realmente no se parecía en nada a la capital.

-es como un pueblo fantasma

- Son las 11 de la mañana un lunes, la mayoría está en clases o en el trabajo -le escuche irónica- dale una oportunidad, además te encantará la casa.

cuando me refiero a que no se parece en nada a la capital es que no importa la hora siempre estan los tipicos borrachos peleando en las esquinas, jóvenes que volvían de algun pub nocturno o incluso gente que salía a correr por las orillas de la calle con sus trajes fluor.

Mi madre detuvo el auto y apago el motor en frente de una enorme casa de un color amarillo que se descascaraba a simple vista dejando la primera capa a descubierto y una reja que aseguraba proteger la entrada de cualquiera que al parecer midiese menos de 1 metro de altura.

-espera y verás– mi madre parecía emocionada, había olvidado cómo se veía el rostro de mi madre sin estrés e insomnio encima, por lo que aunque la casa no me entregaba la mejor primera impresión podía fingir por ella al menos por esta vez.

-Listo!- antes de poder abrir la puerta de mi costado la abrió por mi con mi silla ya armada junto a ella.

Una vez con los pies apoyados en el suelo solo debo levantarme por al menos 3 segundos, 3 segundos son suficientes para girarme mientras me sostengo de la puerta del auto y terminar por dejarme caer en el asiento.

-puedo yo sola- dije al claramente ver las intenciones de mi madre.

Ella sonrió y se dirigió al maletero para buscar las maletas mientras yo me adentraba al antejardín que solo parecía ser tierra seca combinado con cacas de gatos.

-quizás la casa necesite unas mejoras pero lo haremos con tiempo, si?-- asentí mientras ingresaba al vestíbulo de la casa.

Techos altos y paredes con diseños claramente coloniales, era algo que me fascinaba, entonces la vi al final del vestíbulo.

-Supongo que tú y yo tendremos que buscar la forma de coexistir– dije mientras deposita la mano en el barandal de la escalera que daba con el segundo piso.

Era la primera vez desde que aquello que me encontraba con una escalera, como se supone que subiría?

-Tacha solo somos nosotras dos yo creo que podríamos vivir sin necesitar el segundo piso al menos por un tiempo- alzó la voz mi madre que ingresaba cargando algunas cajas.

-podríamos ser 3 si le respondieras a mi padre las llamadas-

El silencio podía ser reconciliador pero no en esa circunstancia y mucho menos con mi madre.

-no te preocupes, no planeaba subir de todas formas

-no te iba a dejar subir de todas formas.

Eran al menos 22 escalones de al menos 15 cm que una persona promedio subiría y bajaría en menos de 2 minutos y que claramente yo no podría subir pero podría bajar de un solo movimiento, aunque por lo mismo no me sorprendería que mi madre cerrase el pase con un corral.

-oh tengo algo para ti!

Y de detras de ella saco un colgador con un jumper de color gris sobrepuesto en una blusa blanca y una cortaba gris con lineas celestes.

-Es el uniforme de tu nuevo colegio, es muy lindo no crees? la próxima semana me llega tu uniforme de gimnasia

-da igual ni que pueda hacer gimnasia de todas formas

-lo comprare para que no te sientas excluida del resto

-mañana entrare como alumna transferida a un curso en su último año donde la mayoría se conoce desde preescolar, el uniforme es lo de menos mama.

-anastasia podrías poner de tu parte y dejar el sarcasmo por favor?

Bueno ni que pudiese solo tomar mis cosas negarme y salir puesto que realmente sería una tarea difícil considerando que ni siquiera conozco el pueblo y ni siquiera puedo correr.

En momentos así solo tomó aire 3 veces y luego de calmarme sonrío y asiento pensando en que entre más rápido lo asuma más rápido terminará.

II

-Esto es una vergüenza! porque no puedo estudiar desde casa?!

-vamos tacha solo sera hasta que modifiquen la entrada

Dando un poco de contexto eran las 8 de la mañana para cuando llegamos a las afueras del colegio Santa Maria el cual queda a un costado de la iglesia del pueblo en la plaza principal, el problema es que la entrada es como un templo estando en lo alto de 20 escalones sin ninguna rampa a la vista.

El colegio se excuso diciendo que debido a la poca cantidad de habitantes y los casos anteriores era la primera vez que tenían una alumna con dicha “condición”, lo peor es que la solución que dieron fue que todas las mañanas el portero se habría ofrecido a cargarme hasta la entrada, dejarme en un asiento y luego subir mi silla.




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