Suceso imprevisible

Hoy es el primer día de curso tras un verano largo y caluroso, ha llegado el otoño. Por mi ventana veía las hojas de los árboles caer lentamente mientras me perdía en mis pensamientos. Estoy un poco entusiasmada por el nuevo curso. 

Quién diría que esa alegría durará tan poco. Como diría Amy "La alegría es como el sueño de una noche de verano".

Ah es cierto aún no he dicho que es lo que estoy estudiando, pues veréis estudio canto. Aunque también frecuento el club de pintura. Durante la tarde voy a practicar boxeo. Además imparto clases a niños en un orfanato, aunque esto último es un secreto, sí. Como veis estoy muy ocupada. 

Me desperté temprano, fui a ducharme y me puse el uniforme. Después me dirigí a coger el bus para ir al Instituto. En el autobús había una niña pequeña a la que le di mi asiento y ella me dedicó una sonrisa y me dijo muchas gracias hermana mayor. Baje del bus y cuando caminaba ví como unos chicos de segundo acosaban a uno de primer año, creen que me quedé parada de brazos mientras intomidaban a ese pobre chico, pues no ese no es mi estilo. Sin pensarmelo fui hacia ellos y les dije: 

•Lily: Oye que creéis que hacéis, apartad de mi vista idiotas. 

•Chico 1: Eh... Y tu quien te crees que eres solo eres una niña. 

•Chico 2: Eso digo yo que puede hacer una niña sola contra nosotros dos. 

•Lily: Ohhh... Eso es interesante. Pues van a ver de lo que es capaz esta niña. (con un movimiento rápido los golpeé a los dos y salieron corriendo, le dije al chico de primero) Oye esto...

•Chico pequeño: Oliver, me llamo Oliver

•Lily: Yo soy Lily de segundo año ¿te encuentras bien? 

•Oliver: si muchas gracias, sabes que superior venía con mi hermano pero termine perdiendome y ahora no se por donde es la escuela (sollozando). 

•Lily: No te preocupes puedes venir conmigo. 

Al cabo de unos cinco minutos llegamos a la escuela. 

•Lily: bueno yo tengo que irme, si alguien te vuelve a molestar dímelo y yo me encargaré de todo. 

•Oliver: Muchas gracias

•Chicas: Ahh... Por fin llegaste llevamos 15 minutos esperando. 

Me disculpe y le conte lo que me paso. Ellas quedaron sorprendidas y fue Charlotte la que habló.

•Charlotte: Si ese ha sido tu primer día no puedo esperar por ver el segundo. 

Que razón tenía, el segundo día fue aún peor.