No sé quién soy ni de dónde vengo.
Solo sé que mi nombre es Kurow.
No sé qué es este lugar ni cómo llegué aquí.
Solo sé que debo ir al norte.
No sé quién soy ni de dónde vengo.
Solo sé que mi nombre es Kurow.
No sé qué es este lugar ni cómo llegué aquí.
Solo sé que debo ir al norte.
Poco a poco Kurow comienza a volver en sí, lo primero que escucha son las hojas de los árboles que se agitan suavemente por el viento, al mismo tiempo siente las suaves caricias de ese mismo viento por su cuerpo como si le diera un gentil despertar, aún con sus ojos cerrados puede sentir que está posición horizontal y sus manos registran que está sobre algo que parece ser césped. El canto melodioso de un ave lo anima a abrir sus ojos, lo primero que ve son las copas de un frondoso árbol que se mueve al son del viento dejando pasar algunos rayos de sol que le hacen travesuras a sus ojos, Kurow protege su vista con su mano y luego se sienta, al mirar a su alrededor se da cuenta de que está en un bosque, algunos animales que se acercaron a él por curiosidad ahora se alejan asustados. Nuevamente él escucha el canto de aquella ave esta vez con más insistencia como si fuese dirigido hacia él, Kurow dirige su mirada hacia la criatura, un ave pequeño con plumaje de color magenta iridiscente y diminutos pero profundos ojos negros, éste le devuelve una mirada curiosa y aletea de manera enérgica como si lo invitara a seguirlo, luego levanta el vuelo, Kurow lo sigue con la mirada y se da cuenta que se dirige hacia el norte, él mismo siente la necesidad de ir en esa misma dirección y con algo de esfuerzo se pone de pie.
Kurow se da cuenta que el tronco del árbol tiene una superficie lisa y pulida, puede ver claramente su reflejo como si fuera un espejo algo distorsionado, él se toma un minuto para analizar su apariencia, tiene una vestimenta de ninja con una armadura ligera que protege su torso y hombros, tiene una bufanda que parece alas de pájaro, sus brazos y piernas están protegidas por brazaletes y canilleras respectivamente, tiene unas sandalias ligeras y sus pies cubiertos con calcetas, y una máscara lisa con un pequeño pico cubre su rostro por completo excepto por sus ojos blancos y luminosos, y para terminar tiene cabello corto y erizado, toda su vestimenta es dominada por el color negro, puede ver por sus manos que su piel también es negro como el carbón. Por alguna extraña razón Kurow no se sorprende por su temible apariencia, su mirada se dirige a un par de objetos que están apoyados al árbol espejo, una enorme katana y una pequeña espada wakisashi esperan por su dueño, sin pensarlo mucho Kurow toma las espadas y emprende su viaje hacia el norte, no sabe por qué siente la necesidad de ir hacia esa dirección, solo sabe que entre más rápido llegue a su destino mejor.
Kurow tiene el presentimiento de que si no llega a su destino a tiempo algo terrible pasará, así que no importa cuánto tiempo le tome ni cuantos obstáculos tenga que superar, llegará a su destino cueste lo que cueste.
Nada ni nadie lo va a detener, y si alguien se interpone en su camino…
Lo matará.