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Los Errores Más Comunes al Escribir Diálogos (y Cómo Evitarlos)

Los diálogos son una de las herramientas más poderosas en la narrativa. Un buen diálogo puede revelar la personalidad de los personajes, avanzar la trama y sumergir al lector en la historia. Sin embargo, escribir diálogos efectivos puede ser un desafío, y muchos escritores caen en errores que hacen que las conversaciones se sientan rígidas, forzadas o poco naturales.

En este post, exploramos los errores más comunes al escribir diálogos y te damos consejos prácticos para evitarlos.

1. Diálogos que suenan poco naturales

Un error común es escribir diálogos que no reflejan cómo las personas realmente hablan.

  • Ejemplo:
    "Hola, María. Estoy aquí para informarte que nuestro jefe, el señor García, ha tomado la decisión de transferirte al departamento de ventas debido a tus recientes logros."
  • Esto suena demasiado formal y ensayado para una conversación cotidiana.

Cómo evitarlo:

  • Lee tus diálogos en voz alta. ¿Suena como algo que dirías en la vida real?
  • Usa frases cortas, interrupciones y muletillas para que el diálogo sea más realista.

2. Uso excesivo de información (infodumping)

Es tentador usar los diálogos para explicar datos importantes, pero esto puede resultar poco creíble.

  • Ejemplo:
    "Como sabes, Ana, crecimos juntas en este pequeño pueblo y nos graduamos en 2010 del mismo instituto antes de mudarnos a ciudades diferentes."
  • Si ambos personajes ya conocen esta información, no tiene sentido que la digan en voz alta.

Cómo evitarlo:

  • Introduce la información de manera sutil a través de las acciones, pensamientos o conflictos de los personajes.

3. Falta de distinción entre personajes

Si todos los personajes suenan igual, el diálogo pierde autenticidad y se vuelve confuso.

Cómo evitarlo:

  • Dale a cada personaje una voz única. Considera su educación, cultura, personalidad y estado emocional.
  • Por ejemplo, un adolescente no hablará igual que un profesor universitario.

4. Uso excesivo de verbos de diálogo elaborados

Muchos escritores intentan evitar la repetición de "dijo" usando alternativas como "exclamó", "gruñó", "susurró", etc. Aunque pueden ser útiles, abusar de ellos distrae al lector.

  • Ejemplo:
    "No puedo creerlo," gruñó Juan.
    "¿Por qué no?" inquirió Sara.
    "Es simplemente imposible," vociferó Juan.

Cómo evitarlo:

  • Usa "dijo" o "preguntó" con más frecuencia; son invisibles para el lector.
  • Deja que el contexto y las palabras del personaje transmitan la emoción, en lugar de depender del verbo.

5. Diálogos redundantes o sin propósito

Cada línea de diálogo debe aportar algo a la historia, ya sea revelar información, desarrollar un personaje o avanzar la trama.

  • Ejemplo:
    "Hola, ¿cómo estás?"
    "Bien, gracias. ¿Y tú?"
    "También bien."
  • Este intercambio no aporta nada significativo a la historia.

Cómo evitarlo:

  • Antes de escribir un diálogo, pregúntate: ¿Qué objetivo tiene? ¿Qué quiero que el lector se lleve de esta conversación?

6. Abusar de las etiquetas de diálogo

Repetir constantemente "dijo" o "preguntó" después de cada línea puede ser innecesario y ralentizar el ritmo.

  • Ejemplo:
    "¿Cómo fue tu día?" preguntó Ana.
    "Bien, gracias," respondió Pedro.
    "Me alegra oír eso," dijo Ana.

Cómo evitarlo:

  • Usa acciones para reemplazar las etiquetas:
    "¿Cómo fue tu día?" Ana jugó con su taza de café mientras esperaba la respuesta.
    "Bien, gracias." Pedro sonrió antes de tomar un sorbo de su bebida.

7. Diálogos excesivamente largos

Los monólogos en los diálogos pueden volverse aburridos y poco realistas.

  • Ejemplo:
    "Bueno, lo que sucede es que creo que deberíamos reconsiderar nuestras opciones porque, aunque ya hemos discutido varias alternativas, no estoy completamente seguro de que hayamos explorado todo lo posible."

Cómo evitarlo:

  • Divide los diálogos largos en fragmentos más pequeños.
  • Introduce interrupciones naturales, como preguntas, reacciones o acciones del otro personaje.

8. No reflejar el subtexto

En la vida real, las personas rara vez dicen exactamente lo que piensan. Un error común es hacer que los personajes sean demasiado directos, eliminando el subtexto y la tensión.

Cómo evitarlo:

  • Incluye lo que los personajes no dicen: dudas, sarcasmo o mentiras encubiertas.
  • Por ejemplo, en lugar de que un personaje diga:
    "Estoy molesto porque no me llamaste."
    Puedes escribir:
    "¿Sabes qué? No pasa nada. Supongo que estabas muy ocupado para responder."

Escribir diálogos efectivos requiere práctica, pero evitar estos errores puede marcar una gran diferencia en la calidad de tu narrativa. Recuerda que los diálogos no solo deben sonar naturales, sino también servir a la historia y revelar quiénes son tus personajes.

¿Qué otros desafíos enfrentas al escribir diálogos? ¡Cuéntamelo en los comentarios y conversemos sobre cómo resolverlos juntos! 🖋️✨




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