Cociendo tu corazón

Capítulo 4: Misión escape

Al ver que no estaban en sus sillas, preguntó a sus compañeros si los habían visto pero no encontró respuestas positivas, al ver la puerta abierta solo le quedó ir a buscarlos fuera del bar.

Mientras los otros dos estaban buscando un coche para irse, con la realidad bien distorsionada por el estacionamiento.

–Tenemos que encontrar un coche e irnos, no vaya a ser que los zombies nos coman.-- Dijo Tea escondida en la parte frontal del lado izquierdo como si estuvieran rodeados y Emiliano sentado medio dormido.

–¿Dónde dijiste que estaba tu coche?

Le pregunto pero no contestó, volvió a verlo y solo vio un hombre sentado.

–Ya se durmió.

Y de una patada lo tumba y como si de un costal de papas se tratase cayó al suelo. (imaginense con una canción clásica y en cámara lenta)

–¡Estoy despierto!-- se levantó y gritó.

–¡Callate!. nos van a escuchar y van a venir a comernos.--Tea lo jalo para abajo y lo regaño.

–Perdón.--Dijo sobándose.

–Ya deja eso, ¿Dónde está tu coche? mi llave no se donde quedo y solo tenemos la tuya.

–Es bien facilísimo saber dónde está.

–Aja y ¿Por que llevamos mas de 10 minutos buscando?

–Por qué nos vamos escondiendo de los monbis.

–Haber tu, ¿Como es mas facil encontrarlo?

–Mira primero, es el único tesla y segundo con esta cosita.--y al presionar la llave comenzó a sonar un ruido.

–¡Nos van a descubrir!, corre.-- lo tomó de la mano y se echó a correr a donde provenía el sonido.

Ella estaba bien emocionada corriendo como niña, mientras que el casi se andaba cayendo pero seguía con el ritmo de Tea, que no era mucho ya que traia tacones, pero lo inevitable pasó, Emiliano se cayó de boca, lo cual provocó que Tea también lo siguiera a darle un abracito al piso. Tea callo de sentonazo y Emiliano de pecho.

–Ya casi llegamos al carro.-- le dijo Emiliano a Tea adolorido.

Tea solo se terminó de acostar en el suelo sin fuerzas

–Ya no puedo seguir, ve sin mi, yo me…

–Miren a estos dos dobles de actores, se ve que si les estaba saliendo su película.- habló el barman que por cierto se llama Mario.

Y aparecieron tres personas más, que eran el amigo de Emiliano y los cuñados de Tea.

*Unos 20 minutos antes*

Mario estaba preocupado por los dos, pero en eso llegaron dos coches. Del primero bajó un hombre y del otras dos personas del cual solo bajó una mujer. Se acercaron a Mario.

–Buenas noches, vengo a recoger a una mujer llamada Tea de Camacho Acosta. –comentó la Mujer con una voz dulce pero al parecer enojada

–Hola Marito niñero, vengo por el bebe gigante.--Dijo el hombre de traje sin preocupación.

–Buenas noches, y pues… como les explico…–Dijo un poco temeroso.

–¿Qué pasó? ¿Te rompieron algo?. dijo el hombre con una sonrisa

–No… más bien se escaparon, están los dos juntos así que…

–¿Como?.--Dijo la mujer interrumpiendo a mario

–¿Cómo se te van a escapar dos personas adultas?--Comentó el hombre

–Borrachos.--le completo la frase– Están tomados y dolidos.

–¿Dolidos?-- dijo la mujer confundida

–Bueno pero ¿Qué hacemos aquí?, vamos a buscarlos.--Dijo en hombre

Caminando por los coches seguido de los demás comenzó a hablar.

–¿Dónde está el coche de Emiliano? Tal vez estén en el coche.

–Lo dejo aquí derecho, creo–comentó Mario.

Los tres fueron donde el carro.

–Este es el carro de Emiliano ¿No?

–Sip, lo voy a revisar, conociendo a Emiliano lo dejo abierto

Se puso a revisar el coche y al intentar abrirlo sonó la alarma.

–¡¡Apaguenlo!!- Gritó la mujer.

–No se puede, solo lo puede apagar la llave o en un rato.

Se quedaron un rato esperando que se apagaran, cuando vieron corriendo a los dos borrachos como si un par de perros los estuvieran correteando, solo vieron como cayeron en el suelo por culpa de Emiliano.

–Huy pero que trancazo se metieron estos dos–Dijo sarcásticamente el amigo de Emiliano

Los cuatro fueron a ver como estaba ya que se habían quedado en el piso y los encontraron en su escenita esquizofrénica.

–Ya no puedo seguir, ve sin mi, yo me…

–Miren a estos dos dobles de actores, se ve que si les estaba saliendo su película.- habló Mario evidentemente enojado y acompañado de los tres individuos.




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