Codiciados

Capítulo 1

 

Instituto Foldi Elemek

Lira Archer  

 

Esto ya comenzaba a ser demasiado molesto para mí. Tener que aguantar a Kira “otra vez” no es de mis actividades favoritas.

- ¿Qué necesitas Kira? -pregunté con desdén rodando mis ojos.

-Señorita Kira para ti –corrigió- que no se te olvide Archer -respondió, a lo que solo tuve que morderme el labio para no soltar un insulto. Ella tenía razón- ¿Cómo es posible que no tengas sentido del humor? Jajaja, de verdad eres muy aburrida -se burló de mí, mientras que yo seguía con el ceño ligeramente fruncido por mi ropa toda manchada, debido a la malteada que hace solo unos minutos atrás, Kira lanzó sobre mí.

- ¿Eso es todo?... –insistí.

-No… Quiero que aprendas, en serio te lo digo ¿Qué sería de ti si no te enseño a respetar a quienes tienen un mayor estatus que tú y tu asquerosa familia? -defendió.

Solo pude respirar hondo y morderme la lengua.

- ¿Tendría una vida pacifica? -bromeé con sarcasmo.

-Eres muy graciosa… -me observó con una ceja alzada, mirándome de arriba hacia abajo y rodando los ojos- solo te vengo a recordar… -presionó un dedo por debajo de mi clavícula- No te atrevas a reírte de mí en público otra vez ¿Entendiste? -empujó más fuerte según sus palabras.

-Te recuerdo que fuiste tú quien se cayó en el suelo…y todos se rieron de ti aún sin mi influencia. Debes dejar de creer que todo es mi culpa -refuté.

-Es que todo es tu culpa… -rio- tú eres un error en este mundo… -de la nada, me agarró de mi cabello, tirándolo con fuerza, acercándome al barandal de la terraza en la que estábamos, jugando con dejar que me cayese.

Desde esa altura, algo me decía que es un poco imposible sobrevivir, o al menos, reaccionar- Personas como tú no deberían existir, eso todo el mundo lo sabe -acercó la mitad de mi cuerpo en el barandal.

De verdad que esta tipa tiene fuerza.

- ¡¿ESTÁS LOCA?! –Chillé con espanto- ¿Solo por qué no nacimos en cuna de oro como tú? ¡Tu mejor que nadie debería entender eso! ¡Tu familia habrá hecho mucho en la historia! ¡Pero tú no! ¡¡ASIQUE SUELTAME!! ¡Tú solo eres una persona que ocupa espacio en este lugar! ¡Nunca has hecho nada útil! ¡No encargues conmigo tus malditos miedos de decepcionar a tu puta familia! ¡Ese no es mi maldito problema! -grité como pude, intentando entre forcejeos que me dejara en paz, para volver a estabilizarme y no tener miedo de caerme.

- ¡NO TE ATREVAS A HABLAR DE MI FAMILIA! -gritó con mayor fuerza, alejándome del barandal para darle la cara- ¡TU NO SABES NADA! -y con eso, soltó una fuerte y ruidosa cachetada en mi mejilla, dejándome aturdida por un momento.

- ¡¿Y QUE SI LO HAGO?! –ataqué una vez recuperé el aliento- ¡A ti no parece afectarte el hablar de la mía! ¡¿Qué diría tu madre si supiera de todo esto?! ¡De lo que le haces a otros compañeros también!

-Ella no te creería… -su mirada de pronto se ensombreció y de golpe me soltó, permitiéndome ponerme en pie dándole la cara.

- ¡Ay por favor! ¡Todo el mundo sabe que ella prefiere creerle a un extraño que a su propia hija! ¡No me sorprende! Con el horrible carácter que te cargas…, no espero jamás que alguien esté tan desesperado como para escogerte primero… -escupí con puro odio. Ella solo se quedó en silencio, su mirada luchando entre creer lo que decía, y no dejarse avergonzar por “alguien como yo”.

-Eres de lo más bajo Archer… -continuó con una sonrisa torcida en su rostro- solo me hace falta decir mi versión a los medios para que tu familia entera caiga en desgracia…, solo necesito hacer una sola llamada… -sacó su teléfono del bolsillo, marcando un número, agrandando más esa retorcida sonrisa.

No puedo…, mi familia sufriría… Solo debo aguantar… un poco más

- ¡Está bien! -me rendí con mis manos alzadas, a lo que Kira dejó de teclear en su teléfono, mirándome con aburrimiento- No será necesario que llames a nadie…, solo… no hagas nada… -se cruzó de brazos, esperando mi respuesta- Lamento haberme burlado de ti en el casino hace unos momentos…, no volverá a pasar… -y con eso, coloqué mi mano derecha en mi pecho, en el lugar de mi corazón, y me incliné unos centímetros.

Ese era el modo en el que alguien debía mostrar respeto por alguien de mayor estatus social o personas mayores en general. Lástima que sea a Kira a quien deba mostrarle mis “respetos”.

-Me alegra que lo entiendas… -burló- ahora asegúrate de que no se repita -y con eso se comenzó a ir, no sin antes ordenarle a su “amiga” que botara todos mis cuadernos y útiles de mi bolso por el barandal- Eso solo es una pequeña lección ¿oíste? Solo debes obedecerme, nada del otro mundo, adiosito -y con eso se alejó, dejándome sola, observando mis cosas esparcidas por el suelo, siete pisos más abajo.

-Como odio los pisos de este instituto -susurré para mí misma con el ceño fruncido.

Me dirigí rumbo a las escaleras que están a un costado de los muros de la academia por fuera. A Kira le gustaba estar sola conmigo cuando me atacaba sin sentido. No sé a qué le teme, no es como si alguien se fuese a revelar contra ella de pronto…, aunque antes ya habían intentado protegerme, pero no pueden hacer mucho, ella vale más que todos ellos… y lo sabe.




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