—Ya queda poco… —suspiré tirándome en la mesa, acomodándome para dormir—. Ya no aguanto más… Salir de las clases a las cinco de la tarde no me hace bien para mi salud mental… —Me quejé fingiendo limpiarme una inexistente lágrima.
—No exageres Susan… —reparó Lira—. Al menos esta ya es la última clase, después podrás irte a tu casa, solo aguanta un poco… —Me enderecé de inmediato al escuchar eso— ¿Qué pasa? Te levantaste muy rápido.
—¿No quieres ir a algún lugar? No lo sé, tal vez a comprar o ir a comer —Creo que soné más desesperada de lo que quería.
—¿Te sientes bien? Hace un momento te quejabas de no poder ir a tu casa todavía… —Me miró con sospecha.
—No, no es nada, solo quería despejarme un momento antes de ir a casa, pero tranquila, solo preguntaba —reí intentando relajar la tensa reacción de Lira.
—De haber sido en otro momento, lo más probable es que haya dicho que sí, pero hoy les prometí a mis hermanos que cocinaría galletas…
—¿Tienes hermanos? —pregunté sin ocultar mi asombro.
—Si…, dos hermanos menores, son mellizos y me hicieron prometer que les haría las galletas de chocolate que les gustan, quizás mañana te traiga para que las puedas probar —Sonrió— ¿Tú no tienes hermanos?
—No… —suspiré con dramatismo, llevando el dorso de mi mano a mi frente como en desmayo—. Soy hija única, asique no entiendo nada de cuando me hablan de esas “cosas de hermanos” —reí con ganas al imaginármelo—. No creo tener paciencia para soportar a un pequeño haciendo desastres por todos lados.
—Tienes razón…, a veces no entiendo de donde saco la paciencia suficiente para soportar a mis hermanos, en especial a Luna, ella es un verdadero demonio cuando quiere. Eliot por otro lado es todo lo contrario, él es el único que puede detenerla —suspiró cansada y al mismo tiempo, soltando algunas sonrisas.
—¿Luna? ¿Eliot? ¿Así se llaman? —sonreí— ¿Qué elementos tienen? ¿Qué edad tienen?
—Wow…, una pregunta a la vez —Soltamos ligeras risas para que el maestro no nos reprendiera—. Papá escogió el nombre de Luna y mamá el de Eliot. Somos todos un poco diferentes, mi papá es el único que posee un elemento puro, el de agua. Eliot tiene el don derivado de la fauna y Luna tiene el de la flora igual que mi mamá.
—Y tú tienes el don derivado del rayo… —Contuve mi risa—. Eso sí que es muy parejo, tu familia es muy diversa Jajaja.
—¡No te rías! —chilló tan alto como teníamos permitido sin que nos retasen—. No es gracioso —Eso decía, sin poder aguantarse las ganas de reírse.
—Es cierto —reí—. En mi caso, tengo el elemento puro de fuego, al igual que mi madre. La única excepción es mi padre, él tiene el don derivado del hielo, aunque no lo muestra muy seguido…, en realidad, no recuerdo alguna vez que lo haya ocupado frente a mí…
—¿Quiénes son tus padres?... —preguntó de pronto.
—Emmn…, mi papá es un funcionario en una escuela, y mi mamá trabaja en el centro de estado… ¿Y los tuyos? —Intenté desviar la pregunta tan pronto como pude—. Y tus hermanos ¿Qué edad tienen?
—Mi papá es un trabajador en una fábrica de artefactos elementales, y mi madre es una científica, trabaja en un laboratorio y todo eso…, creo que más se dedica a la creación de fármacos… —sonrió con orgullo— ¡Oh! Y mis hermanos tienen catorce años, siguen asistiendo a la escuela.
—¿Qué se siente tener hermanos? —pregunté curiosa— digo, yo no tengo, asique no sé qué se siente.
—Raro…, bueno, más que nada debes dar el ejemplo porque si no, todo lo que hagas lo copiarán, eso es lo que creo que es más irritante ¡Oh! Y el que siempre se salgan con la suya —Su ceño fruncido me dice todo—. Mi mamá casi siempre los defiende, más a Luna que a Eliot, porque es la que más hace desastres…, pero no es tan malo. En general nos llevamos bastante bien, como familia…, me atrevería a decir que somos muy unidos… —Un brillo inundó la mirada de Lira cuando habló de su familia— asique…, no es tan malo en realidad. Ahora… ¿Cómo es ser hija única?
No sabía bien cómo responder a eso. Espero que no se decepcione demasiado.
—Bueno…, no es la gran cosa. Mis padres trabajan bastante, entonces solo estoy yo en casa, y claro, también están los sirvientes, pero no me tratan como nadie más que la hija de los Señores de la casa asique no es mucha la compañía que siento en casa… —Medité un momento—. Aunque hay una excepción. James es mi mayordomo, me ha acompañado desde siempre, asique supongo que él es la única compañía que tengo —reí un poco nerviosa, hasta que vi el asombro en el rostro de Lira. No sabía el por qué.
—… ¿Tienes sirvientes?... —preguntó temerosa— digo, supuse que eras alguien con dinero —Pasó una mano por su pelo— pero no creí que tanto así, por eso Kira ni se atrevió a decirte nada a ti. Todo tiene sentido ahora.
—No es la gran cosa… —dije un poco decaída—. En realidad, no hago mucho. Llego a casa, repaso las materias, entreno un poco y con el tiempo que me sobra nunca sé que hacer, asique solo salgo a caminar un poco, en realidad es un poco aburrido…
—¿Y sabes cocinar?...
—No…, mamá contrató a un chef para que se ocupara de todas las comidas del hogar —respondí con obviedad.
—Creo que nunca me terminaré por acostumbrar a tu estilo de vida —rio—. Pero yo podría enseñarte ¿Tus padres permiten visitas en su casa? —preguntó con emoción.
#5366 en Fantasía
#6147 en Otros
#734 en Aventura
magia de los elementos naturales, entrenamiento adolescente, peligro y muerte al acecho
Editado: 28.12.2024