—Tal vez deberías verlo más seguido… —Señaló Brooke—. No te vemos mucho, y sería bueno para Liam.
—Estoy trabajando, solo para que no les falte nada ¿Y todavía quieren más? —escupió Jordan. Su padre—. Ustedes solo gastan mi dinero. El dinero no me lo regalan Brooke, no puedo estar siempre haciendo malabares para complacerlos siempre…
—No culpes a Liam de tus derroches de dinero. Él vive por mi dinero, dinero que yo gano trabajando. Tú no nos das nada ¡Lo mínimo que pedía era que pasaras un poco de tiempo con él! —gritó, cansada de la misma pelea de cada semana.
—Él ya está bastante grande… —replicó—. No necesita que esté con él, ya no es un niño —respondió con desdén.
—Claro… —bufó— incluso cuando era niño, no lo cuidabas. No sé qué es lo que esperaba de ti —burló—. Sigo sin saber porque sigues viviendo aquí. Con tu dinero puedes marcharte a donde se te plazca… Y, sobre todo, con la zorra que te plazca—reclamó.
—¡NO ME HABLES DE ESE MODO! —gritó— ¡SOY TU PADRE! —golpeó la mesa con sus puños, haciéndola temblar.
—¡VAYA PADRE DE MIERDA QUE ERES! —bramó de vuelta. Con rabia se acercó peligrosamente a su padre, imponiéndose frente a él—. Eres un inútil en todos los sentidos, y eres incapaz de hacerte cargo de tu propio hijo… —acusó, poniendo un dedo en el pecho de su padre para darle pequeños empujones- No soy capaz de entender como una mujer tan maravillosa como lo era mamá, se pudo amarrar a un gran bastardo como tú —recibió un gruñido de advertencia—. De haber sabido que sería un monstruo como tú el que estaría a nuestro cargo, estoy segura de que mamá le habría dejado nuestro cuidado a alguien más —resonó fuerte la cachetada que Brooke recibió por Jordan, aturdiéndola.
—Amaba a tu madre Brooke… —resopló con frustración—. Su muerte fue dolorosa para todos, pero aún no lo entiendes…
—¿Dolorosa para ti? ¡JA! ¡NO ME HAGAS REIR! —negó con la cabeza—. No me digas que a ti te dolió…, no tienes derecho. Si te doliera no la habrías remplazado tan rápido con esa otra zorra de Adeline ¡No me vengas con que ahora te duele! —reclamó.
—Adeline no tiene nada que ver… —insistió— yo solo no podía…
—¡JA! ¡NO PODÍAS! —bramó con fuerza— ¡Por favor! ¡Tú te revolcabas con ella cuando yo intentaba calmar los ataques de pánico de Liam! ¡¿DÓNDE ESTABAS?!
—Brooke…, no sigas —advirtió.
—¿Qué no siga? ¿Con qué? —Alegó— ¿Con decirte la verdad? porque parece que no eres bueno escuchándola.
—Brooke… —gruñó por lo bajo.
—Ya entiendo… —sonrió para sí— te molesta que insulte a Adeline ¿Verdad? No te importa lo que diga… —Escupió con odio— solo te importa que no hable mal de ella… Que decepcionante —criticó.
—¡YA BASTA BROOKE! ¡FUE SUFICIENTE! —exclamó, perdiendo la paciencia.
—¡¿Y QUE VAS A HACER?! —provocó.
—¡YA NO HABLES! —gruñó.
—¡VETE DE ESTA CASA! ¡VETE CON TU ZORRITA! ¡Y VETE DE NUESTRAS VIDAS! —respiraba entrecortadamente, pero continuó— Esta ya no es tu casa… Vete haciendo la idea… Mamá la dejó a mi nombre, asique te doy solo dos meses para que desaparezcas —amenazó.
—¿Todo esto es solo porque no le doy atención a tu hermano? —masculló. Su ceño siempre fruncido, ahora era más marcado que nunca. Sin duda, esto no era algo muy bueno.
—Tu hijo… —corrigió, con odio reflejado en sus ojos— Nosotros te necesitábamos, hace tiempo lo hicimos. Queríamos a nuestro padre a nuestro lado durante el duelo… ¿Y qué fue lo que tuvimos? —Se burló, ya sin fuerzas— un bastardo que no llegó…, y que cuando lo hizo, solo fue para meter a la cama a una mujer que no conocíamos. No tienes idea de las veces que salimos de casa, porque Liam preguntaba sobre los sonidos raros que salían de tu habitación. Habitación que días atrás, compartías con mamá…
—Quieres que llore igual que tú… —se burló al ver las frustradas lágrimas de su hija mayor.
—Quiero que te vayas de mi casa…, eso es lo que quiero, y es lo que vas a hacer —no se dio cuenta en qué momento se había puesto a llorar, pero no le importaba. Al menos lograría que se largara.
—¿O si no qué? ¿Qué vas a hacer? —retó.
—Sacarte a la fuerza… No me cuesta nada —se mofó— La mierda no es difícil de sacar.
—No eres capaz de vencerme… —la miró de pies a cabeza, solo para reírse al terminar—. Eres una inútil para una pelea.
—Que cobarde… —provocó—. No eres rival para mí.
Jordan perdió lo poco que le quedaba de cordura en esa casa. Se levantó de un golpe aventando la silla, y Brooke retrocedió por la sorpresa. Jordan la tomó del cabello y tirando de ella, la sacudió como si de una muñeca se tratase y golpeó su cabeza contra la mesa repetidas veces, abriendo una herida en su ceja.
Jordan se inclinó hasta llegar al oído de Brooke— ¿Qué no te puedo vencer? Que patética…
Brooke no quería gritar y alertar a todo el mundo, esto no era nada para ella, y sonrió por ello. Se mordió la lengua hasta sangrar por el esfuerzo. Estando con la cara pegada en la mesa, solo pudo alcanzar un tenedor, lo tomó e intentó clavárselo en el estómago de su padre. Este sonrió al lograr apartarse sin que su hija lograra lo que quería, pero su sonrisa se borró al darse cuenta de que eso era lo que ella buscaba, ella solo quería más espacio para sí misma. Brooke le guiñó un ojo, cuando alzó sus manos a la altura de sus hombros y todas las tuberías comenzaron a temblar por el agua que le respondía, y se comenzaron a abrirse paso para ella. De golpe, todas las llaves de agua y aspersores temblaron y se abrieron, dejando pasar una gran cantidad de agua que no mojaba nada, todo iba a las manos de Brooke para su manipulación.
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magia de los elementos naturales, entrenamiento adolescente, peligro y muerte al acecho
Editado: 28.12.2024