Codiciados

capítulo 12

Capítulo 12

Esto es demasiado frustrante…

¡NI SIQUIERA SÉ COMO ME METÍ EN ESTA BURBUJA! ¡¿EN QUE JODIDO MOMENTO LLEGUÉ AQUÍ?!

Estaba a un lado de la fiesta cuando todo empeoró. Quise irme del baile para irme a descansar, pero mis hermanas me rodeaban cada vez que podían y me prohibían irme, tanto así que parecían cuervos asechando mi cuerpo.

Luego de que el Suveran hablara conmigo sobre algunos buenos planes a los que podría optar si decidía seguir a los Zersenas de mi elemento, me fui a la mesa de los bocadillos intentando relajarme de ese momento bastante tenso, aunque no podía dejarlo pasar. Cuando comencé a caminar con mi máscara puesta, el resto de los invitados definitivamente me comenzaron a lanzar miradas de aprobación, pero yo seguía sin sentirme cómodo con toda esa atención, por lo que intenté salir a los jardines para respirar un poco de aire, pero en esta casa no puedo estar un solo jodido minuto en paz, porque me encontré a Kira esperándome sentada en una de las bancas frente a las escaleras de la salida…

¡¿MI SUERTE NO PODRÍA SER PEOR?!

Intentó persuadirme para ir a bailar con ella en el salón e incluso me arrastró devuelta a la mansión ¡Todo lo opuesto a lo que yo quería! Pero le valió muy poco. Al principio me quise negar con cortesía, después de todo, yo era uno de los anfitriones de la casa, pero se negó a irse esa noche sin bailar conmigo al menos una vez. Estaba por acceder de malas ganas, pero en ese momento llegó Susan Edwards, quien a la fuerza me tiró del brazo para llevarme a bailar, solo con la pura intención de joderle la vida, aunque solo sea un poco, a Kira.

Nuestro baile si fue muy sorpresivo, después de todo, nunca hemos hablado demasiado. Solo un poco de cortesía por parte de ambos y eso es todo.

Al menos me salvó de Kira, a quien no he vuelto a ver desde eso…

¡Cuando al fin pude descansar de todo y de todos! Fue cuando pasó lo de ahora.

Descansé apoyado de una de las columnas del salón. Ya todos estaban disfrutando mientras bebían y no me prestaron demasiada importancia, así que me relajé un momento.

Al levantar la vista al frente, vi una extraña figura negra entre los invitados, pero ellos no parecían notarlo en absoluto. Agité un poco mi cabeza, creyendo que solo era mi imaginación, pero esa cosa seguía ahí deambulando. Me quité la máscara y fue cuando ya no lo veía por ningún lugar, como si se hubiese esfumado de la nada, pero al volver a colocármela, esa cosa volvía a aparecer.

Mis manos comenzaron a iluminarse con aquellas Runas extrañas de la última vez. Quise taparlas para que nadie más las pudiese ver más que yo, porque todavía no les había dicho nada a mis hermanas respecto a esto. Pero eso pareció llamar la atención de esa cosa que caminaba a paso lento hasta que me vio.

De pronto ya no era solo uno el que daba vueltas por el salón, si no que eran cuatro los que comenzaron a caminar rápidamente hacia mí, parecían estar siendo atraídos a mí por alguna razón que no entendía. Quise cubrirme antes de que me saltaran, pero nada pasó, simplemente es como si se hubiesen detenido por completo.

Pero no.

Una especie de burbuja mágica me rodeaba, y eso evitó que esas cosas me pudiesen saltar, y apenas tocaban esta burbuja se desintegraban en el aire. Volvían más, pero ninguno pasó la burbuja cosa que terminó por espantar por completo a esos seres que decidieron continuar con su deambulación por todo el salón. Ahora…, el problema en el que estoy es que no puedo salir de aquí.

Esta burbuja no solo parece que evita que otros lleguen a mí, si no que tampoco me deja salir a mí de aquí. Lo que lo hace bien jodido para mí.

—Yo solo quería irme a mi habitación… —suspiré en voz alta.

Después de todo, pareciera que nadie puede verme ni oírme para nada. Estuve como veinte minutos en intentar llamar la atención del resto, pero no parecen poder escucharme y menos poder verme.

Pasó un poco de rato y me acomodaba como podía para poder estar más cómodo, por lo que me movía demasiado. Y no es que tuviese un espacio muy pequeño, pero a esa burbuja no se le pudo ocurrir crearse cerca de algún asiento, para yo poder descansar…

—Obvio que eso no iba a pasar… —murmuré.

Miré con aburrimiento toda la escena, pero nada me divertía, asique no puse demasiada atención. Excepto cuando llegó el joven Liam Bennett.

Pareciera que se tomó su tiempo para venir a la fiesta…

—Que poco puntual… —resoplé.

Pero quedé helado al ver que Liam parecía estar viéndome desde lejos. Quise alegrarme, pero supuse que solo estaba viendo algo detrás de mí, asique volví a apoyarme en la columna de antes frunciendo el ceño y resoplando.

—¿Recibes a tus invitados con esa cara? —habló Liam frente a mí.

¡¿PASÓ LA BURBUJA?!

Mi rostro de impresión debió ser obvia, considerando que ladeó la cabeza en señal de pregunta, pero no lo tomé en cuenta. Corrí a un costado de él, pero choqué fuertemente con la barrera que me había estado rodeando desde hace rato y caí al piso.

—Sé que no soy un invitado estrella, pero me siento profundamente dolido al ver como querías huir de mí de esa forma Jajaja… —­Me ayudó a levantarme con cuidado por el golpe que me di— ¿Seguirás sin hablar? ¿Cómo te caíste? ¿Te resbalaste con algo?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.