CAPITULO 1.
VIERNES CHANTILLY
Axl
Código 04441644 C
Tierra: Abril 04 - 2024 d.C
Dione: Órbita 45,926 d. H
T36 - U912 - M3069 - MM5199
— No me lo creo, Bill. No me lo creo. — me paso una mano frustrada por la cara y suspiró fuertemente para llamar su atención, pero mi hermano sigue en su celular, como si lo que acaba de decirme no fuera importante en lo más mínimo. — ¿Y bien? — nada, ni una señal. — Escucha, Bill, esta no es solo tu casa, también es la mía.
— De hecho, no es la casa de ninguno. — me dice viendo su celular, pero cuando finalmente me mira, lo hace como si yo fuera la última persona a la que quisiera ver. — Es de papá. Y lo sabes bien.
Vale. Eso me tomó por sorpresa. La verdad es que es de papá, pero hace siglos que no se nada de él.
— Pero papá apenas y se pasa por acá, Billy. Además, sabes a lo que me refería: acá no solo vives tú, también vivo yo, Sarah y los gemelos.
— Sarah ya está en edad para asistir a fiestas y los dos enanos se pueden quedar con Peggy. — deja de observarme cuando le llega una notificación, sin embargo, no tarda si no unos segundos en formar una sonrisa. Esa sonrisa no me gusta.
— ¿Qué hiciste ahora?
— ¡Oye! — me da un golpecito en la pierna. — Qué poca fe me tienes, hermanito.
— Solo dime qué no tendré que pagar tu fianza cuando la policía venga a detenerte por lo que sea que hayas hecho. — él suelta una carcajada corta y yo me digno a mirarlo a los ojos para que continúe.
— Bien. ¿Recuerdas hace unos 5 minutos cuando te dije que tendríamos una fiesta acá en casa? — sonríe como si fuese un niño chiquito diciendo algo completamente inocente.
Yo solo le levanto una ceja.
— Corrección. Tú tendrás una pequeña reunión en nuestra casa. Porque sí, dijiste una pequeña reunión.
— Ajá, ajá. — hace un gesto con la mano para quitarle importancia. — Pequeña reunión. Fiesta. ¿Cuál es la diferencia?
— Mm, déjame pensar... ¡Muchas! Literalmente son lo opuesto.
— No creo que sepas cómo se usa la expresión “literalmente” — dice haciendo comillas.
— ¡Ah! Ve al grano, Bill.
— ¿Qué? Ah, sí... bueno, supongo que la voz se corrió... eh... tal vez la voz se corrió mucho, de hecho. Y...
— ¿Y...?
— ...Y ya van noventa y tres personas que me confirman que vendrán el viernes con acompañantes.
— ¿Qué...? Noventa y...? No, espera — cierro los ojos tratando de comprender esta mierda — ¿dijiste viernes?
— Síp, viernes.
— Billy...
— Tranquilo, Axl, falta una eternidad para que sea viernes. — voltea los ojos y vuelve a mirar su celular. — Uh, noventa y cinco.
Esto no es cierto. Esto no está pasando.
— Billy... — me paso las manos por la cara implorando paciencia. — Tú sabes que hoy es jueves, ¿verdad?
— ¿Eh? — él pareció realmente perdido cuando movió la pantalla de su celular.
Pude ver el momento exacto en el que se daba cuenta de que, en efecto, era jueves y de lo que eso implicaba.
— ¿16:44 pm, jueves 4 de abril? — leyó — ¿Qué...? ¿Estamos en abril?
Sinceramente, no sé cómo no lo maté en ese preciso momento.
— Estamos a jueves, y tu estúpida fiesta ha de ser mañana, ¿no?
Él se levanta y coge sus cosas, dejándome ahí en el sofá confundido.
De repente, se vuelve y me pone una mano en el hombro.
— Gracias, hermanito, si no me hubieses hecho ver la fecha no habría conseguido nada para la fiesta.
¿Cómo no lo estoy matando?
Mierda.
¿Cómo no lo estoy haciendo?
Un momento. ¿Qué hora dijo que era?
— Oye Bill… ¿Tu no tienes un programa que dirigir?
— Es primavera hermanito, pre – grabamos todo en las mañanas.
El ya está cogiendo sus llaves para salir.
— Ahh si…
— Voy a la tienda, ¿quieres algo?
— Un hermano nuevo sería ideal.
— Uhm, lástima que sea un supermercado pequeño.
Y así sin más, se fue.
Una fiesta.
¿Mañana?
¿En mi casa?
Pero ¿Qué hice yo en mi vida pasada?
°°°
Tierra: Abril 05 - 2024 d.C
Dione: Órbita 45,926 d. H.
T36 - U912 - M3069 - MM5199
— Esta casa sí que es fea. — mascullé para nadie más que para mí.
Estaba frente a la casa de los Ritter, una adorable pareja de ancianos, con una casa multicolor horrenda.
Subí los cuatro escalones rechinantes de color verde musgo y toqué el timbre.
— ¡UN MOMENTO! — gritó la señora Ritter desde dentro de la casa.
Tras unos segundos, escuché pasos acercándose y la puerta se abrió.
— ¡Axl! Querido, qué alegría es verte siempre — la señora Ritter tenía la piel clara, pecosa y llena de arrugas. Era la mujer más amable del universo y en ese momento, desde su corta estatura, me mira con una sonrisa de punta a punta.
— Peggy... — la saludo y me agacho para darle un abrazo.
Peggy siempre cuidó de nosotros los Foley. Nos recibía en casa con mucho té caliente y largas historias de sus tres matrimonios, 5 hijos y mil nietos.
Le tenemos, todos, mucho cariño.
— ¿Quieres pasar, cariño? — ella siempre hablaba con ese tono y mirada perdida, es adorable; sin embargo, no podía quedarme.
— No, lo siento, no me da el tiempo — ella asiente con la cabeza comprendiendo, Peggy siempre comprendía — de hecho, quería preguntarte si...