Código: Kitten Honey

Capitulo 3: Señal de vida

Milly caminaba relajada escuchando música emocionada agregando todo lo que encontraba en su reciente descubrimiento: Spotify, era maravilloso, cuanta música podía encontrar ahí, era todo un mundo nuevo por conocer, aunque a veces la fastidiaba no saber usar bien el móvil, porque a pesar de conocerlos y saber mas o menos como funcionaban, nunca había pasado tanto tiempo con uno en sus manos y aun no se creía que tuviera uno propio.

Aunque, algo que vio le quedó dando vuelta en la cabeza. Le parecía sospechoso que alguien tuviera tantos móviles, eso era típico de estafadores, al menos en su mundo. Mientras caminaba por la gran entrada del sofisticado colegio repaso la noche anterior.

Hwa estaba estirado en uno de los sofás del apartamento que ahora compartía con la "pareja" y Milly no dejaba de mirar la pantalla de su móvil ya que este jugaba un videojuego muy llamativo y colorido.

— ¿Cuál es ese juego? Nunca lo había visto.

— Genshin Impact — le dijo sin apartar su vista del móvil.

— ¿De qué se trata?

— Eh... leer — busco info en Google para que leyera por su corto manejo del español.

"Genshin Impact es un juego de acción ARPG de mundo abierto free-to-play con una mecánica de monetización de Gacha para conseguir elementos adicionales como personajes especiales y armas."

— Ah... — respondió la muchacha entendiendo la mitad.

— Puedo hacer una cuenta — le dijo animado hasta que recordó que no tenía móvil — verdad, no tener móvil.

— Pos sí... casi tuve uno genial, un Xiaomi Shark Pro 2 pero lo devolví porque el chico se puso a llo...

<<Mierda... no voltees, no voltees, estúpida estúpida lo olvide por completo>> pensó sintiendo una mirada sobre sí.

— ¿Eras lanza? — pregunto Dave que hasta ese momento había estado en silencio sentado en la mesa americana de la cocina concentrado en su computadora portátil.

— A veces... pero no porque quisiera, solo lo hice dos veces... cuando el hambre no me dejaba pensar... — explica apenada mirando hacia el piso mientras juega con sus manos nerviosa.

— ¿Y robaste un Xiaomi Shark 2? ¿A quien? — le preguntó entrecerrando los ojos. Milly lo noto de reojo estremeciéndose.

— Ah... A un chico universitario y... y era gooordo muy gooordo, un gordo de esos nerd y le dio algo por correr tras de mí y lloraba y entonces me asuste y se lo devolví, no quería tener el teléfono de un muerto, si le dio un infarto — explicó rápidamente.

— Ya veo — le dijo Dave evidentemente poco convencido levantándose del lugar que ocupaba para ir hasta una cajonera de un mueble, en este busco algo y se lo lanzó la chica que lo atrapó sorprendida.

— ¿Eh? — se sorprendió al mirar sus manos y ver que era un móvil, se veía nuevo, luego recibió un cargador y unos audífonos. Al levantar la vista, no pasó desapercibida para su mirada la cantidad de móviles en ese cajón, que el hombre cerró apoyándose en el mueble. La mirada de la muchacha subió hasta encontrarse con la suya — ¿Y qué onda con esto? — preguntó con un evidente gesto en su cara de no entender.

— Quédatelo, es tuyo... ya cumplió su uso... — le dijo relajado el castaño.

— Pero... — miro el equipo era un móvil del año, no conocía el modelo, pero con una ojeada rápida a la cámara noto que era un excelente Xiaomi gama media. Volvió a mirar al hombre — Pero... ¿es broma? porque si es así, es muy triste jugarle una broma así a una vagabunda...

— No, no lo es... — caminó a otro mueble y de otro cajón sacó algo más, luego se acercó a ella y se lo entregó — aquí tienes un chip nuevo, ahora úsalo y entretente. Ah y cuídalo, no te lo vaya a robar un lanza — le dijo mientras tomaba su equipo y se fue a su habitación con una risita.

Lo primero que vino a su cabeza al tener el equipo entre sus manos fue ver las redes sociales de Drake, sonrió, aunque levantó la cabeza nuevamente con un semblante entre serio y enojado mirando a Dave que se perdía por el pasillo caminando hacia su habitación.

— ¡Oiga! tío Dave — le dijo la risueña muchacha.

— No me digas así — le gruñe mientras se voltea a mirarla — ¿Qué quieres?

— ¿Cuando va a contactarse con Drake?

— Aun no... eso lo veré yo... — la muchacha se enfado.

— ¡Pues no! no puede seguir siendo así de inconsciente, no se que lo tiene tan ocupado, pero la angustia que tiene su hijo no puede esperar — le replica enojada.

— ¿Y eso significa qué? — le pregunta desafiante levantando una ceja.

— Que si no piensa aparecer pronto frente a sus ojos, al menos le mande un mensaje por alguna red social, tiene 24 horas, sino yo misma le diré donde vive, no tengo nada que perder...

<<Es cierto, no puedes quitarle algo a quien no tiene nada>> Pensó Dave sonriendo, movió la cabeza negativamente y siguió su camino en silencio. La muchacha bufó enojada.

— ¡Uyyy! — miro a Hwa — ¿No te molesta que sea así? A todo esto ¿Si son pareja porque no duermen juntos?

— ¿Dor-mir juntos? — movió la cabeza negativamente tapándose el rostro con las manos — vergüenza... mi cultura... no

— ¡Ah! lo siento lo siento a veces no controlo lo que digo...

Habían más cosas sospechosas de ellos que no le acababan de cuadrar en la cabeza, no tenía claro si estaba bien en sus sospechas o solo eran "imaginaciones suyas" por no saber cómo funciona una pareja en realidad, además de ser de culturas diferentes como decía Hwa, pero algo en Dave sobre todo le levantaba sospechas, se perdía la mayor parte del tiempo en su habitación a la cual tenía prohibido entrar, su espacio de movimiento estaba limitado a los espacios comunes y su habitación, aunque le parecía normal y no, era una extraña y además una vagabunda, era posible que pensaran que les podía robar algo y parecían tener todo tipo de artefactos tecnológicos caros, pero las pocas veces que se había acercado demasiado a su habitación que estaba al final del pasillo lo más lejos de todos, se sentía una extraña sensación de frío, similar a cuando abres la puerta del refrigerador, esto le llamo la atención una vez que estaba barriendo para "cooperar con algo" y el aire frío que llegaba a sus pies la hizo inclinar la cabeza, frotándose los ojos, pensando que no veía bien al notar el típico aire frío blanquecino de los refrigeradores escapando bajo la juntura entre la puerta y el piso, pero la sensación fría de sus pies no mentía, lo encontró bastante raro puesto que en el resto del departamento había otra temperatura igual menor a la ambiente gracias al aire acondicionado, pero nunca tan frío como para eso; Hwa le había dicho cuando pregunto porque el aire acondicionado estaba todo el tiempo encendido, que Dave odiaba el calor y le preguntó a éste ya que era poco lo que realmente interactúan con el sarcástico castaño, aparte de cenar con ellos no era mucho más los momentos en que hacían algo juntos y uno que otro capítulo de alguna serie de netflix o doramas coreanos que se sentaron a ver en el sofá en algún momento, eso sí, él siempre estaba con un portátil, siempre y le había visto varios modelos distintos, esto se sumaba ahora a los numerosos móviles en ese cajón.




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