Código Prohibido

Capítulo 10: El Despertar de Alina

Alina no podía creer lo que acababa de escuchar. La idea de que su mente fuera un "punto débil" del Código Cero le parecía absurda. Sin embargo, el peso de las palabras de Cassandra seguía resonando en su mente. "Tu mente es más poderosa que el sistema."

Era como si toda su vida hubiera sido una mentira. ¿Cómo podía alguien tan común como ella tener el poder para detener algo tan vasto y complejo? ¿Por qué no había notado nada hasta ahora?

Cassandra parecía notar su confusión y se acercó con calma, como si supiera exactamente por lo que estaba pasando.

—Te entiendo, Alina. No es fácil. Todo lo que conocías se está desmoronando, pero es la única verdad que tenemos ahora. Tú eres la clave para cambiarlo.

Alina no respondió de inmediato. Su mente estaba llena de preguntas, de miedo y de una creciente sensación de impotencia. La gravedad de lo que implicaba esta nueva realidad la estaba aplastando.

—¿Y cómo debo… cómo se supone que debo hacer esto? —preguntó, su voz temblorosa. Ni siquiera sabía por dónde empezar.

Cassandra la miró con un brillo de determinación en los ojos.

—Tu mente está bloqueada, pero no es algo que no podamos desbloquear. El Código Cero teme lo que no puede controlar, lo que no puede predecir. El poder que tienes dentro de ti, Alina, no se trata de tecnología. Se trata de tus recuerdos, de lo que el sistema no ha podido borrar.

Kael, que había estado en silencio todo el tiempo, dio un paso adelante, rompiendo la tensión que se había formado en el aire.

—Cassandra tiene razón. Y no estás sola en esto. Hay más como tú, más personas con habilidades como las tuyas. Pero la clave es que tú eres la primera que tenemos que liberar.

Alina no podía dejar de pensar en lo que había perdido. ¿Qué recuerdos eran esos que el sistema no podía borrar? ¿Por qué no los recordaba? Sentía que había una pieza vital de sí misma que le faltaba, pero no sabía cómo encontrarla.

—¿Y cómo lo hacemos? —preguntó finalmente.

Cassandra asintió con firmeza.

—Lo primero es que debes aprender a liberarte del Código Cero. Es un proceso que te llevará tiempo, pero ya hemos comenzado. El primer paso es simple: debes recordar.

Alina la miró fijamente, sin comprender del todo.

—¿Recordar qué?

—Tus recuerdos están allí, en tu mente. El Código Cero no puede borrarlos por completo. Si eres capaz de encontrar esa parte de ti misma, empezarás a entender lo que realmente eres capaz de hacer.

El aire se espesó con una energía palpable, como si todo estuviera a punto de cambiar. Alina sentía que algo dentro de ella comenzaba a despertar, una fuerza que había estado latente por mucho tiempo. Pero, ¿qué tan fuerte era esa fuerza? ¿Era suficiente para enfrentarse al Código Cero?

—Voy a ayudarte a recordar, Alina —dijo Kael, rompiendo el silencio—. Pero esto no será fácil. El sistema no dejará que lo hagas sin luchar.

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar las palabras de Kael. Sabía que la batalla contra el Código Cero sería peligrosa, pero no tenía opción. Si realmente quería cambiar las cosas, tenía que confiar en ellos, aunque eso significara enfrentarse a sus propios miedos.

—Lo haré —dijo Alina, sorprendida por la determinación que había encontrado en su propia voz—. Lo haré, no solo por mí, sino por todos los que están atrapados en este sistema.

Cassandra asintió, una sonrisa de orgullo cruzando su rostro.

—Esa es la actitud que necesitamos.

Entonces, Cassandra dio un paso atrás y comenzó a caminar hacia una puerta oculta en la pared del túnel. La puerta era de hierro macizo, y sobre ella había una inscripción que Alina no pudo leer con claridad desde su posición.

—Es aquí —dijo Cassandra, mirando por encima del hombro—. Este es el lugar donde comenzaremos tu entrenamiento.

Alina se acercó, y Kael la siguió sin decir una palabra. Cuando entraron, la oscuridad parecía envolverse a su alrededor, pero al instante, las luces en el techo se encendieron, revelando una sala llena de pantallas y dispositivos. Era un centro de control, pero no del tipo que Alina esperaba. Aquí no había monitoreos ni vigilancia, solo tecnología que se utilizaba para liberar mentes, no para controlarlas.

—Este es el núcleo de la resistencia —explicó Cassandra mientras los guiaba hacia el centro de la sala. Allí, había una gran silla de metal, con cables conectados a una serie de dispositivos de aspecto futurista—. Aquí es donde comenzaremos. Este proceso será… intenso. Pero si lo haces bien, comenzarás a recordar lo que el Código Cero ha intentado borrar.

Alina se acercó a la silla, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Todo esto era nuevo, extraño, y aterrador. Pero había algo más...




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