EN OTRO LADO...
Una mujer joven corría de un lado a otro dentro de las paredes del palacio lanzando órdenes a cuanta persona y criatura viera, pues se le había avisado con muy corto tiempo de anticipación que habría un invitado especial a la cena real.
Los manteles eran cambiados de color constantemente, al igual que los platos, copas, utensilios y otros objetos para adornar la mesa, pues al no saber quién era el invitado especial la mujer se mostraba indecisa sobre cuáles eran los implementos adecuados. Hubiese sido más fácil que se le informara de que reino o provincia venía el invitado misterioso, así su tarea no se vería tan obstaculizada, pero la falta de información le complicaba una simple elección de manteles.
Con algunos cabellos fuera de su lugar la mujer se dispuso a conseguir información extra que pudiera ayudarla, a paso apresurado se dirigió hasta el despacho real, y después de tocar un par de veces abrió la puerta con lentitud.
Al otro lado de la habitación se encontraba su rey, sentado revisando papeles mientras la reina se encontraba a su lado escribiendo apresuradamente. Al oír la puerta abrirse ambos levantaron la cabeza, encontrándose a la mujer pidiendo un permiso silencioso para entrar.
- Irene, pasa por favor - exclamó Tatiana mientras volvía a su escritura apresurada.
Irene se abrió paso y solo cuando estuvo dentro completamente pudo visualizar a la princesa Levana sentada en el sillón individual con el príncipe Justin sentado en su regazo, quien estaba atento al cuento que su mayor le relataba.
Haciendo una pequeña reverencia camino apresuradamente hacía el escritorio y se detuvo a una distancia prudente mientras juntaba sus manos a modo de súplica.
- Por favor mi rey, le ruego que sea tan amable de especificar quien es el invitado especial - exclamo - Solo necesita decirme su nombre, su título o su reino, no pido mucho... Es solo que es imposible para mi preparar el comedor de forma apropiada sin saber de quién se trata, incluso los cocineros reales están nerviosos pues no saben que preparar con exactitud, temen ofender a su invitado - añadió como una pequeña mentira blanca, pues el menú de la cena se estaba llevando a cabo sin problemas.
- ¿Enserio? - preguntó Rowan mientras levantaba la mirada con expresión divertida, siempre le había parecido gracioso el hecho de que Irene lograra llegar al borde de los nervios por cosas tan pequeñas, aunque valoraba su esfuerzo y sabía que en la mayoría de las circunstancias su actuar era justificado, aun así él hacía lo posible por disminuir esa carga, sobre todo ahora que la mujer se encontraba con cinta.
- Se me han comunicado que les es imposible preparar la cena sin esa información - añadió con dramatismo. La verdad es que ella pudo haber preparado el comedor de forma sencilla sin tanto problema, pero al no obtener la información deseada algo en ella se bloqueó, pues veía imposible el hecho de no saber siquiera de quien se trataba ya que generalmente siempre se enteraba de todo lo que sucedía en el palacio, así como estaba acostumbrada a que se le informará con antelación en caso de tener invitados especiales.
- Ya veo - murmuro Rowan levantándose, mientras le dirigía una mirada a Tatiana quien automáticamente se levantó riéndose levemente en el proceso - Entonces si voy ahora mismo a las cocinas reales veré a los cocineros frustrados sin poder preparar absolutamente nada, ¿es correcto? - pregunto mientras tomaba la mano de Tatiana.
- Bueno... - Irene dejo escapar una risa nerviosa, pues no pensó ser atrapada tan fácilmente.
- No digas más, iré inmediatamente a la cocina para hablar con ellos - exclamo Rowan mientras caminaba dramáticamente a la salida, él era consciente de que sus hijos habían dejado de leer para observar el espectáculo que su padre estaba haciendo e incluso Tatiana había cubierto su boca con una mano intentado ocultar su sonrisa para no delatar a su marido.
Irene presa del pánico camino apresuradamente hasta situarse frente a Rowan, mientras tocaba su vientre ansiosamente.
- ¡Majestad espere! - exclamó deteniéndolo - ¿No cree que su presencia puede añadir más presión a su labor? Si solo me da esa información iré enseguida a las cocinas para asegurarme de que todo marche según lo planeado - a pesar de su intento de arreglar la situación y no ser descubierta, Rowan estaba dispuesto a seguir con su acto.
-Tontearías - exclamo mientras ponía una mano en su pecho haciendo énfasis en sus palabras - Si mi gente no puede hacer su labor adecuadamente por un pequeño problema, mi deber como Rey es ir a verlos para calmar sus corazones - gentilmente Rowan movió del medio a Irene mientras seguía su rumbo para salir.
- ¡Alto! - exclamo Irene incapaz de seguir manteniendo su mentira - Por favor alteza no lo haga, fue una pequeña mentira de mi parte para ver si podía conseguir algo de información, por favor no alarme a los cocineros, ellos están haciendo su trabajo sin problemas - dijo sin aliento mientras intentaba respirar.
De inmediato la risa de Rowan resonó en el lugar haciendo que sus hijos lo secundarán divertidos por la escena, Tatiana negó levemente soltando pequeñas risas mientras se acercaba a Irene con la intención de ayudarla a sentarse, pues aunque la broma había sido divertida el estrés de más podía afectar a su pequeño bebe.
Levana se levantó para ayudar a su madre acercando una silla hasta Irene quien se sentó mientras respiraba lentamente.
Rowan se acercó hasta arrodillarse frente a ella y después de unos segundos tomo una de sus manos.
- No podías aguardar hasta la cena para verlo por ti misma - dijo mientras tomaba el vaso de agua que el pequeño Justin le dio para pasárselo a Irene -Siempre tienes que saber todo lo que sucede sin importar que, mujer entrometida - añadió la última parte en susurro, para ver como Irene se levantaba indignada ante sus palabras.