Capítulo 27: Naeron.

POV ALEXIS

Los preparativos para el baile habían empezado con dos días de anticipación. Al preguntar por qué aprendí que ya que se invitaba a realeza de toda clase y todos tenían permitido entrar en palacio se preparaban 7 salones que servían como sedes, siendo el castillo la sede principal del evento.

Para entonces ya me habían hecho 5 pruebas de vestuario para el baile, al parecer tendría dos cambios, uno para la fiesta de cumpleaños de Justin y otro para el baile. No le veía el caso pero no me quejaría de lo que yo misma había aceptado.

Mientras caminaba por los pasillos veía a personas cargando mesas, sillas, manteles y adornos varios en diferentes direcciones. Otros por el contrario se dedicaban a gritar indicaciones, aunque sin duda la voz que más hacía eco era la de Míster Étienne, quien dirigía a todos con una calma que parecía de acero.

Ya que los preparativos empezaban nos vimos obligados a reducir nuestras lecciones, por suerte ya había aprendido los bailes en los que estaba obligada a participar. Y aparte de algunos nombres y normas que escapaban de mi mente por momentos estaba prácticamente listo. Así que tenía más tiempo libre para hacer lo que yo quisiera. Que viéndolo objetivamente se reducía a investigar, dibujar y caminar por el palacio intentando adaptarme.

No había tenido suerte de ver a Zephyr en ningún momento, pero los libros que encontré me dieron una idea vaga de cómo era el espejo, por desgracia después de la guerra nadie sabía su paradero exacto ni quien había sido su ultimo portador. Este había pasado a manos de amigos y enemigos hasta acabar en el olvido.

Y ya que eso había sucedido hacía casi mil años todo lo relacionado con el parecía más un cuento que otra cosa. También intente buscar referencias del "Libro del Guardian" pero no había conseguido mucho acerca de eso, al parecer en la historia de Marea Roja habían existido 146 libros pertenecientes a guardianes, y ninguno se relacionaba directamente con el espejo.

Teniendo eso en cuanta decidí esperar a que Zephyr apareciera para darme más información. Pude haber preguntado al tío Rowan, pero había salido de viaje y no volvería hasta el baile, y dudaba que Tatiana con sus mil deberes pudiera ayudarme. Así que mi única opción fue conformarme con lo que sabía y escribirlo en un cuaderno para no olvidarlo.

Tampoco podía sacar de mi cabeza la amenaza que había recitado Zephyr. Al investigar un poco más resulto que el bosque de hielo y fuego era un pequeño bosque a casi 3 horas de la capital. Su nombre real era el Bosque del Olvido, de ahí el nombre de las criaturas que habitaban en él, por lo que leí era un lugar desolado y muy peligroso, en el que pocos se aventuraban y aún muy pocos volvían.

Las criaturas que allí habitaban eran tan antiguas que no reaccionaban bien a las visitas no deseadas, y ya que ellas cuidaban del bosque, este les devolvía el favor ahuyentando a quien entrara, algunos salían completamente congelados y otros incinerados, de ahí en apodo del bosque de hielo y fuego.

No pude evitar preguntarme que era lo que venía, y por qué yo debía buscar esos objetos, pero Zephyr no me había dado tiempo de pensar antes de aceptar. Algo de lo que me arrepentía claramente.

- ¡Alteza! El comandante la busca en el campo - asentí hacía Dylon, el asistente del Comandante, lo había conocido hace un par de días y era muy agradable, aunque no pude evitar pensar que eran padre e hijo, por su parecido. Pero no me había atrevido a preguntar.

Camine junto a Elena y Dylon en dirección al campo, sabía para que me querían, aunque para su desgracia yo aún no tenía la respuesta que querían.

Al llegar al campo visualice al Comandante discutiendo con algunos alumnos jóvenes, parecía algo serio pues podía ver una vena de su frente palpitar, pero tan pronto como llegamos Dylon se nos adelantó y medio la situación, dándole paso libre al Comandante de retirarse.

- Alteza, espero que venga con una respuesta - rodé los ojos, todos esperaban una respuesta de mi estos días.

- Lamento decepcionarlo, pero no. No tengo la respuesta que quiere - conteste en el mismo tono, aunque supuse que no le había hecho gracia.

- Por favor niña, solo debes escoger 4 nombres y después puedes seguir con tus cosas - cuando se enojaba olvidaba los títulos, cosa que conmigo sucedía bastante.

- Si es tan fácil escójalos usted, ya le dije que no importa - de acuerdo, puede que lo dijera para hacerlo enojar aún más.

- Por favor comandante, cuente hasta diez - Dylon se acercó por detrás intentando calmar la situación.

- Harás que esa vena en su frente por fin explote - no me di cuenta de cuando llegaron los chicos. Ni cuando Jared me paso un brazo por los hombros abrazándome.

- No es esa mi intención, pero ya le dije que no me importa quienes sean. ¿Por qué debo escogerlos yo? - pregunte por enésima vez.

- Porque eso dicta la tradición, los miembros de la realeza deben escoger 4 guardias que los escolten y estén a su lado durante ambos eventos. Sus majestades ya tienen a sus guardias de confianza y la princesa Levana escogió a sus guardias permanentes el año pasado, el príncipe Justin ira con sus padres. Ya solo falta usted - Sylver apareció del otro lado quitando a Jared y remplazando su lugar abrazándome. Me sorprendí, pero no dije nada.

- Ya dejen de estar revoloteando alrededor de la princesa como mariposas, eso no hará que los escoja - comento con burla el comandante.

Este había sido el tema desde hace tres días, y desde entonces todos los jovencitos en edad de ser mis guardias me habían estado persiguiendo cada vez que salía de palacio. Dándome el discurso perfecto de por qué debía escogerlos. Más tarde al preguntar en la cena de que se trataba todo Tatiana me explico que si un miembro de la realeza escogía a un Guardian este pasaba a una categoría mayor, escogerlos era como un reconocimiento a sus habilidades. Aun si yo no los conocía de nada.