Código X 77

1-. Paranoia

Les contaré un poco de este mundo, este nuevo mundo en el que vivimos, de este sitio desolado, lleno de entes con sed de sangre y hambre de carne humana, de cómo los cimientos de la civilización se desmoronaron poco a poco.

Pero primero dejen que me presente. Soy Freider, Freider Korff, aunque mis amigos me llaman ''FJC''. Vengo de Caracas, una bonita ciudad de Venezuela, donde nos encanta alardear que tenemos las mujeres más hermosas del mundo, puesto que hemos ganado el miss universo dos años seguidos. Es una suerte que vivamos aquí.

En fin, creo que me desvié del punto; y es que, por mucho que busquen no creo que encuentren mujeres más hermosas. Volviendo al tema, les contaré algo más interesante: La experiencia más de pinga -esta expresión significa: genial, asombrosa, etc-, aunque rara de mi vida. Sé que muchos desean y quieren leer algo interesante, por lo que empezaré desde un punto clave: La aparición del virus zombi; y créanme, no puede haber una historia sin un principio.

Sin embargo, antes les diré algo más sobre mí: Tengo 19 años, y acerca de mis aficiones, les contaré que amo la lectura, los videojuegos, viajar y el deporte; las artes marciales más que nada. Apuesto que no se imaginan lo mucho que he mejorado mis técnicas durante todo este tiempo, y es que, cuando se trata de enfrentamientos, es muy difícil plantarme cara. Me siento bastante orgulloso, y para ser honesto, últimamente esto me ha salvado la vida. Mis amigos dicen que soy como un lobo: nunca me separo de mi grupo, pero me las sé arreglar solo.

Todo comenzó en la mañana de un viernes, un viernes que se pensaba sería como cualquier otro día. Qué equivocados estábamos.

21 de Diciembre del 2012. La mayoría de las personas se preparaba para navidad, mientras que algunos otros se preocupaban por el supuesto fin del mundo predicho para esta fecha... De verdad desearía haberles hecho caso; me habría ido mucho mejor.

Ese día me despertó una llamada a las 6:14 am, y antes de que pudiera decir algo, me gritó:

—¡Freider, rápido, pon el canal 32!

—Pero, ¿qué mierda...? ¿Quién eres y por qué me llamas a esta hora? —pregunté adormecido.

—¡Soy Fran, hombre! —reconocí la voz de mi amigo, quien parecía estar bastante sobresaltado—. ¿A qué estás esperando? ¿Navidad? ¡Corre antes de que acabe la noticia!

Me sentí tentado a colgar, pero por pura curiosidad sintonicé el canal, donde una reportera morena, joven y con una expresión neutra en su rostro se dedicaba a narrar las noticias más recientes.

—Este extraño comportamiento apenas está apareciendo aquí en Kenia, África. El atacante mordió a dos civiles; una mujer y su pareja, que la defendió de la agresión. Afortunadamente, la policía no se hizo esperar demasiado, y en cuestión de minutos, llegó junto a una ambulancia —en la esquina superior derecha de la pantalla, se podían observar imágenes de cómo eran atendidos por los paramédicos—. Esta fue toda la sección de noticias mundiales, y ahora vamos contigo, Roger.

—¡¿Has visto?! —exclamó Fran.

—Mierda, los conspiranoicos tenían razón —susurré en voz baja.

—¡¿Qué?!

—Olvídalo, no importa —dije, cambiando rápidamente de tema—. ¿Sigue pendiente ir de campamento?

—Claro, solo falta comprar las provisiones; nos vemos en la puerta del supermercado.

—Hecho, hermano, allí te veo.

 

7:38 am 21 de Diciembre 2012 Supermercado de Valencia, Venezuela

Caminé un largo rato hasta que por fin encontré a mis amigos. Había una fila gigante para pagar, como si la gente se estuviera preparando para algo, y eso en particular me asustó bastante; puesto que éramos los únicos que no sabían lo que estaba ocurriendo.

Debido a la situación, decidimos comprar todos los enlatados posibles, y durante las dos horas que duramos haciendo la fila, nos dedicamos a ver las noticias, después de todo, desde allí teníamos vista hacia una enorme televisión de 42 pulgadas.

''Se descubrió la presunta identificación del atacante de esta mañana, las autoridades no consiguen entender por qué en los documentos civiles aparece como muerto. Parece ser que hubo un caso similar en el país vecino de Uganda, pero esta vez no era un solo atacante, sino un conjunto de entre veinte y veinticinco hombres y mujeres. Estos asesinaron con sus propias manos a un estimado de cincuenta personas, dejando a su paso diez heridos. A pesar de que la policía les ordenó detenerse repetidas veces, estos continuaron deliberadamente con la agresión y las autoridades se vieron obligadas a disparar, a su vez, la otra parte de los atacantes, en un acto de canibalismo, se comía los cuerpos de sus víctimas, no sabemos si...''

Al apartar la mirada de la pantalla por unos segundos, una amigable cajera me sonrió y se ofreció a atendernos, por lo que dejamos de lado las noticias y fuimos a pagar.

 

9:07 am 21 Diciembre Autopista hacia Amazonas, Venezuela




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