Se que no debería importarme, sé que no debería sufrirte más
Pero no puedo dejar de hacerlo, me enseñaste a hablar, a besar, a sentir sin desperdiciar aliento
Me enseñaste a soñar de tu mano y a llorar con una sonrisa en los labios
Me enseñaste a amar ¿y como no ibas a hacerlo?
Mi corazón era tuyo
Le enseñaste el camino amarillo hacia la felicidad
Quien diría que no duraría para siempre…
Quizás, porque yo jamás lo creí
Deje florecer mi corazón en tus manos y la pasión en tus labios
Me deshice en palabras y me derretí en versos
Coseche estrellas y las plante en tu puerta
Y te envolví la luna, con cuidado y en magenta, rodeada de sueños en papeles violeta
Y tu me pides que te olvide
¿Como siquiera podría imaginar hacerlo?
Te ame con devoción, con el alma fuera de mi y hospedada en ti
Te quise, y con dolor me pregunto ¿me quisiste?
La pregunta orbita por mi mente, como alma en pena que no sabe su camino, como un planeta perdido, destinado a estrellarse y desvanecerse
Y me pediste olvidarte
Y yo lo intente, no deje de amarte
Intente olvidarte besando cada noche a estrellas fugaces,
Y baile cada madrugada perdiéndome en palabras
Y me costó encontrarme, porque te encontré primero a ti
Bebi cada pócima y cada veneno
Pero me fue imposible olvidar tu voz, fue imposible borrar tus caricias de mi piel
Me fue imposible borrar cada beso y cada cicatriz
Así que lo enmarque, lo guarde en un rincón y con lágrimas dormí
Esperando que desaparezcas, o esperando desaparecer yo
Lo que suceda primero, pero que suceda
Que suceda que ya no te ame más