Colores en el amor

Capitulo uno

Primeras Impresiones

Dicen que nuestros amigos estarán para ayudarnos y ser mejores personas. ¿Tú qué opinas? En esta historia hay un pastel de cumpleaños, un caluroso verano en donde anuncia el final de una temporada. Thomas, un chico carismático que realmente quiere a Elizabeth. Sus miedos fueron un impedimento para él por un tiempo, pero también dicen que el amor mejora a las personas, si no fuera por eso no habría logrado todo lo que ahora le rodea. Buena vida junto a su familia, buenos amigos y un dulce enamoramiento juvenil.

— ¡Está realmente bueno! — Dijo Elizabeth con un gran bocado de comida en su boca.

Thomas sonrió aliviado de su comentario. —Feliz cumpleaños Elizabeth… —sacó algo de su bolsillo y se lo mostraba mientras lo abría.

Una pequeña caja que sorprendió mucho a Elizabeth.

— Muchas gracias, lo cuidaré por siempre—Elizabeth de verdad se sintió muy feliz.

  1. momentos en donde más allá de los detalles, solo la presencia o simples palabras que involucren “Para siempre” animarían hasta el corazón más afligido.

—Diecisiete solo se cumplen una vez Betty—él sacó lo que había en su pequeña caja y era una cadena dorada con un dije de una nube — ¿Puedo?—.

Elizabeth sonrió y recogió su cabello lacio en un remolido rápidamente.

Después del regalo, hubo una cena que los padres de Thomas le prepararon a Elizabeth.

Sus padres no la conocían muy bien, a ellos no les agradaba que viviera sola a causa de que su tía viaja todo el tiempo, era inaceptable; además del hecho que la casa la chica era más grande que la de ellos. Pero todo por su hijo.

— ¿Que harás a partir de ahora Betty? — La madre de Thomas, Julie, preguntó, curioseando sobre ella. Betty era el apodo que Julie escogió para acortar su nombre.

—Voy a terminar este último año con Thomas, luego estudiaré arquitectura en la universidad del centro — Elizabeth respondió orgullosa, a pesar de no lo que realmente quería; la ayudaría como ella quisiera en su futuro y que no dependiera monetariamente de su tía. Los padres de Thomas quedaron satisfechos con su respuesta y se limitaron a seguir en su cena.

Una llamada repentina hizo sonar el teléfono de Elizabeth. Un número desconocido, pensó que podría ser su tía para felicitarla. Pero no, era una mujer que habló con mucha elocuencia, hablándose acerca de su tía, la conversación se tornó incomoda, cortarte y directa “Tú tía. Está en varios problemas, todo estará bien, ella te envió una carta con una persona que tienes que recibir”. Y eso fue todo, la llamada se cortó. Elizabeth se sintió angustiada, intentó marcar al número otra vez, pero era un número extranjero al cual no podía acceder.

  • ¿Ya te vas? Yo te acompaño— Dijo Thomas tomando su chaqueta en el salón principal.
  • Gracias Thomas, te explico en el camino.

Después de un rato hablando se pararon en la carretera a contemplar la noche que estaba tan iluminada por las estrellas. Thomas es realmente feliz solo por la sonrisa de Elizabeth, cuando solo veía su angustia siempre estaba ahí para sacarle una sonrisa, él es consciente del poder de las palabras…

—Te ves realmente hermosa con las estrellas iluminándote— Thomas dijo con el corazón a mil, pero sabía cómo disimularlo para verse genial.

Un leve sonrojo y una sonrisa de Elizabeth agitaron desmesuradamente el corazón de Thomas. Todos los pensamientos anteriores de Elizabeth se desaparecieron y solo pensó en esas palabras.

—No le puedes decir algo así a una mujer, la ilusionas. — Respondió Elizabeth dramáticamente para después reírse y caminar. No se tomó esas palabras en serio, nunca lo hacía… O al menos ahora no.

Si tan solo supieras, que solo me gustas tú—A pesar de que estos eran sus verdaderos sentimientos, tenía sus razones para no decirle nada. Ser un genio en disimularlos le ha ayudado bastante con su enamoramiento. Él siempre se ha rodeado de chicas, solo para llamar la atención de Elizabeth, ha aprendido mucho sobre cómo debería de tratar a una mujer, pero no sabe cómo hacer que se enamoren de él, o cómo hacer que esta chica lo haga.

—Gracias por acompañarme... Gracias por todo lo que hiciste por mí.

—Es un placer. Descansa.

Thomas se despidió con un beso en la mejilla y se fue, pensando que quizás si espera un poco más Elizabeth llegará a quererlo como él lo hace.

Elizabeth en casa miró desde la puerta a Thomas para vigilar que nada le pase, vio cómo su ancha espalda se iba haciendo más pequeña, hasta que no pudo verlo más.

En casa se sentó en su escritorio con una taza de té negro y se conectó a Skype, para comunicarse con su tía, pero la cuenta de ella no seguía activa desde hace varias semanas, Elizabeth suspiró y pensó en llamar a la desconocida de nuevo, pero recordó la carta, siempre le envía una hace cuando ocurre algún problema. Entonces se acercó al buzón en la entrada de su casa y encontró un aviso del banco que hizo que sus ojos se abrieran sorprendidos por lo que decía, tomó todo lo había y entró corriendo a su casa, dejando entre abierta la puerta principal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.