Llegaron sin aliento al aeródromo. Todo estaba en llamas. Se quedaron parados, mirando la destrucción que había provocado el ataque, sin saber qué hacer.
Un minuto después el capitán se puso en marcha:
-Vamos teniente, a ver si podemos hacer algo por aquí.
Comienzan a caminar con cuidado por una de las pistas de aterrizaje y la teniente solo percibe amasijos de restos irreconocibles hasta que pregunta:
-Capitán ¿eso no es un F14 de los antiguos?
-Sí teniente, me parece que los aviones que han destruido son los cebos. Puede que tengamos todavía algo de trabajo, vayamos corriendo a la torre de control.
Se dirigen a una enorme torre que está en llamas y abre una puerta de hierro que está enterrada en la tierra. Nada más entrar en el subterráneo se dan cuenta de que hay más gente de lo habitual en la sala. Son los ayudantes y, como siempre, corriendo con papeles de un lado a otro. Uno de ellos los ve y les grita:
-Os están esperando en la sala de mando.
Se encuentran en una sala repleta de grandes pantallas donde se ven tanto cazas aliados como enemigos; están por todas partes excepto en el lugar ocupado por tres puertas. La de enfrente lleva a la sala de mando y dos más a cada lado que llevan a los archivos físicos donde se encuentran las informaciones de todas las aeronaves enemigas que se han podido recopilar.
Intentando molestar lo menos posible cruzan el gran espacio que se abre ante ellos para acceder a la sala de mando. Entran y ven a los tres comandantes aliados reunidos y sonriendo.
-Por fin han picado.
-Como alevines.
Federico golpea la puerta con los nudillos.
-Comandantes, ¿nos han llamado?
-Sí capitán, tenemos una misión especial para ustedes. La misión consiste en capturar cazas enemigos, aprender volar con ellos, ir a su base, conseguir toda la información que podamos para después reventarla como mejor podamos.
-Exacto teniente. Cerca de nuestra genialidad.
-Lo primero será capturar los cazas enemigos. ¿Alguna idea teniente?
-Sí señor, bastante descabellada pero creo que puede funcionar.
Dos cazas enemigos aparecen por el horizonte. En mitad de la calle se encuentra el capitán andando que se echa a correr cuando los dos cazas se lanzan en picado a por él. Gira en la primera calle que encuentra a la derecha. Los cazas se encuentran muy cerca y muy bajos cuando toman la curva. Una red enorme con especial desciende desde los tejados que hacen que caigan de golpe al suelo. Los han paralizado.
-Buen trabajo, teniente. Primer paso completado.
El problema de estos aparatos es que están dirigidos mediante un programa informático de la nave base y por tanto no tienen cabina desde donde pueda dirigirlos una persona.
Después de estar trabajando toda la noche los ingenieros consiguen introducir cabinas en las aeronaves sin que ello cambie el diseño exterior de las mismas. Poco antes del amanecer simulan su reconexión con el ordenador central.
-En la pantalla de aquí abajo veis la ruta que debéis seguir según está mandando el programa. Volar como si siguierais en su dominio. No os debéis desviar ni un solo ápice porque si no se darán cuenta del engaño.
-¿Nos manda de nuevo hacia la base?
-Eso parece, capitán. Querrán hacer un análisis completo tras haber estado una noche sin dar noticias suyas. Por tanto conseguiremos llegar a su base sin las pérdidas y retrasos de la última vez. Que toda la suerte de la humanidad esté con vosotros.
-La necesitaremos- dice el capitán Fernando mientras cierra la cabina y se prepara para irse.
Los dos cazas salen volando y a medida que aumenta la velocidad empiezan a describir la curvatura que indica su próxima salida hacia la estratosfera. Treinta minutos después ya están en posición y velocidad para lograrlo. Como preocupación tanto el capitán como la teniente llevan puestos los monos de astronauta para aguantar un ambiente sin atmósfera.
Sin dificultades se acercan a la nave madre y entonces lo ven. Un enorme cuadrado de donde salen y entran naves continuamente.
-¿Capitán?
-Creo que es un agujero de gusano.
-¿Está bromeando?
-No tenemos tiempo para ello. Usted encargase de robar toda la información que pueda. Intentaré cargarme esa estructura y la nave madre.
-¿Y cómo piensa hacerlo?
-Algo se me ocurrirá con los explosivos que he traído.
Mientras tanto la nave madre les está recibiendo.
-Teniente aterrice. Conéctese cuando pueda. Avísame cuando esté preparada para salir.
-¿Qué va a hacer capitán?
-Una de mis mayores especialidades. Una maldita locura.
Según se está cerrando la compuerta el capitán cambia de rumbo del caza y sale disparado al espacio exterior. Las alarmas suenan por todos los lados y todos los cazas que estaban en reposo se ponen en funcionamiento a la vez pero las compuertas ya se habían cerrado. Tienen que esperar a que se abran de nuevo.