Comienza La Fiesta

Comienza la fiesta

Ya era casi la hora y Javier culebreaba entre la gente, deslizándose entre cuerpos teñidos de blanco. En pocos minutos, todos entregarían su tiempo a los distintos colores que regalaban las fiestas. Las calles estaban inundadas de almas impacientes por el chupinazo. Al fondo estaban los de siempre, invitándolo a unirse. Javier les devolvió el saludo con la mano, pero se desvió hacia un portal.

Dentro, subió las escaleras de dos en dos. Casi no tenía tiempo. Al llegar a la puerta C del segundo piso, llamó al timbre. Le abrió su abuela, que no pudo evitar una mirada orgullosa. Javier le dio un beso furtivo y salió disparado hacia la habitación. Allí estaba él, tumbado en la cama, encerrado en sus demonios. Javier abrió la ventana para dejar entrar el bullicio de la calle. Desanudó el pañuelo que llevaba en la mano y lo colocó alrededor del cuello de su abuelo. El gesto no lo despertó ni lo trajo de vuelta a este mundo, pero los unió, por un instante, en aquella melodía que tanto les gustaba.



#23366 en Otros
#6867 en Relatos cortos
#10039 en Thriller
#3942 en Suspenso

En el texto hay: drama, amor, suspense

Editado: 09.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.